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Clementina Echeto César

Biografía

Echeto César, Clementina. Purificación de Santa Teresa. París (Francia), 11.III.1858 – Zaragoza, 23.X.1943. Escolapia (SChP), educadora, superiora general.

De padres navarros, nació en París. Desde 1839 residía allí su padre, Faustino Echeto Yrigoyen, mariscal del campo del pretendiente carlista Carlos, y con él se refugió en Francia, al no aceptar el Convenio de Vergara. En París abandonó la carrera militar, terminó sus estudios de ingeniero y ejerció la profesión con éxito en obras, a veces, encomendadas por el emperador Napoleón III. Faustino contrajo matrimonio el 5 de junio de 1857, en la iglesia de la Magdalena de París, con Eugenia César Oyárzun, joven navarra de Lumbier. Y en la iglesia de la Magdalena fue bautizada, con el nombre de Clementina, su primera hija, nacida el 11 de marzo de 1858. Faustino, después de veinte años de exilio (1839-1859), se acogió a nuevas amnistías concedidas por Isabel II. A finales de 1859, cuando Clementina tenía poco más de un año, regresaron a Lumbier. La familia Echeto se estableció con los abuelos maternos, ricos propietarios de la villa, y tuvieron dos hijas más, Fermina (1860) y Carmen (1861). Faustino Echeto ejerció su profesión de ingeniero en la construcción de puentes y presas en los ríos Irati y Salazar; en 1862 falleció repentinamente en Pamplona. Clementina pasó su infancia en Lumbier, bajo el cuidado de su madre, entregada a la educación y formación de sus tres hijas, ayudada por una profesora seglar. Su preocupación máxima fue la formación integral humano-cristiana de las mismas. Clementina destacó desde niña por su piedad, amor a la Virgen María y a la Eucaristía.

En este ambiente brotó muy pronto la vocación religiosa y por su inclinación a la enseñanza eligió a las escolapias. El mes de agosto de 1875 ingresó en el noviciado escolapio de Carabanchel (Madrid). El 4 de octubre de 1875 tomó el hábito con el nombre de Purificación de Santa Teresa. El 6 de octubre de 1877 emitió sus votos religiosos, cuando contaba diecinueve años de edad.

La madre Purificación quedó destinada en el colegio de Carabanchel, continuando su formación religiosa, pedagógica y escolapia, a la vez que estrenaba la tarea educativa con las alumnas. Bajo la dirección de la madre Inés Trilla, superiora y directora del colegio, pudo aprender sabias lecciones de pedagogía y vida religiosa. De 1877 a 1900 se dedicó con todo interés a la educación intelectual y formación cristiana de las alumnas. Poco después le encargaron otros empeños: en 1887, la clase de estudio del noviciado; el año 1889, la secretaría provincial; y el 1899, vicesuperiora de la comunidad de Carabanchel. Su actividad estos años fue intensa: clases a las alumnas y a las novicias, suplir a la superiora en sus ausencias, y acompañar a la superiora provincial en sus visitas a los colegios de la provincia. El 6 de abril de 1900 fue nombrada superiora de Carabanchel, nombramiento que recibieron con alegría, tanto la comunidad como las alumnas.

En el Capítulo General de 1901 fue elegida superiora provincial de Castilla y reelegida en el año 1907. En sus doce años de provincial (1901-1913), su trabajo fue extraordinario y fomentó, por todos los medios, la formación espiritual y profesional de las comunidades. Fueron varias las religiosas que obtuvieron el título oficial de maestras. En el verano de 1903, se reunieron todas las primeras maestras de estudio con el objetivo de aunar criterios en el método uniforme de enseñanza en los centros. Además, en Carabanchel se organizaron todos los veranos cursos de formación permanente para las maestras, agrupadas las religiosas por materias. Para ello contó con la colaboración de los padres escolapios en las clases de Ciencias, Matemáticas, Física y Química y Biología.

