Inglada Ors, Vicente. Alicante, 9.I.1879 – Madrid, 7.I.1949. Militar, científico, sismólogo.
Hijo de Rafael Inglada Payá y de Antonia Ors Soler, estudió en su ciudad natal, cursando el bachillerato en el Instituto General y Técnico, preparándose a su término para ingresar en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, vocación que cambió por la de militar, ingresando en la Academia de Infantería de Toledo en el mes de junio de 1896, perteneciendo a la IV Promoción de la Segunda Época.
Debido a las guerras que España libraba en Cuba y Filipinas, siguió en la Academia un plan de enseñanza de cursos abreviados, que dejó reducidos los tres años de estudios a uno solo, lo que hizo que a los componentes de esta promoción se les conociese con el nombre de “sietemesinos”. Fue un estudiante distinguido durante su permanencia en la Academia de Infantería y considerado por sus compañeros como un “empollón”.
Promovido al empleo de 2.º teniente en junio de 1897, fue destinado al Regimiento de la Princesa, de guarnición en Alicante. Su predisposición al trabajo de carácter intelectual orientó su carrera, siendo en 1898 nombrado alumno de la Escuela Superior de Guerra, a la que se incorporó en el mes de septiembre y en la que en junio de 1898 fue ascendido a 1.er teniente.
Terminados sus estudios en 1902, en el mes de julio fue destinado al 9.º Regimiento Montado de Artillería para realizar las prácticas reglamentarias, continuando las mismas en el 4.º Regimiento de Zapadores Minadores, en el Regimiento de Caballería de Cazadores de Tetuán, en el Regimiento de Infantería de Otumba, en el Estado Mayor de la 4.ª Región Militar y en el Depósito de la Guerra.
En febrero de 1905, tras terminar sus estudios y prácticas, fue ascendido a capitán del Cuerpo de Estado Mayor con el número uno de su promoción, pasando a desempeñar su trabajo durante los años siguientes en el Cuartel General del 4.º Cuerpo de Ejército, en Barcelona, y en la Capitanía General de la 3.ª Región Militar, en Valencia. En 1906 pasó a formar parte de la Comisión Topográfica de la isla de Menorca, realizando los trabajos de levantamiento de sus planos de la misma.
En 1907 solicitó y obtuvo el pase a la situación de supernumerario, al haber sido nombrado ingeniero 3.º del Cuerpo de Ingenieros Geógrafos, pasando a depender de la Administración civil y siendo destinado a Valencia como ingeniero del Instituto Geográfico y Estadístico.
En 1910 ganó por concurso de méritos la plaza de director de la Estación Central Sismológica de Toledo, establecida desde 1908 en los sótanos del edificio que ocupaba la Diputación Provincial, consiguiendo en pocos años convertirla en una de las más prestigiosas de aquella época. Las “fórmulas Inglada”, para el cálculo de hipocentros, aparecieron en todos los tratados de sismología internacional de aquellos tiempos, convirtiéndose por sus conocimientos y descubrimientos en el sismólogo español más internacional del primer tercio del siglo xx.
En 1913 fue ascendido a comandante de Estado Mayor, continuando en situación de supernumerario en el Instituto Geográfico.
Al año siguiente le fue concedida una Mención Honorífica por dos de sus obras relativas al idioma esperanto.
En marzo de 1921 recibió el empleo de teniente coronel y fue recompensado con una segunda Mención Honorífica por un estudio sobre el interior de la Tierra. Dos meses después se incorporó a la Estación Sismológica de Toledo el también ingeniero geógrafo y militar del Arma de Infantería Alfonso Rey Pastor, quien, tras ser su más fiel colaborador y discípulo, le sustituiría en 1923.
En el mes de septiembre de 1923 dejó la dirección de la Estación Sismológica de Toledo y volvió a su actividad militar, siendo entonces nombrado profesor de Algoritmos Matemáticos y Astronomía en la Escuela Superior de Guerra, y concediéndosele en este mismo año dos Cruces de 2.ª Clase al Mérito Militar por sus traducciones del idioma alemán y sus trabajos sobre aritmética, logaritmos, trigonometría y fórmulas para el cálculo de seísmos.
En 1924 tomó parte en la Asamblea Internacional de la Unión Geodésica y Geofísica y recibió una nueva Cruz al Mérito Militar de 2.ª Clase por una obra sobre observaciones gravimétricas.
Un año después asistió, en representación de España, a la Conferencia Internacional de Esperanto para su empleo en las ciencias puras y aplicadas y al Congreso Universal de Esperanto, que tuvieron lugar en París y en Ginebra, respectivamente.
