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Mariano Gamir Ulibarri

Biografía

Gamir Ulibarri, Mariano. Madrid, 6.X.1877 – Valparaíso de Abajo (Cuenca), 25.VII.1962. General de brigada del Ejército.

Hijo del teniente general José Gamir y de Emilia Ulibarri, en 1893 ingresó en la Academia Militar de Toledo. Tras su permanencia en la Academia marchó a Cuba en el vapor Cataluña. Durante su estancia en Cuba realizó diferentes trabajos de fortificación. Brilló en diferentes acciones de la Guerra de Cuba, sobre todo en actuaciones de reconocimiento y fortificación.

A comienzos del siglo XX estaba destinado en Madrid.

El 23 de junio de 1906 era profesor de segunda clase en la Academia Militar de Toledo. Además de otras condecoraciones, recibió en 1913 la Cruz del Mérito Militar de 2.ª Clase con distintivo blanco y pasador del profesorado y en 1917 la Cruz Sencilla de la Real Militar Orden de San Hermenegildo. En 1920 se encontraba en el mando accidental del Regimiento de Infantería Soria número 9. Para 1922 era teniente coronel y destinado al Regimiento de Infantería de Extremadura número 15. En 1923 aparece en dos batallones de Cazadores de Montaña, el de Ronda número 6 y el de Alba de Tormes número 8, unidades de montaña en las que no volverá a ser destinado.

Su vuelta a la Academia de Infantería tuvo lugar en 1924 siendo nombrado ese año jefe de estudios. Su ascenso a coronel fue en 1925. Durante estos años en la Academia compaginó sus funciones de jefe de estudios, el mando del Batallón Táctico de la Academia y el cargo de vocal de la Junta Facultativa. Otra de las condecoraciones que recibió fue la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo el 1 de septiembre de 1926. Durante 1927 fue nombrado presidente de las ponencias para la redacción del plan de estudios a seguir en la futura Academia Especial de Infantería. El 1 de enero de 1928 ascendió a coronel de Infantería por elección. Ese año estuvo un mes en la Academia, ocho meses como disponible en la Primera Región Militar y tres meses como director del Colegio de Huérfanos de María Cristina, puesto este último en el que permaneció hasta que en 1929 fue enviado, en marzo, al Regimiento de Infantería Badajoz número 73. En 1930 fue destinado en la Academia Especial de Infantería como presidente de la Junta Facultativa y Económica del centro y director del Museo de Infantería y recibió el título de oficial de la Legión de Honor de Francia. En 1932 figura como director de la Academia de Infantería, Caballería e Intendencia y comandante militar de Toledo.

Era general en el momento de la sublevación militar que el 17 de julio de 1936 dio origen a la Guerra Civil Española. En ese momento tenía cincuenta y ocho años. En julio de 1936 se hallaba destinado en Valencia como general de brigada y permaneció fiel a la República.

Era general jefe de la 5.ª brigada de Infantería.

Colaboró en la labor de jefe de la 3.ª división para mantener en el Gobierno a la guarnición de Valencia.

De los regimientos allí destinados, Otumba número 7 y Guadalajara número 13, ambos de la 5.ª brigada, el 13 estaba dispuesto a alzarse y Ulibarri trabajó para evitarlo. El 30 de julio realizó una inspección personal a los cuarteles, exigiendo disponerse las tropas para formar una columna expedicionaria a Madrid, primera que saldría de la plaza a los frentes de combate; en esta visita dejó en situación de disponibles a cuantos jefes y oficiales se negasen a obedecerle.

Nombrado jefe del sector de Teruel, dirigió operaciones en la zona del río Alfambra durante la batalla de Teruel. El 29 de mayo de 1937, el nuevo ministro de Defensa Indalecio Prieto nombró a Gamir Ulibarri jefe del Ejército de Vizcaya con la orden de defender Bilbao a toda costa. El 16 de junio, Prieto telegrafió a Gamir señalándole la responsabilidad que asumiría de entregar al enemigo las industrias de la ría. El 19 entraron los nacionales en Bilbao. Estuvo al mando del Ejército del Norte en la batalla de Santander del 14 de agosto al 1 de septiembre de 1937.

