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Juan Bautista Pastene

Biografía

Pastene, Juan Bautista de. Génova (Italia), 1507 – Santiago (Chile), c. 1580. Primer general de la Mar del Sur, armador, conquistador, vecino feudatario, alcalde y regidor de Santiago de Chile.

Descendiente de una antigua familia genovesa, hijo de Tomás de Pastene y Esmeralda Solimana. Pasó a las Indias por 1525, en su propio barco, según el cronista Antonio de Herrera (Década VII, l. 1.º, cap. 5.°).

Gracias a sus conocimientos navales y destacados servicios llegó a recibir el título de piloto mayor de la Mar del Sur que le confirió la Real Audiencia de Panamá.

Acompañó a Pizarro en la conquista del Perú; se hallaba en Lima en 1536 y salió contra los indios sublevados resultando gravemente herido. Recuperado, volvió a sus actividades navales dedicándose a recorrer las costas del Perú y Tierra Firme. No participó en las contiendas entre Pizarro y Almagro. Fue codueño del navío La Concepción. Se puso a las órdenes del gobernador Cristóbal Vaca de Castro en contra de los almagristas. Éste dispuso que pronto fuera a descubrir el litoral americano hasta el estrecho de Magallanes, pues se sospechaba que Francisco I de Francia, en su guerra contra el Emperador, planeaba una expedición al estratégico paso austral para amagar las fundaciones españolas. Más o menos coincidiendo con esto, llegó al Perú Alonso de Monroy, enviado por el conquistador de Chile Pedro de Valdivia en pos de socorros. Consecuente con ambos aspectos, Vaca de Castro impulsó el viaje de Pastene, confiriéndole en 1543 el título de primer general de la Mar del Sur, con potestad incluso para ejercer justicia sobre maestres y tripulantes de otras naves. Como las arcas reales estaban vacías, Pastene compró con su pecunia la nao San Pedro, en la que embarcó un cargamento de mercadería perteneciente a Calderón de la Barca, criado del gobernador, y de tal modo arribó a Valparaíso a principios de julio del citado año 1543. Este socorro permitió pacificar la zona central de Chile, cimentar la recién fundada ciudad de La Serena y explorar las regiones australes. Añádase a lo anterior la amistad y aprecio que le tenía Pedro de Valdivia, el cual le nombró su capitán y teniente general en la Mar, el 8 de agosto de 1544. Le entregó por jurisdicción de su cargo desde el valle de Copiapó hasta el estrecho de Magallanes que “es la costa destas provincias de la Nueva Extremadura”. El título otorgaba al marino amplísimas atribuciones, pues quedaban subordinados a él cuantos navegasen aguas chilenas, mantendría la paz o la guerra en el mar, visitaría y guardaría las costas, ejercería justicia con fallos inapelables, podría nombrar y remover capitanes y oficiales, delegar facultades, cobrar salario y tomar cuantas resoluciones conviniesen a la navegación. Sobre la marcha, Valdivia organizó una expedición exploratoria hacia el sur. Pastene zarpó de Valparaíso el día 4 de septiembre de 1544 con treinta soldados a bordo del San Pedro, sin contar los que iban en el Santiago, que no alcanzó más al sur de la desembocadura de río Maule. Pastene tomó posesión a los 41°¼ y bautizó San Pedro al puerto de arribada desde el que dio la vuelta. Avistajes, ceremoniales tomas de posesión, contactos con los aborígenes y exploraciones se sucedieron rumbo al Norte, estando en el puerto de origen veintiséis días después de su partida. De tal modo concluyó la primera expedición naval organizada para y desde la gobernación de Chile. Es cierto que estuvo muy distante de llegar al estrecho de Magallanes, su máximo objetivo, pero había reconocido casi matemáticamente hasta el límite austral de la concesión de Valdivia.

