Iunius Paulinus, Lucius. L(ucius) Iunius P(ubli) f(ilius) Ser(gia tribus) Paulinus. Córdoba (antes Corduba), s. m. s. II – ?, ¿m. s. III? Sacerdote provincial del culto imperial en la Baetica.
La tribus Sergia en la que fue censado indica que, probablemente, perteneció a una de las familias que disfrutaban de la ciudadanía de Corduba desde incluso antes de la época augustea. Hijo de un Publius Iunius, no es posible precisar la identidad de este grupo, pues el nombre Iunius/Iunia está muy extendido en esta colonia. A juzgar por la datación en época severiana (193-235) del epígrafe que narra su carrera, hay que suponer que nació en la segunda mitad del siglo II.
Ocupó inicialmente el duunvirado, la máxima magistratura urbana en colonias y municipios y que compartían dos individuos cada año; más tarde fue flamen perpetuo y pontífice, es decir, ocupó tanto el sacerdocio vinculado al culto imperial de la colonia como el dedicado al culto al panteón oficial tradicional. Por fin, la asamblea de las ciudades de la Bética (concilium provinciae) le eligió como sacerdote del culto imperial en representación de todo este territorio (flamen provinciae Baeticae). Esta función anual tenía su sede en Corduba, la capital provincial.
Para conmemorar tal elección, Lucius Iunius Paulinus regaló a la ciudad un espectáculo gladiatorio, dos lusiones o espectáculos de menor duración, unos juegos circenses y una estatua representando a la propia colonia Patricia, es decir, una personificación de la propia Corduba con su nombre oficial. Esta estatua estuvo sostenida por una mesa de mármol en la que se grabó la inscripción que narraba la carrera del dedicante y todos estos acontecimientos y que hoy conserva el Museo Arqueológico de Córdoba. El coste de todo ello fue de 400.000 sestercios, una auténtica fortuna, que se consideraba la renta anual mínima que debía poseer cualquier individuo para acceder al rango ecuestre. No consta que Lucius Iunius Paulinus alcanzara esa condición, pero la suntuosidad de su mecenazgo hace pensar que fue, al mismo tiempo, una manifestación de sus aspiraciones en ese sentido.
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Juan Manuel Abascal