García Gil, Manuel. San Salvador de Camba (Lugo), 14.III.1802 – Zaragoza, 28.IV.1881. Dominico (OP), cardenal.
En 1816 empezó a cursar Filosofía en el seminario conciliar de Lugo, donde prosiguió los estudios de Teología hasta que, en 1825, siendo ya diácono y presidente de la Academia llamada de Clásicos, obtuvo el hábito de Santo Domingo en el convento de Predicadores de la referida ciudad. Después de profesar, fue nombrado lector de Filosofía del mismo convento y, cuatro años después, maestro de estudiantes del de Predicadores de la ciudad de Santiago.
En 1835 fue nombrado lector de Teología en Oviedo, de cuya cátedra no llegó a encargarse por ocurrir la exclaustración. Fuera del claustro continuó dedicado a la enseñanza en el seminario de Lugo, del que fue nombrado vicerrector; mientras se hallaba desempeñando este cargo, fue presentado por Isabel II para el Obispado de Badajoz en mayo de 1853; preconizado el 22 de diciembre del mismo año por el beato Pío IX, fue consagrado en la catedral de Lugo el 23 de abril de 1854 por el arzobispo de Santiago de Compostela, Miguel García Cuesta.
Cuatro años más tarde fue presentado para la metropolitana de Zaragoza el 16 de julio de 1858 y preconizado el 23 de diciembre del mismo año. Fue condecorado con las grandes cruces de Isabel la Católica y Carlos III y fue senador del reino hasta la caída de Isabel II, y también fue prelado asistente al Solio Pontificio.
Tres veces estuvo en Roma. La primera para asistir a la solemne canonización de los mártires del Japón, recibiendo entonces el título de noble romano.
La segunda con ocasión del decimoctavo aniversario secular del martirio del Príncipe de los Apóstoles, y la última con motivo del Concilio Vaticano I. Fue el primero entre los veinticuatro padres conciliares de diversas naciones que fueron elegidos en la segunda sesión del Concilio a fin de componer la Diputación para las cosas relativas a la fe. Además de otros trabajos que desempeñó en el Concilio, habló en las Congregaciones 28.ª, 33.ª y 53.ª, que fueron celebradas en los días 21 de febrero, 24 de marzo y 18 de mayo de 1870, respectivamente.
En Zaragoza promovió la reparación y conservación de las antiguas iglesias de San Pedro Nolasco y de Santo Domingo, y asimismo la construcción de la nueva de la Misericordia. A su iniciativa y a sus continuos desvelos se debieron también la continuación de las obras de la basílica del Pilar, interrumpidas por espacio de más de setenta años, y otras obras diversas. Pío IX lo creó cardenal en el consistorio del 12 de marzo de 1877 y le asignó el título de San Esteban en el Monte Celio.
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Vicente Cárcel Ortí