Díez-Picazo Ponce de León, Luis. Burgos, 1.IX.1931 – Madrid, 31.X.2015. Jurista.
Licenciado en Derecho en la Universidad de Madrid (1953), obtuvo el Premio Extraordinario de la licenciatura y el Premio de la Fundación Montalbán, otorgado al mejor expediente académico. Se doctoró en Derecho en la misma universidad (1956) con una tesis doctoral sobre El arbitrio de un tercero en los negocios jurídicos, con la que obtuvo el Premio Extraordinario del Doctorado y el Premio de la Fundación Condesa de Maudes. Entre los años 1950 y 1954 cursó estudios de Sociología y Administración Pública en el Instituto de Estudios Políticos, como becario por oposición. Desde 1950, y sin interrupción, asistió al seminario de Derecho Civil, dirigido por el profesor Federico de Castro, en el Instituto Nacional de Estudios Jurídicos, seminario que él mismo dirigió en la Real Academia de Jurisprudencia; asimismo, desde esa fecha, participó en las tareas de redacción del Anuario de Derecho Civil, revista dirigida en aquel momento por Federico de Castro y hoy por el propio Luis Díez-Picazo (junto con Juan Vallet y Manuel Peña). Durante su período de formación disfrutó de diversas ayudas para ampliar estudios en Alemania e Italia.
En su trayectoria profesional ocupó un lugar prioritario la actividad universitaria. Fue profesor ayudante de Derecho Civil en la Universidad de Madrid (1953-1963), en la Cátedra del profesor Federico de Castro, e impartió docencia de esta disciplina en otros centros como la Academia San Raimundo de Peñafort (1961-1962) y el Instituto Católico de Dirección de Empresas (ICADE). Más tarde, siendo ya catedrático de Derecho Civil, fue profesor de la Escuela Diplomática (1969-1971).
Tras brillante oposición, fue nombrado catedrático de universidad de la asignatura Derecho Civil (1963).
Desempeñó este cargo en las universidades de Santiago de Compostela (1963-1964), Valencia (1964-1972) y Autónoma de Madrid (1972-1980 y 1989-2001); en esta última, tras su jubilación, fue nombrado catedrático emérito (2001). Su enseñanza universitaria, innovadora desde sus comienzos en métodos y materiales, ha dejado un recuerdo imborrable en muchos de los que la recibieron. Y, más allá de la enseñanza directa en las aulas, ha influido, a través de sus escritos, en múltiples generaciones de juristas. Extremadamente cuidadoso en la selección de sus colaboradores, formó una reconocida escuela científica, continuadora de la de su maestro, Federico de Castro.
Su obra científica, además de extensa, es importante por su calidad e influencia. Combinaba la profundidad de los planteamientos con la claridad y elegancia expositiva que siempre le acompañaban tanto en la pluma como en la palabra. Pese a la ruptura que marcó, siempre está presente el respeto a las ideas de los demás: Díez-Picazo, en sus escritos, no trataba de discutir, sino de convencer. Con toda justicia se reconoce que su obra ha renovado y modernizado la ciencia del Derecho Civil español, a partir del último tercio del siglo XX, contribuyendo a ensanchar las zonas de certidumbre de nuestro Ordenamiento.
Entre sus publicaciones jurídicas merecen destacarse algunas, por su particular significado. En primer lugar, los Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial, que es su obra más amplia. Su nombre, Fundamentos, expresa exactamente el reto de indagación y sistematización ante el que se sitúa al escribir esta obra. Es algo más que un tratado de Derecho Civil Patrimonial, no dejando de serlo. Cuando en 1970 apareció el primer volumen, dedicado a las relaciones obligatorias, produjo un gran impacto. Y no fue menor el que tuvo la aparición del segundo volumen, en 1972, dedicado a las relaciones reales. La obra ha sido objeto de sucesivas ediciones, siempre innovadoras. Merece también citarse en esta breve reseña, el Sistema de Derecho Civil, escrito en colaboración con Antonio Gullón Ballesteros, por la influencia que ha tenido en la formación de muchas generaciones de juristas; asimismo, los Estudios sobre la jurisprudencia civil, por su método de aproximación casuística y problemática a los grandes problemas del derecho a través de las más importantes decisiones del Tribunal Supremo.
