González de Bustamante, Gonzalo. ?, m. s. xiv – 22.VI.1392. Jurista y obispo de Segovia.
Se desconoce el lugar de su nacimiento, aunque algunas referencias sitúan a parte de sus familiares en Cartagena. Las primeras noticias del futuro prelado son de 1371, año en el que aparece en el entorno de Pedro Tenorio, el influyente eclesiástico que en 1375 fue nombrado arzobispo de Toledo. Hacia 1386, Gonzalo González de Bustamante había compuesto ya la obra que le daría fama como jurista, La Peregrina, un repertorio de Derecho Canónico y Civil ordenado alfabéticamente que conoció, debido a su carácter eminentemente práctico, una extraordinaria difusión durante el siglo xv en diversas ediciones tanto latinas como romances. En ella se incluyen citas de textos romanos y canónicos, y de Las Partidas, a los que posteriormente se sumaron fragmentos del Fuero Real, Fuero Juzgo, Ordenamiento de Alcalá y otros ordenamientos de Cortes. Sobre la base de esta obra, en el siglo xv, el oidor Bonifacio García compuso una suerte de adaptación o resumen, con una glosa que proporciona interesantes datos sobre el derecho castellano bajomedieval. Esta adaptación recibió el nombre de Bonifacia (Peregrina a compilatore glosarum dicta Bonifacia), en honor a su autor. Fue publicada en Sevilla en 1498.
El 22 de diciembre de 1389, cuando ocupaba la dignidad de tesorero en la catedral de Toledo, Gonzalo González fue nombrado por Clemente VII obispo de Segovia. No se conserva ninguna actuación suya al frente de su diócesis, pero desde su acceso a la sede segoviana su actividad pública fue, sin embargo, incesante. En 1390 Juan I le nombró oidor de la Audiencia Real, siendo muy posible que en esa época estuviera integrado también en el Consejo Real. Tras la muerte del Monarca, el mismo año 1390 se abrió una grave crisis política en el reino al ser su heredero, el futuro Enrique III, todavía menor de edad. A comienzos de 1392 se celebraron unas Cortes en Burgos con el objeto de establecer definitivamente el Consejo de Regencia que habría de hacerse cargo de los asuntos de gobierno. En una de las sesiones de esa agitada reunión se recurrió al dictamen jurídico de Gonzalo, definido por el canciller y cronista Pero López de Ayala como “el mayor doctor en leyes que entonces avía en Castilla”. La intervención del obispo segoviano en las Cortes burgalesas debió de suponer una de sus últimas actuaciones públicas, pues el 20 de junio de ese mismo año de 1392 dictó testamento en Turégano, villa perteneciente al señorío episcopal segoviano. Murió dos días después.
Obras de ~: La Peregrina, c. 1380.
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Bonifacio Bartolomé Herrero