Gómez de Salazar y Lucio de Villegas, Francisco. Arija (Burgos), 4.X.1827 – Santuario de Montesclaros (Cantabria), 13.III.1906. Obispo, teólogo y catedrático.
Hijo de Maríaa Lucio-Villegas y de Clemente Gómez de Salazar, y hermano menor de Manuel, que fuera arzobispo de Burgos, sus primeros años transcurrieron de modo semejante a los de éste pero, si cabe, con una mayor inclinación aún a los estudios, vocación que haría de él, al correr de los días, una de las figuras intelectualmente más valiosas del episcopado decimonónico, así como de la institución universitaria. Su juventud estuvo consagrada a la búsqueda del saber, tanto en materias religiosas como laicas. Una vez cursada la Filosofía Elemental en el instituto y en el seminario de Burgos, se trasladó a la Universidad pinciana para seguir la carrera de Teología, para marchar luego a la Central, en la que acabaría dicha enseñanza al tiempo que se matriculaba en la Facultad de Derecho. Bachiller en Artes, licenciado en Teología y doctor en Sagrados Cánones. Tarancón y Morón, obispo de Córdoba, le nombró en 1853 catedrático de Griego y Hebreo para designarlo poco después, en el mismo seminario diocesano, de Teología Dogmática. Ordenado sacerdote en 1854, se encargaría como cura ecónomo de las importantes parroquias de la Magdalena y El Sagrario.
En 1857 obtendría mediante la correspondiente oposición la cátedra de Teología de la Universidad de Madrid, desempeñándola hasta su supresión un decenio después. Con la restauración canovista sería nombrado catedrático de Instituciones de Derecho Canónico en la Facultad de Derecho de la Universidad Central. La intensa e importante labor académica y publicística que llevara a cabo avaló su ingreso como miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, así como los numerosos premios y distinciones que recibiera. Aureolado de tal prestigio sería presentado en junio de 1886 para regir la sede leonesa. La entrega y escrupulosidad presidieron su tarea pastoral y de gobierno. En el plano organizativo, la celebración de un concilio diocesano y la redacción de unas nuevas constituciones sinodales fueron sus notas más relevantes; al paso que, en el educativo, la reedificación del seminario diocesano significó quizá su rasgo más saliente, como en el pastoral lo fuese el gran y variado número de escritos redactados para orientación del clero y formación de los fieles. Aquejado de dolencia, los últimos años de su pontificado estuvieron envueltos en la parálisis y desconcierto hasta que la presión e insistencia de sus colaboradores más íntimos lograron que firmara su renuncia el 10 de octubre de 1904 a la silla legionense.
Obras de ~: con V. la Fuente, Tratado teórico-práctico de procedimientos eclesiásticos, Madrid, Eusebio Aguado, 1868; La salvación del pecador, Madrid, 1869; Manual eclesiástico, Madrid, 1871; La Biblia y la Iglesia Católica Romana, Madrid, 1873; con V. la Fuente, Lecciones de Disciplina eclesiástica, Madrid, Imprenta de Alejandro Gómez Fuentenebro, 1874; Tratado de las censuras eclesiásticas, Madrid, 1875; Instituciones de Derecho Canónico, Madrid, Imprenta de Alejandro Gómez Fuentenebro, 1877.
Bibl.: J. D. Posadilla, Episcopologio legionense, vol. II, León, Imprenta de Maximino A. Miñón, 1899, págs. 262-268; J. M. Cuenca Toribio, Sociología del episcopado español e hispanoamericano (1789-1985), Madrid, Ediciones Pegaso, 1986; Estudios sobre el catolicismo español, vol. III, Córdoba, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 2002.
José Manuel Cuenca Toribio