No pueden faltar en esta corta referencia La doctrina de los propios actos (1963), que es, además de una investigación profunda y esclarecedora, un modelo de metodología jurídica, y La doctrina del enriquecimiento injustificado. Del constante empeño de Luis Díez-Picazo por contribuir a la renovación del derecho español dan muestra dos obras: Los principios del Derecho Europeo de Contratos, obra publicada en 2002 en colaboración con Encarnación Roca Trias y Antonio Manuel Morales Moreno, y La compraventa internacional de mercaderías, comentario de la Convención de Viena del que es editor y autor de algún capítulo. En sus escritos encontramos también otros no jurídicos como, Madrid en 1854, en colaboración con Antonio Pau y publicado en 2008.
La labor profesional de Luis Díez-Picazo no se agota en la actividad universitaria o científica. Desde su juventud vivió la realidad del Derecho, en un ejercicio constante —y bien medido: no absorbente— de la abogacía. Esta experiencia de la realidad del Derecho fue un componente esencial en todas sus enseñanzas y escritos científicos. Fue abogado de los ilustres colegios de Madrid, Barcelona y Burgos; árbitro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional de París. Fue abogado jefe del Servicio contencioso del Banco Bilbao (1957-1962), y jefe del Servicio de Recursos del Ministerio de Información y Turismo (1962 y 1963).
Luis Díez-Picazo ejerció, también, la labor judicial en diversos niveles: desde un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, hasta el Tribunal Constitucional. Tras ganar, por oposición, la plaza de juez de Primera Instancia e Instrucción, desempeñó el correspondiente Juzgado de San Martín de Valdeiglesias (1956-1957). Y en 1980 fue nombrado por el Senado, magistrado del Tribunal Constitucional, cargo que desempeñó ininterrumpidamente hasta 1989. Numerosas sentencias fundamentales, dictadas en aquella etapa de comienzo de la andadura del Tribunal Constitucional, llevan su nombre como ponente.
Luis Díez-Picazo, asimismo, fue promotor activo de la mejora de la legislación y especialmente del Código Civil. Tomó parte de modo muy activo en importantes reformas de éste; la más reciente, la Propuesta de Modernización del Derecho de Obligaciones y Contratos. Esta actividad la desarrolló, principalmente, desde la Comisión General de Codificación (Ministerio de Justicia), de la que fue vocal permanente desde 1972 hasta 1978 y, en la actualidad, es presidente de la Sección Primera de Derecho Civil (desde 1978). Fue, además, vocal de la Comisión Interministerial que preparó el anteproyecto de la Ley de Costas (1962-1973) y de la Comisión de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores (1967-1968) —y en este concepto asistió a las reuniones de UNIDROIT en Roma en los mencionados años—, así como vocal de la Junta Electoral Central (de 1977 a 1979).
Fue académico de la Academia Valenciana de Jurisprudencia (1968). En 1983 fue elegido académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (Medalla número 9), tomando posesión con un discurso leído el 14 de diciembre de 1987, que lleva por título La doctrina del enriquecimiento injustificado, y cuya contestación correspondió al Excmo. Sr. D. Manuel de la Cámara Álvarez. Fue secretario general de dicha Corporación (1991-1995) y contador de la Mesa Directiva del Instituto de España (1995-1999). En 1996 fue elegido miembro de la Academia Europea. Fue académico de número de la Academia de Derecho de Perú y académico correspondiente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (República Argentina).
Fue doctor honoris causa por diversas universidades: la Universidad Carlos III (Madrid), la Universidad de Valencia, la Universidad de Málaga, la Universidad de Valparaíso (Chile) y la Universidad de Buenos Aires.
Fue también profesor honorario de varias universidades peruanas: la de Lima, la Nacional Mayor de San Marcos de Lima, la de Arequipa y la de San Agustín de Arequipa.
