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Ramón María Rafael Baltasar Álvarez-Valdés Castañón

Biografía

Álvarez-Valdés Castañón, Ramón María Rafael Baltasar. Pola de Siero (Asturias), 30. IV.1866 – Madrid, 23.VIII.1936. Ministro y diputado.

De familia modesta, estudió Leyes en Oviedo, en cuya universidad fue condiscípulo de Melquíades Álvarez, al que luego le unió una gran amistad y con quien compartió ideología política. Se licenció en Derecho Civil y Canónico por la universidad ovetense con nota de sobresaliente y se doctoró en Madrid, por la Universidad Central. Los primeros años de su vida postacadémica destacan por una intensa preparación, lo que le llevó a ser el número uno en casi todas las pruebas en las que participó, habiendo conseguido los puestos por unanimidad de los diferentes tribunales. Su abreviada hoja de servicios da cuenta de su fulgurante trayectoria: Ingresó por oposición en la carrera judicial con el número uno de la escala del Cuerpo de Aspirantes a la Judicatura (1890). Entre septiembre de 1890 y abril de 1891, trabajó en la Secretaría de Gobierno de la Audiencia de Oviedo y fue juez de primera instancia desde el 27 de junio de 1891 al 27 de julio de 1892; fue propuesto por unanimidad en el primer lugar de la terna para la Secretaría de Gobierno de la Audiencia de Burgos (1892). Por oposición, obtuvo el primer lugar en la terna formada para la Sala de Gobierno de la Audiencia de Sevilla para ocupar una secretaría de Sala (1898). También fue propuesto por la Sala del Tribunal Supremo, por unanimidad, para el cargo de vicesecretario de Gobierno del citado Tribunal Supremo (1898) y, análogamente, se hizo con la Secretaría de Sala de la Audiencia de Madrid (1899).

Afiliado al Partido Reformista que lideraba Melquíades Álvarez, trabajó cerca de él y se ocupó en los órganos de propaganda y dirección. El estrecho contacto entre el maestro y su discípulo aún se hizo más evidente tras la llegada de Melquíades Álvarez a Madrid.

Alternó su carrera judicial con una aptitud especial para los negocios que le llevaron al consejo de administración del Banco Hispano Americano del que fue, poco después, secretario general, y al Consejo Superior Bancario.

En 1914 obtuvo su primera acta de diputado por Oviedo, en las elecciones celebradas el 8 de marzo de aquel año. Renovó su escaño en las legislaturas siguientes hasta la dictadura de Primo de Rivera (1923). No obtuvo escaño en las constituyentes de 1931, a las que su partido, ya denominado Liberal Demócrata, acudió solo sin formar parte de la conjunción republicano-socialista, como en los comicios anteriores a la dictadura de Primo de Rivera, pero Álvarez Valdés regresó a las Cortes en las ordinarias de 1933, cuyos comicios se celebraron el 19 de noviembre, registrándose el gran triunfo electoral de los partidos de derechas. Se abrió entonces un nuevo período político, conocido como “el bienio derechista” (1934-1936), en el que Alejandro Lerroux, al frente del Partido Radical, se erigió en el hombre fuerte ayudado por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) de Gil Robles. La presencia de los radicales, incluso con evidentes contradicciones entre algunos de sus miembros, y la voluntad de girar hacia la derecha los objetivos de aquel mandato, hizo fácil el entendimiento con Gil Robles, y Lerroux formó Gobierno —llegó a formar hasta seis gabinetes a lo largo de este breve período— reservando para Álvarez-Valdés, representante de su partido Liberal Demócrata en el Gobierno, la cartera de Justicia. Para ocupar este cargo a Álvarez-Valdés le sobraban méritos y conocimientos, pero su nombramiento significó la decidida voluntad derechista del nuevo Ministerio.

En este cargo se mantuvo hasta el 3 de marzo de 1934, y renovó desde esa fecha hasta su dimisión definitiva el 17 de abril de 1934.

Durante su etapa al frente del Ministerio de Justicia, Álvarez Valdés llevó a las Cortes seis proyectos de ley, entre los que destacan el de haberes pasivos del clero, de jueces y fiscales municipales, de colonias penitenciarias, de delitos cometidos con explosivos y el que fue más polémico y causa de su dimisión, el proyecto de Ley de Amnistía. Al presentar el proyecto en las Cortes, los socialistas Jiménez de Asúa y Prieto Tuero intervinieron en contra de las pretensiones del Gobierno de sacar adelante una ley que perdonaba, según el proyecto redactado y defendido por Álvarez-Valdés, a los implicados en el intento revolucionario del 10 de agosto de 1932, es decir, al general Sanjurjo y a sus cómplices, mientras excluía a los revolucionarios de los sucesos del 8 de diciembre de 1933. Se da por hecho que la dimisión del entonces ministro de Justicia obedeció al desafortunado juego dialéctico mantenido en la sesión del Congreso de los Diputados del día 12 de abril, donde Álvarez-Valdés llegó a condenar los actos de violencia, incluyendo el ocurrido el 12 de octubre de 1930, protagonizado por los capitanes Galán y García Hernández en Jaca, acto considerado como el pistoletazo de inicio de la Segunda República española. Pero el decreto de amnistía escondía, además, otro asunto que, sin embargo, no ha suscitado la atención de cuantos se han ocupado de este tema: el perdón para los delitos de evasión de capitales, que, según las palabras del socialista Prieto Pazos en aquellos debates, salpicaba al ministro al afectar a un compañero de éste en el Consejo de Administración del Banco Hispano Americano.

Detenido en agosto de 1936 e ingresado en la cárcel Modelo, Álvarez-Valdés fue fusilado junto a otros destacados líderes políticos de la República, en los vergonzosos sucesos ocurridos en aquel lugar, el día 23 de aquel mes y año.

 

Obras de ~: En pro de la Judicatura, discurso pronunciado en el Congreso de los Diputados en 1916, Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, 1917.

 

Bibl.: Diario de Sesiones de Las Cortes, legislaturas 1907-1923 y 1935-1936; M. Sánchez de los Santos y S. de la Redondela, Las Cortes españolas, las de 1914, Madrid, Tipografía A. Marzo, 1914; M. Sánchez de los Santos, Las Cortes Españolas, las de 1914, Tipografía Antonio Marzo, Madrid, 1915; N. Martín Mateos, Biografías Asturianas. Primera serie, Madrid, 1917, Imprenta de Patria y Letras; C. Suárez, Escritores y artistas asturianos, Madrid 1936-1959; M. A. González Muñiz, Los Asturianos y la Política, Salinas Asturias, Ayalga, 1976; A. L. Oliveros, Asturias en el resurgimiento español, Gijón, Silverio Cañada, 1989; T. Luca de Tena, Papeles para la pequeña y la gran historia. Memorias de mi padre y mías, Barcelona, Planeta, 1991; A. L. Oliveros, Un tribuno español. Melquiades Álvarez, Gijón, Gran Enciclopedia Asturiana, 1999.

 

Honorio Feito Rodríguez

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