Se interesó por el estudio del idioma francés enviando los veranos a varias religiosas a Le Puy (Francia). Colaboró en la preparación de los textos propios del Instituto para las alumnas. Los veranos de 1909 y 1910 se reunieron en Carabanchel varias religiosas con la madre Dolores Vidal y la madre María Cruz Sanvicente, secretarias generales, para redactar los textos de primero y segundo grado; en 1909 se terminó el texto de primer grado, y se empezó el de segundo grado, y el verano de 1910 los dos quedaron terminados y se imprimieron. Fueron los libros de texto del Instituto hasta 1936. También dio gran impulso a la expansión de la provincia. Así, en 1904, se abrió el colegio de Alcalá de Henares (Madrid). Unos meses más tarde aceptó e intentó fundar una escuela en Amorebieta (Vizcaya), pero no prosperó la obra. Su afán apostólico la llevó a extender la Escuela Pía a la isla de Cuba, en 1911. Fue la primera salida de la Escuela Pía femenina de España. Llegaron a La Habana en diciembre de 1911. En febrero de 1912 se estableció un colegio en Guanajay, diócesis de Pinar del Río. En 1913, en su visita canónica a Cuba, fundó los colegios de Artemisa, La Habana y Casa Blanca. El 26 de mayo de 1906 se inauguró la nueva iglesia del colegio de Madrid, y el 2 de febrero de 1911, un pabellón en el colegio de Carabanchel. Bajo su dirección la provincia vivió un período brillante, espiritual y pedagógicamente, con un crecimiento considerable de vocaciones religiosas y de colegios.

En el Capítulo General de 1913, el 19 de agosto, fue elegida superiora general, y reelegida en el de 1919. Dirigió el Instituto con sabiduría y prudencia, extendiendo a nivel general el mismo celo y actividad de sus años de provincial de Castilla. Secundada y ayudada por la secretaria general, la madre Paz de Moraza impulsó al Instituto para que viviera la primigenia inspiración carismática de la fundadora, santa Paula Montal de San José de Calasanz.

A ello fueron encaminadas las siguientes publicaciones: Reseña histórica del Pío Instituto de Religiosas, Hijas de María Escolapias (Barcelona, 1916); Origen y Espíritu del Pío Instituto de Hijas de María Religiosas Escolapias (Valencia, 1918); Circular al Instituto (1919), sobre el espíritu mariano del Instituto; Constituciones del Pío Instituto de Hijas de María Religiosas Escolapias (Barcelona, 1925); Régimen Interior del Pío Instituto de Hijas de María, Religiosas Escolapias (Barcelona, 1925). Puso un gran empeño en la formación de los miembros del Instituto. De 1916 a 1922 funcionó en Zaragoza un juniorato interprovincial, para la formación espiritual, pedagógica y escolapia de las jóvenes profesas. Por no contemplarlo las Constituciones, Roma no lo aprobó. El 26 de octubre de 1920, viajó a Roma, acompañada por la madre Leonor Salvador, superiora provincial de Cataluña y la madre Paz de Moraza, superiora del colegio de Zaragoza, para gestionar la aprobación de las Constituciones, acomodadas al Código de Derecho Canónico; la madre Purificación favoreció los estudios de las religiosas para que obtuvieran títulos oficiales. Durante su generalato se establecieron las enseñanzas medias: bachillerato, magisterio y comercio en los colegios. Para ello, mediante cursos intensivos de verano, preparó a las religiosas a fin de que pudieran impartir, con competencia y calidad, los estudios de secundaria en los colegios, como sucedió. Los colegios escolapios adquirieron un gran nivel educativo y mucho prestigio en las ciudades donde estaban establecidos. Así se puso de manifiesto en la Exposición Pedagógica Nacional, de 1924, en el marco de la Biblioteca Nacional en Madrid. El puesto escolapio fue muy visitado y valorado, incluso por el propio Alfonso XIII, que lo recorrió con detenimiento y atención, elogió los trabajos pedagógicos presentados y felicitó sinceramente a las escolapias allí presentes. En estos años continuó la expansión del Instituto, con dos nuevos colegios en Cuba: Cárdenas, 1920 y Morón, 1921. En España: Andéraz (Navarra), 1922, San Rafael en Córdoba, 1922, colegio Pompiliano de Zaragoza, 1923, colegio de Palma de Mallorca, 1924. Un logro importante fue la erección en el instituto de una nueva provincia: Aragón, 1923, bajo la advocación de la Virgen del Pilar, con sede en Zaragoza, y formada por los colegios Calasanz y Pompiliano de Zaragoza, y el colegio de Andéraz (Navarra).