Se le concedió, por Real Decreto 1593/2000, con fecha 8 de septiembre, la Orden del Mérito Constitucional, y con fecha 17 de junio de 2008, el Premio Gumersindo de Azcárate de los Registradores de la Comunidad de Madrid. También fue miembro del Colegio libre de eméritos desde 2001.
Obras de ~: El arbitrio de un tercero en los negocios jurídicos, Barcelona, Bosch, 1957; La doctrina de los propios actos. Un estudio crítico sobre la jurisprudencia del Tribunal Supremo, Barcelona, Bosch, 1963; “El concepto de causa en el negocio jurídico” en Anuario de Derecho Civil (ADC), t. XVI (1963), págs. 3-32; “El contenido de la relación obligatoria”, en ADC, t. XVII (1964), págs. 349-366; La prescripción en el Código Civil, Barcelona, Bosch, 1964; Estudios sobre la jurisprudencia civil, Madrid, Tecnos, 1967-1968; Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. I, Introducción, Teoría del contrato y Las relaciones obligatorias, Madrid, Tecnos, 1970 (6.ª ed., Madrid, Thomson-Civitas, 2007); II. Las relaciones obligatorias, Madrid, Civitas, 1993 (6.ª ed., Madrid, Thomson-Civitas, 2008); III. Las relaciones jurídico-reales. El registro de la propiedad. La posesión, Madrid, Tecnos, 1972 (5.ª ed., Madrid, Thomson- Civitas, 2008) y IV. Las particulares relaciones obligatorias, Madrid, Thomson-Civitas, 2010; con A. Gullón Ballesteros, Sistema de Derecho Civil, Madrid, Tecnos, 1975; “Autonomía privada y derechos reales”, en Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, n.º 513 (1976), págs. 273-306; La representación en el Derecho Privado, Madrid, Civitas, 1979; “Los principios generales del Derecho en el pensamiento de Federico de Castro” en ADC, t. XXXVI (1983), págs. 1263-1268; “La doctrina de las fuentes del Derecho”, en ADC, t. XXXVII (1984), págs. 933- 952; La doctrina del enriquecimiento injustificado. Discurso leído el día 14 de diciembre de 1987, en el acto de su recepción como Académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Madrid, Civitas, 1987; Derecho de daños, Madrid, Civitas, 1998; con E. Roca i Trias y A. Manuel Morales Moreno, Los principios del Derecho europeo de contratos, Madrid, Civitas, 2002; Memoria de Pleitos, Madrid, Thomson- Civitas, 2005; con A. Pau Pedrón, Madrid en 1854, Madrid, Trotta, 2008.
Bibl.: M. de la Cámara Álvarez: “Contestación”, en L. Díez-Picazo y Ponce de Léon, La doctrina del enriquecimiento injustificado […], op. cit.; Consejo de redacción de la Revista Jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid “Perfil”, en Revista Jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid, n.º 6 (2002), pág. 11; A. Cabanillas Sánchez, J. Caffarena Laporta, J. M.ª Miquel González, V. L. Montés Penadés, A. M. Morales Moreno y F. Pantaleón Prieto, “Presentación”, F. de P. Blasco Gascó, “El Derecho civil en la Universidad de Valencia: del maestro Miranda al maestro Díez-Picazo”, J. M.ª Castán Vázquez, “El Profesor Díez-Picazo, Académico de la Real de Jurisprudencia y Legislación” y F. Corral Dueñas, “El Profesor Díez Picazo en la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario”, en Estudios Jurídicos en Homenaje al Profesor Luis Díez-Picazo, t. I, Madrid, Civitas, 2003, págs. 39-42, 73-74, 85-102 y 103-117 respect.; A. Cañizares Laso, Laudatio del doctorando Honoris Causa a D. Luis Díez-Picazo que pronuncia la doctora D.ª Ana Cañizares Laso en apoyo de la petición de concesión del supremo grado de la Universidad de Málaga, 2005.
Antonio Manuel Morales Moreno