Con 60.000 castellanos o poco más que el gobernador había reunido en la extracción minera, decidió despachar a Los Reyes, para obtener recursos, a los capitanes Alonso de Monroy por la ruta terrestre y a Juan Bautista de Pastene por la marítima. Éste zarpó desde Valparaíso el 4 de septiembre de 1545. Debido a la traición de cierto Antonio de Ulloa, Pastene se vio impedido de cumplir su cometido; esquivando peligros e intrigas, pudo retornar a Chile veinticuatro meses después sin socorros, pero con importantes noticias para Valdivia. Pronto regreso al Perú conduciendo al gobernador. Llegaron en las vísperas para defender los derechos del Monarca en contra del rebelde Gonzalo Pizarro. Después de ganada la batalla de Jaquijahuana el 9 de abril de 1548, en la que a Valdivia le cupo principalísima actuación militar, el presidente La Gasca, deseoso de retribuir sus importantes servicios, le auxilió para afianzar su conquista y lo confirmó como gobernador por Su Majestad el 1 de agosto de 1549.

En el entretanto, Pastene había regresado a Chile.

Durante la ausencia del gobernador se preocupó del bienestar de su casa, recientemente formada con Ginebra de Seijas, quien le dio cuatro hijos y una hija.

Fue uno de los más respetables hogares de la capital, vinculándose desde un principio con las familias principales del Reino.

Al regreso de Valdivia renovó su actividad marítima y participó en la expedición fundadora de Concepción en 1550. Al año siguiente fue regidor de Santiago, y como tal aparece en 1553 y 1554. Ese año, debido al asesinato de Pedro de Valdivia en Tucapel, cesó en sus funciones de capitán y teniente general.

Como capitular le correspondió importante participación en la sucesión de la gobernación del país. Cuando el nuevo gobernador, García de Mendoza, le llamó de nuevo a campaña volvió a servir; se reunió con él en la isla Quiriquina transportando municiones en julio de 1557; construyó una barca para pasar el Biobío, recorrió la costa de Arauco, participó en las batallas de Biobío y Millarapue y fue con el gobernador a la expedición de los Coronados y Ancud, hallándose, finalmente, en la fundación de las ciudades de Cañete y Osorno y el repueble de la de Concepción.

En septiembre de 1558 estaba de regreso en Santiago y desde entonces no reaparece su nombre entre los guerreros de Arauco. Fue alcalde ordinario de Santiago en 1564, suplente en 1568 y regidor en numerosas ocasiones. Rindió una probanza de méritos y servicios en 1575.

En premio de sus méritos recibió desde 1544 mercedes de tierras y encomiendas de indios y adquirió solares en el centro de Santiago. Sin embargo, no sólo murió pobre sino agobiado de deudas contraídas para sufragar gastos de la guerra, a la que aportó 40.000 ducados, pues sirvió a su costa con criados, esclavos, indios, caballos y armas, gastando lo que correspondía para mantener el lustre de hidalgo notorio y debido a la importancia de los cargos y misiones que le tocó desempeñar.

 

Bibl.: A. Ortiz de Ovalle, Árboles de las Descendencias de las Muy Nobles Casas, y apellidos de los Rodríguez del Manzano Pastenes, y Ovalles, Roma, Francisco Cavallo, 1646 (reed. de J. L. Espejo, Biblioteca Chilena de Historia, Genealogía y Heráldica, Editorial Zamorano y Caperán, Santiago, 1922); J. T. Medina, Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile desde el viaje de Magallanes hasta la batalla de Maipo, 1518-1818, ts. VIII-XI, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1898- 1899; Diccionario Biográfico Colonial de Chile, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1906, págs. 21-59; T. Thayer Ojeda, “El Capitán Juan Bautista Pastene”, en Revista Chilena de Historia y Geografía, n.º 15 (1915), págs. 372-419; Formación de la Sociedad Chilena y Censo de la Población de Chile en los años de 1540 a 1565, t. III, Santiago, Prensas de la Universidad de Chile, 1941, págs. 21-59; J. L. Espejo, Nobiliario de la Capitanía General de Chile, Santiago, Editorial Andrés Bello, 1967 (2.ª ed.), págs. 636-642; I. Vázquez de Acuña, Historia Naval del Reino de Chile, 1520-1826, Santiago, Compañía Sudamericana de Vapores, 2004, cap. VI.

 

Isidoro Vázquez de Acuña y García del Postigo

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