En Santander realizó una activa tarea organizadora.

Acabó con la resistencia de los llamados “Batallones de los Partidos” dependientes del partido y de los sindicatos.

Dispuso en agosto del XIV Cuerpo de Ejército Vasco con cuatro divisiones que equivalían a doce brigadas mixtas; el XV Cuerpo de Ejército de Santander con cuatro divisiones o catorce brigadas mixtas; el XVI y XVII Cuerpos de Ejército de Asturias con tres divisiones y siete brigadas mixtas y cinco divisiones y trece brigadas mixtas cada una. Cada brigada se componía de tres a cuatro batallones y una batería, además de alguna tropa de ingenieros. Su reserva era la 50.ª División Vasca, la 55.ª de Santander, la 57.ª Asturiana, una brigada de Carabineros y una de Infantería de Marina. El XV Cuerpo tenía ochenta y dos piezas de artillería y, los dos asturianos, ciento veinte.

Los aviones que poseía o intervinieron en la acción fueron treinta. La ofensiva nacional tuvo dos ataques sobre la bolsa del sur; el del este (puerto del Escudo) a cargo del Cuerpo de Tropas Voluntarias, y el del oeste (Reinosa) con las I, IV y V Brigadas Navarras.

La acción comenzó el 14 de agosto de 1937, tras una preparación de fuego aéreo y artillero. El 16 tomaron Reinosa y el puerto del Escudo. El 26 cayó Santander.

El general Gamir y sus allegados escaparon a Asturias en un submarino C-4. Cesado de facto para dirigir nuevas operaciones militares, se le envió a la inspección de Enseñanza Militar y a Cataluña como parte del grupo de militares españoles que organizó la salida de las Brigadas Internacionales en 1938, misión especial encomendada por Negrín. Al finalizar la guerra se exilió a Francia, donde escribió Guerra de España 1936-1939, con prólogo del general Miaja. Allí residió hasta 1955, año en que regresó a España por no tener ya condenas pendientes. Falleció en una finca que poseía en la provincia de Cuenca en 1962.

 

Obras de ~: Guerra de España, 1936-1939, París, Librería Española, 1939.

 

Bibl.: L. M. de Lojendio, Operaciones militares de la Guerra de España 1936-1939, Barcelona, Montaner y Simón, 1940; M. Azaña, Obras Completas, México D.F., Oasis, 1966; Estado Mayor Central del Ejército, Síntesis Histórica de la Guerra de Liberación 1936-1939, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1968; J. Couceiro Tovar, Hombres que decidieron (17 a 22 de julio de 1936), Madrid, Rollán, 1969, pág. 281; J. M. Martínez Bande, La guerra en el Norte (hasta el 31 de marzo de 1937). Monografías sobre la guerra de Liberación, Madrid, Servicio Histórico Militar, San Martín, 1969, n.º 4; Vizcaya. Monografías sobre la guerra de Liberación, Madrid, Servicio Histórico Militar, San Martín, 1971, n.º 6; R. Salas Larrazábal, Historia del Ejército Popular de la República, Madrid, Editora Nacional, 1973; F. Bravo Morata, La República y el Ejército, Madrid, Fenicia, 1978; J. Ferrer Sequera, La Academia General Militar. Apuntes para su historia. Recopilación abierta de hechos, instituciones, datos y anécdotas relativas a los Colegios y Academias Generales que han existido en España hasta nuestros días, t. I, Barcelona, Plaza y Janés, 1985; H. Thomas, La guerra civil española, t. II, Barcelona, Grijalbo, 1988, págs. 742-749 y 774-785; M. Alpert, El Ejército republicano en la guerra civil, Madrid, Siglo XXI de España, 1989; F. de Meer, El Partido Nacionalista Vasco ante la guerra de España (1936-37), Pamplona, EUNSA, 1992; J. M. Ruiz Vidondo, Las principales reformas militares de Azaña, Basauri, Grafite, 2004; M. Alonso Baquer, Franco y sus generales, Madrid, Santillana, 2005; M. Aznar Soler y J. R. López García (eds.), Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 2, Sevilla, Renacimiento, 2016, pág. 405.

 

Jesús María Ruiz Vidondo

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