Licenciado en Derecho, comenzó muy pronto su carrera política como secretario particular del ministro de Ultramar Tomás Rodríguez Rubí, en el último gabinete de Isabel II, cargo que ostentó también con el ministro Abelardo López de Ayala durante el reinado de Amadeo de Saboya. Durante la Restauración fue miembro del Partido Liberal Conservador bajo la doctrina de Cánovas, tras cuya muerte se integró en la facción silvelista. Diputado cunero desde 1877, lo fue primero por Puerto Rico, para ser más adelante elegido en la mayoría de las ocasiones por Játiva, salvo en 1884 que lo fue por Gandía. En 1891 fue nombrado vicepresidente del Congreso de los Diputados, cargo que volvió a ocupar en 1899 y 1903.

Su obra como historiador se centró sobre todo en la figura de Carlos V y en los aspectos económicos del imperio español. El interés por este tema ya le había llevado a traducir, en 1899, la obra del hispanista alemán Konrad Häebler Prosperidad y decadencia económica de España durante el siglo xvi (1899). De hecho, es considerado, junto a Cristóbal Espejo de Hinojosa, uno de los pocos académicos de este período que continuó el camino abierto por Manuel Colmeiro en el cultivo de la historia económica, como se puede apreciar en buena parte de los artículos y folletos que publicó, como, por ejemplo, Los caudales de Indias en la primera mitad del siglo xvi (1904) o Las rentas del Imperio en Castilla (1907). La que se conoce como su obra más significativa, Estudios históricos, 1515-1555 (1908), que fue reeditada en una versión ampliada de tres volúmenes en 1918 y 1919, fue fruto de la reunión de éstos y otros de sus trabajos dedicados al período carolingio y su economía. [...]