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Fortún Ibáñez de Aguirre

Biografía

Ibáñez de Aguirre, Fortún. ?, s. m. s. xv – 3.II.1547. Caballero de la Orden de Santiago, consejero del Consejo de Inquisición.

Hijo del doctor Hernán López. Desde el año 1502, fecha de su nombramiento, ejerció como oidor de la Chancillería de Valladolid. Creció en la estima de la reina Isabel, que le nombró su testamentario. Accedió al Consejo Real en 1506, pero fue separado de este cargo, a la muerte de Felipe I, por la reina Juana de Castilla, aunque más tarde, 1507, volvió a reincorporarse a este organismo.

Fue designado para entrar a formar parte del Consejo de Inquisición y fue el primer miembro del Consejo Real que entró a formar parte de este Consejo. En junio de 1508 formó parte de la congregación celebrada en Córdoba para dirimir los conflictos surgidos como consecuencia de la actuación del inquisidor Lucero en dicha ciudad; Ibáñez de Aguirre, sin embargo, se había opuesto a la encarcelación de dicho inquisidor. Esta postura y su voto en la congregación suponían un respaldo a la actuación de Diego de Deza como inquisidor general, y respondía a la idea que el propio Rey tenía con respecto a la solución de los sucesos acontecidos en el Tribunal de Córdoba. Su postura ante este caso hizo que perdiese la confianza del cardenal Cisneros, quien le apartó del Consejo. Sólo las presiones ejercidas por Fernando el Católico hicieron que continuase en el cargo. Su nombramiento definitivo se produjo el 10 de febrero de 1509 y juró el cargo el día 14 siguiente. Cisneros no cejó en intentar privarle de su oficio en la Inquisición y el 24 de octubre de 1516 lo destituyó como consejero, aludiendo malversación de fondos, aunque quedó sin efecto por la protección que le dispensaba Chièvres. Tras la división de la Inquisición entre las Coronas de Castilla y Aragón, continuó sirviendo en ambos Consejos, circunstancia que motivó el malestar del resto de los consejeros inquisitoriales. Fallecido el rey Fernando el Católico, Adriano de Utrecht le otorgó un nuevo título de consejero de Inquisición (12 de febrero de 1517), esta vez solamente para el Consejo de Aragón.

Desde sus puestos en los Consejos obró siempre a favor del rey Carlos V; él mismo remitía memoriales sobre las personas idóneas para ocupar plazas vacantes. Su consolidación en la Corte favoreció su nombramiento para la escribanía de la provincia de Álava (1522) y el de su hijo, del mismo nombre, como paje en la casa castellana del Emperador (4 de julio de 1523). El 11 de marzo de 1530 fue elegido caballero de la Orden de Santiago. En 1535, consolidado ya como personaje en la Corte de Carlos V, fue nombrado, junto con el doctor Montoya, miembro de la Cámara Real.

Su testamento permite apreciar la relevante posición social y económica que había alcanzado desde sus puestos en la Corte. Su intervención en la vida cortesana y la resolución de los asuntos fueron crecientes desde su acceso a la cámara; su importancia en el despacho aumentó con el nombramiento para la presidencia interina del Consejo Real, asumida tras la exoneración de Tavera, el 11 de julio de 1539. Su muerte, acaecida tras una larga enfermedad el 3 de febrero de 1547, tuvo consecuencias administrativas y se materializó en la entrada de dos consejeros del Consejo Real en el Consejo de la Inquisición.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Códices, lib. 300B, págs. 456-459; Inquisición, lib. 316, fol. 35v.; lib. 317, fols. 301v. y 302r.; lib. 572, fols. 146rv., 221r., 227r., 233v., 235v.-r. y 240v.; lib. 1232, fol. 188v., leg. 5054, exp. 5, fols. 9v., 82r., 91v. y 92r.

M. Fernández de Navarrete et al., Colección de documentos inéditos para la Historia de España, vol. I, Madrid, Viuda de Calero, 1842-1883, pág. 124; M. A. Varona García, La chancillería de Valladolid en el reinado de los Reyes Católicos, Valladolid, Universidad, 1981, págs. 300-301; J. Meseguer Fernández, “Documentos históricos diversos. III. El cardenal Cisneros, inquisidor general, 1507-1517”, en Archivo Iberoamericano, 43 (1983), págs. 110-111; P. Gan Jiménez, Real Chancillería de Granada: (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 1988, pág. 235; J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Carlos V, vol. III, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 220-223.

 

Isabel Mendoza García y Teresa Sánchez Rivilla

Relación con otros personajes del DBE

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