Velázquez de Cuéllar, Juan. ?, s. m. s. XV – Madrid, 12.VIII.1517. Contador mayor, tenente de Arévalo, Trujillo y los palacios de Madrigal y maestresala del príncipe Juan.
Juan Velázquez fue hijo del licenciado Gutierre Velázquez de Cuéllar, quien fue nombrado gobernador y mayordomo mayor de la casa de la reina viuda Isabel de Portugal a la muerte de Juan II de Castilla. La destacada posición política ocupada por su padre sin duda influyó en su posterior ascenso social y político.
Es muy posible que iniciara su andadura en la casa de Isabel la Católica, primero como paje siendo niño y posteriormente como caballero de su casa. Su vinculación a la Casa Real continuó afianzándose cuando se le nombró maestresala del príncipe don Juan, algunos años antes de que se organizase su casa aparte.
Desde 1490 se le encomendó la tenencia de la fortaleza de Trujillo, una de las más importantes del Reino, por la cual percibía 150.000 maravedís en concepto de tenencia y ayuda de costa. Compaginó esta alcaidía con la de los palacios de Arévalo y Madrigal, ambos estrechamente vinculados a la Monarquía.
Tras el matrimonio del príncipe heredero con la princesa Margarita de Austria, la posición de Juan Velázquez de Cuéllar en la jerarquía política cortesana avanzó rápidamente, pues su proximidad al heredero le permitió desempeñar oficios de gran responsabilidad política, como la contaduría mayor de cuentas del príncipe. Asimismo, fue nombrado miembro del Consejo del príncipe en 1497, órgano equivalente al Consejo Real pero en pequeño. La prematura muerte del heredero no supuso el fin de la carrera política de Juan Velázquez, pues los Reyes Católicos siempre le mantuvieron vinculado a la casa del heredero de la Corona, primero como ayo y contador mayor del príncipe Miguel y tras su muerte como contador mayor de la princesa Juana y de su esposo. Todos estos cargos y puestos de carácter cortesano revelaban la enorme confianza que este personaje gozaba a los ojos de los Reyes Católicos. Asimismo, Juan Velázquez aparece mencionado en el testamento de la reina Isabel como uno de los leales servidores a los que Fernando, Juana y Felipe siempre debían proteger.
A la muerte de la Reina, Fernando el Católico le hizo merced de la tenencia del castillo de Arévalo a comienzos de 1505, cargo que le fue confirmado por Felipe I tras su acceso al Trono de Castilla. De hecho, el joven Monarca encontró en Juan Velázquez a uno de sus más sólidos colaboradores, dada su larga experiencia en puestos de responsabilidad de la administración central y su buen conocimiento sobre los asuntos internos del Reino.
Tras la muerte de Felipe I, Juan Velázquez de Cuéllar trató de poner a Juana bajo su tutela y trasladarla a Arévalo, pero no le fue posible por la oposición del marqués de Villena y sus seguidores. Al regreso de Fernando el Católico a Castilla en 1507, la fidelidad de Juan Velázquez fue premiada con creces. Entre otras mercedes recibió una encomienda de la Orden de Santiago así como la pregonería mayor de Castilla y la facultad de traspasar hereditariamente las tenencias de Arévalo y Trujillo a su hijo Gutierre Velázquez.
Estas y otras muchas mercedes le convirtieron en una de las personalidades más influyentes en la escena política castellana a comienzos del siglo XVI.
El acceso de Carlos I al Trono de Castilla significó un cambio de rumbo en la fortuna de Juan Velázquez de Cuéllar y el inicio de su rápido declive. En 1517 el nuevo Monarca decidió situar Arévalo, Madrigal y Olmedo bajo la jurisdicción de la reina viuda Germana de Foix, en satisfacción de 30.000 ducados de renta anuales que Fernando el Católico había mandado pagarle en las rentas del Reino de Nápoles. Esta decisión llevó al contador a acantonarse en la fortaleza de Arévalo, que fortificó y abasteció de numerosas piezas de artillería. La falta de apoyos sobre todo por parte de Cisneros le obligó a deponer su actitud en junio de 1517. Como consecuencia de su desafío a la autoridad regia, Juan Velázquez fue despojado de todos los beneficios y cargos que había ido acumulado a lo largo de años de servicio a la Monarquía.
La mayoría de los oficios y dignidades que disfrutó durante su vida fueron entregados a los colaboradores de Carlos I. Guillermo de Croy recibió la contaduría mayor de cuentas, mientras que Gaspar Juan de Tolsa, gentilhombre de la casa del Rey, recibió la tenencia de Arévalo y Monsieur de Lannoy, caballerizo mayor del Rey, la de Trujillo. Vencido y despojado de honores y oficios, Juan Velázquez se retiró a Madrid, donde falleció el 12 de agosto de 1517.
Bibl.: M. Diago Hernando, “Los Velázquez de Cuéllar, tenentes de Arévalo, en el horizonte político a fines de la Edad Media”, en Cuadernos Abulenses, 16 (1991), págs. 11-40; M. C. Castrillo Llamas, Las fortalezas: significación política y dimensión militar en la Corona de Castilla (1492-1521), proyecto beca postdoctoral Caja de Madrid, 1998-2000 (inéd.), págs. 215-216; “Crisis dinástica y política: el papel de las fortalezas en tiempos de Felipe I de Castilla”, en VV. AA., II Congreso de Castellología Ibérica, Teruel, Diputación Provincial, 2005, págs. 217-242.
María Concepción Castrillo Llamas