Fue designado en 1926 vocal en la Junta organizadora del XIV Congreso Geológico Internacional, celebrado en Madrid, asistiendo al año siguiente a la Asamblea Internacional de la Unión Geodésica y Geofísica, que tuvo lugar en Praga; también fue por entonces admitido como miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
Entre 1925 y 1928 fue ganador de cuatro premios a la investigación científica convocados por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Sus valiosas contribuciones científicas le valdrían en 1928 el nombramiento de miembro numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, volviendo en el mes de septiembre a situación de supernumerario al haberse reintegrado en el Cuerpo de Ingenieros Geógrafos, y pasando a prestar sus servicios al Instituto Geográfico Catastral. Su discurso de ingreso en la citada Academia tuvo por título Trascendencia científica de los fenómenos sísmicos. Alicante le honró poniendo su nombre a una de sus calles, muy próxima a la de su paisano, y también militar y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, el destacado científico José Marvá Mayer.
Al proclamarse la República, solicitó y obtuvo el retiro.
Se incorporó al Instituto Geográfico en el Servicio de Geodesia, y más tarde llegó a dirigir la sección de Sismología del Laboratorio de Geofísica.
Al estallar la Guerra Civil, fue jubilado forzoso sin sueldo, viéndose obligado a refugiarse en su casa por miedo a las persecuciones políticas, y dedicándose al estudio de idiomas y adquirir muy diversos conocimientos, como taquigrafía y astrología.
Al término de la contienda, pudo regresar al Instituto Geográfico, del que fue nombrado secretario técnico y posteriormente jefe del Servicio Sismológico Nacional, pasando en 1940 a formar parte, como vocal, del Patronato Juan de la Cierva.
Cuando en 1941 se constituyó el Instituto Nacional de Geofísica, fue nombrado su subdirector, pasando a dirigir la sección de Geofísica Pura.
Además de los últimos cargos mencionados, en el momento de producirse su muerte —tras permanecer dos meses en cama como consecuencia de una bronconeumonía complicada con ataques cardíacos— era vocal del Comité Nacional de Geodesia y Geofísica, subdirector de la Revista de Geofísica, miembro de la Academia Esperantista de la Lengua, miembro emérito de la Real Sociedad Geográfica de Lima y miembro numerario de la Societá Sismologica Italiana.
Fue uno de los mejores hablantes del idioma esperanto en su época, al que tradujo gran cantidad de obras literarias, entre las cuales figuran la mayoría de los textos teatrales de Jacinto Benavente, y otras de Leandro Fernández de Moratín, Ramón de Campoamor, Ganivet y Santiago Rusiñol; también dominaba, entre otros idiomas, el alemán, el inglés, el francés, el hebreo, el latín y el griego clásico.
Era comendador de número de la Orden Civil de Alfonso XII (1925) y caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Pertenecía a la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, y a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.
En 1902 había contraído matrimonio con Isabel García-Serrano Abela, con la que tuvo cinco hijos.
Entre sus obras hay que tener en cuenta traducciones del alemán y al esperanto, y numerosos artículos aparecidos en diferentes publicaciones como la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Revista de Geofísica, Ibérica, Ingeniería y Construcción, etc., así como diversas colaboraciones para la Enciclopedia Espasa.
Obras de ~: Manual y ejercicios de la lengua internacional esperanto, Barcelona, José Espasa, 1904; con A. López Villanueva, Vocabulario Esperanto-Español y Español-Esperanto, Barcelona, José Espasa, 1905; Curso práctico de esperanto, Varsovia, 1906; Aclaraciones de algunas teorías de Aritmética, para facilitar el estudio de la que sirve de texto en los exámenes de ingreso en las Academias Militares, Toledo, Imprenta del Colegio de María Cristina, 1918; Teoría de logaritmos: Aclaraciones para facilitar el estudio de la que se exige en los exámenes de ingreso en las Academias Militares, Toledo, Imprenta del Colegio de María Cristina, 1918; El interior de la tierra; según resulta de las recientes investigaciones sismométricas, Madrid, Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico, 1919; Aclaraciones de trigonometría rectilínea, Toledo, 1919; Ejercicios de Trigonometría rectilínea, Toledo, 1920; Aclaraciones de Geometría elemental, Toledo, 1922; La Sismología. Sus métodos, el estado actual de sus problemas fundamentales, Madrid, 1923; La corteza terrestre, Madrid, Dirección General del Instituto Geográfico, 1923; Las observaciones gravimétricas, Madrid, Taller del Instituto Geográfico, 1923; Nuevas fórmulas para abreviar el cálculo de la profundidad aproximada del foco sísmico por el procedimiento S. Mohorovició y otros análogos [...], Madrid, Imprenta Clásica Española [1928]; Estudio sobre la propagación de las ondas sísmicas, Madrid, 1942.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal de Vicente Inglada Ors, legajo I-s/n.
F. Rodríguez de la Torre, Vida y obra de Vicente Inglada Ors (1879-1949), Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, 1982; G. Payo y R. Gómez-Menor, Historia del Observatorio Geofísico de Toledo, Toledo, Instituto Geográfico Nacional, 1998; A. González Bueno y A. Gomis Blanco, Los territorios olvidados. Naturalistas españoles en el África hispana (1860- 1936), Madrid, Ediciones Doce Calles, 2007.
José Luis Isabel Sánchez