Santiago Concha y Méndez Salvatierra, José de. Marqués de Casa Concha (I). Lima (Perú), 30.X.1667 – 11.III.1741. Letrado y oidor en Indias, caballero de la Orden de Calatrava.
Hijo legítimo del capitán Pedro de Santiago Concha y Santiago Colmenares, natural de Heras (Cantabria), proveedor general de la Armada del Mar del Sur y presidio del Callao por juro de heredad, y de Mayor Méndez de Salvatierra y Cabello, nacida en Lima.
Ingresó al Real Colegio de San Martín de Lima, y se graduó de bachiller en Leyes por la Universidad de San Marcos (1684) y de licenciado en la misma Facultad (1686), leyó como sustituto diversas cátedras y se opuso a varias de ellas, dedicándose igualmente al ejercicio de la abogacía desde que fue recibido por la Real Audiencia virreinal (1686). A partir del año de 1690 sirvió como asesor legal del gremio del comercio de la ciudad de Lima. Hacia 1691 pasó a los Reinos de España y allí asistió a la Universidad de Salamanca, por la que obtuvo el grado de bachiller en Cánones (1692).
Como muchos naturales del Nuevo Mundo aprovechó las necesidades económicas de la Corona y, previo servicio pecuniario de cerca de 20.000 pesos, obtuvo una plaza futuraria de alcalde del Crimen de Lima, de la que se le despachó título el 22 de marzo de 1693, pero ya en el año siguiente se le concedió plaza de número por Real Provisión fechada el 31 de diciembre, y en 1695 vistió el hábito de la Orden de Calatrava.
En 1705 contrajo primer matrimonio con Ángela María Roldán Dávila, natural de Lima, que le aportó una dote de 18.690 pesos y otros 64.373 en bienes raíces. De esta unión nacieron tres hijos: Pedro José Rafael de Concha y Roldán Dávila (1706-1735), II marqués de Casa Concha, protector fiscal de naturales del distrito de la Real Audiencia de Lima (28 de abril de 1730), gobernador de Huancavelica, casado con María Teresa de Traslaviña y Oyagüe, natural de Lima, hermana del oidor José Clemente de Traslaviña y Oyagüe; Francisco de Santiago Concha Roldán Dávila, vicario general del obispado de Lima (1763-1804); y Gregorio de Santiago Concha Roldán Dávila, canónigo de la Catedral de La Paz.
Una vez viudo, tomó nuevamente estado en 1713 con Inés de Errazquín Ilzarbe y Torres, natural de Tarija en Charcas, hija de Pedro Matías de Errazquín, natural de Tirapu, Navarra, caballero de la Orden de Santiago (1688), corregidor de Tarija. De este enlace nacieron: Juana Rosa de Santiago Concha y Errazquín, casada con el oidor José Antonio de Villalta y Núñez; Melchor José de Santiago Concha y Errazquín, oidor en Santiago de Chile y Lima; María Josefa de Santiago Concha y Errazquín, que casó con el oidor Antonio Hermenegildo de Queréjazu. Gracias a estos matrimonios la familia Santiago Concha se convirtió en una de las más influyentes en la judicatura letrada indiana durante el siglo xviii y primeros decenios del siglo xix, pues miembros suyos se hallaron en plazas de la mayoría de audiencias del virreinato del Perú.
En el año de 1709 fue enviado en comisión al Reino de Chile, junto con la concesión de una futura de oidor en Lima (8 de enero de 1709). Allí se encargó, especialmente, de entender en las causas del contrabando y comercio ilícito de navíos franceses en Concepción y le tocó desempeñarse como presidente, gobernador y capitán general interino entre el 20 de marzo de 1717 y el 15 de diciembre de ese mismo año, tiempo en el cual fundó la ciudad de San Martín de la Concha (1717), actual Quillota.
Regresó a la capital del virreinato en 1718 y asumió su plaza de oidor y en ese mismo año fue nombrado I marqués de Casa Concha. En 1721 fue comisionado en 1721 como juez del monopolio del papel sellado y el 26 de abril de 1723 fue nombrado gobernador de Huancavelica y superintendente de sus minas, empleo en el que se mantuvo hasta el 15 de julio de 1726, y en cuyo ejercicio escribió una Relación sobre el estado del mineral. En el mismo año de 1726 regresó a Lima para reincorporarse a su plaza de oidor, en la que despachó hasta su muerte.
En Lima se desempeñó como superintendente de policía por comisión del virrey príncipe de Santo Buono (1716), tuvo también a su cargo el cuidado de la construcción de las torres y portada oriental de la iglesia Catedral de Lima, concluidas en el año de 1732, y dirigió los trabajos de la fábrica interior del Convento de las Trinitarias de Lima.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Lima, 401, 789, 790.
M. de Mendiburu, Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, vol. II, Lima, Imprenta de J. Francisco Solís, 1876, págs. 406-408; J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, págs. 811- 812; J. L. Espejo, Nobiliario de la Antigua Capitanía General de Chile, vol. I, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1917, págs. 235-237; G. Lohmann Villena, Los americanos en las Órdenes Nobiliarias, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Historia de América Gonzalo Fernández de Oviedo, 1947, págs. 129-130; A. Ballesteros y Beretta, Historia de España y su influencia en la historia universal, vol. V, Barcelona, Salvat, 1949; G. Lohmann Villena, Los ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones (1700-1821), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1974, págs. LXXX-LXXXII y 131-133; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, pág. 317; D. Barros Arana, Historia general de Chile, vol. V, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 2000.
Javier Barrientos Grandon
