Ayuda

Manuela Sáenz Aizpuru

Imagen
Biografía

Sáenz y Aizpuru, Manuela. La Libertadora del Libertador. Quito (Ecuador), 27.XII.1795 – Paita (Perú), 23.XI.1856. Heroína de la independencia del Ecuador, compañera del libertador Bolívar.

Hija de Simón Sáenz, funcionario de la Real Audiencia de Quito, cuya mujer e hijos vivían en Popayán (Colombia), y de la dama quiteña Joaquina Aispuro y Sierra. Muy niña aún, murió su madre. Fue educada en colegios de monjas. Cuando era adolescente vivió en la hacienda de su madre. Joven hermosa e inteligente fue lectora de los clásicos griegos y autores franceses, aprendió francés y más tarde inglés.

En la tranquila y libre vida de campo se convirtió en una excelente amazona. A pesar de la posición de su padre, no le pasó desapercibida cierta segregación de parte de la nobleza española. Pero su rechazo al régimen autoritario colonial se agudizó a raíz del “Grito de la Independencia”, del 10 de agosto de 1809, a consecuencia de lo cual, los cabecillas fueron encarcelados y ejecutados, al igual que más de cuatrocientos patriotas, entre los cuales estuvieron parientes y amigos de Manuela.

Su padre, en el afán de asegurar el futuro de Manuela, concertó por su cuenta su matrimonio con un comerciante inglés, residente en Lima, Jaime Thorne a quien además le entregó 8000 pesos como dote. Por obediencia filial, aceptó la decisión del padre, cuando ella había abrazado ya la causa de la libertad. El matrimonio se efectuó en Lima en 1817. Allí, en contactos con patriotas y gracias a su medio hermano José M. Sáenz, que llegó en el batallón realista Numancia, logró que su hermano con todo el batallón se pasara a las filas rebeldes.

Cuando el general San Martín, después de liberar Argentina y Chile, llegó a Lima, condecoró a Manuela por su labor destacada en la lucha por la independencia.

Guayaquil, puerto principal de la Real Audiencia, proclamó su libertad el 9 de octubre de 1821. Manuela, quien regresó desde Lima a colaborar con los patriotas, avanzó a Quito, donde se dio la batalla que liberó al Ecuador (24 de mayo de 1822).

Bolívar, después de liberar a Venezuela y Colombia, llegó, triunfante, a Quito en junio de 1822. Manuela fue encargada de colocarle la corona de laureles. A la noche, en el baile, Bolívar y Manuela se enamoraron apasionadamente, hasta la muerte. Manuela, se convirtió en la compañera de luchas, consejera política y amante.

Después sobrevinieron los años trágicos. Se avivó la lucha tenaz del general Santander, contra Bolívar. Manuela salvó a Bolívar de dos atentados y vino la llamada “noche septembrina” en la que Manuela con inteligencia y valor enfrentó a los militares que llegaron a asesinar a Bolívar. Al siguiente día Bolívar la proclamó “La Libertadora del Libertador”. Bolívar renunció a la presidencia de Colombia y decidió abandonar el país.

Enfermo avanzó hasta San Pedro de Alejandrina, cerca del puerto de Cartagena, donde murió. A Manuela se le impidió acompañarle.

Después de la muerte de Bolívar y ante el temor del gobierno de que Manuela encabezase la oposición, fue expulsada de Colombia. Más tarde, ya en tierra ecuatoriana, también fue expulsada de Ecuador por iguales temores del gobierno. Cuando le preguntaron sobre su futuro, dijo: “En vida adoré a Bolívar, ahora le venero”.

Terminó sus largos y dolorosos días en Paita, pequeña población de Perú, en donde murió víctima de la epidemia de difteria. Un tanto tardíamente Ecuador ha rendido homenaje a la heroína. Pablo Neruda le dedicó un bello poema titulado “La insepulta de Paita”.

 

Bibl.: A. Rumazo, Manuela Saenz, La Libertadora del Libertador, Guayaquil, Publicaciones Ariel, 1944; E. Viteri, Manuela Libertad, Quito, Publicaciones del Consejo Provincial, 1983; J. Villalba, Manuela Saenz, epistolario, Quito, Publicaciones del Banco Central, 1986; A. Cacua, Manuelita Saenz, Mujer de América, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2002; P. Naranjo, “Manuelita: belleza, inteligencia y valentía”, en Rev. América, vol. 120 (2002).

 

Plutarco Naranjo