En el Capítulo General de 1925, fue elegida superiora provincial de Castilla por tercera vez. Su mandato duró siete años, hasta 1932. A pesar de la edad, sesenta y siete años, lo empezó con gran entusiasmo, sin arredrarle las dificultades. El 3 de noviembre viajó a Somió (Asturias) para la nueva fundación. Estuvo presente en la apertura de la escuela y en los primeros pasos de la casa, pero no ofrecía buenas condiciones, y hubo que cerrarla. En octubre del año 1928 empezaron las clases en el colegio calasancio de Córdoba, colmando uno de sus grandes deseos, ya acariciado cuando era superiora general del instituto. Fue inaugurado solemnemente el 12 de enero de 1929. Ese mismo año se celebró en toda las casas de provincia con gran solemnidad el centenario de la fundación del Instituto. En octubre de 1931 viajaron a Barcelona dos religiosas, para unirse a las de Cataluña y desde allí dirigirse a Bélgica en vistas a una posible fundación, querida por la superiora general, la madre Pilar Albín de Santa Teresa. Permanecieron nueve meses entre Bruselas y Brujas. Al no ser admitidas por el obispo para la tarea docente, regresaron a España a primeros de junio de 1932.

La madre Purificación incrementó los estudios oficiales de las religiosas en las escuelas de magisterio y en las universidades. Las escolapias fueron las primeras religiosas que frecuentaron la universidad. En este período continuó con el mismo interés la educación y promoción de las alumnas, visitando las clases en sus visitas a los colegios, exhortándolas a valorar los estudios y su formación humano-cristiana. En el Capítulo General de 1932 cesó como superiora provincial, pero fue nombrada primera consultora provincial hasta 1935. En marzo de 1936 las novicias de Carabanchel se trasladaron al noviciado de Andéraz (Navarra), como lugar más seguro. Las acompañó la madre Purificación Echeto, pues dada su edad pareció un sitio más apropiado. Poco después la destinaron a la casa de Zaragoza, y allí permaneció hasta su muerte, en 1943, a los ochenta y cinco años de edad.

 

Obras de ~: Circular a las Religiosas del Instituto, Barcelona, 2 de febrero de 1919; Circular a las Religiosas del Instituto, 25 de abril de 1922; “Prólogo”, en Régimen Interior del Pío Instituto de Hijas de María, Religiosas Escolapias, según sus Constituciones, Barcelona, Imprenta Elzeviriana, 1925, págs. 5-8.

 

Bibl.: Necrología de M. Purificación Echeto, Barcelona, 1943 (ciclostil); V. Gárate Echeto, Semblanza. Apunte biográfico de Madre Purificación Echeto de Santa Teresa, Madrid, 1944 (ms. inéd.); E. Hinojosa, “Provincialato de M. Purificación Echeto”, en Escolapias, Datos para nuestra historia, Zaragoza, [El Noticiero], 1971, págs. 323-327, 394-396, 453-455, 620- 622 y 1033; Positio super virtutibus [Paula Montal], Roma, 1985, págs. 361-362 y 654.

 

María Luisa Labarta Araguás, SChP

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