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Cneo Pompeyo

Biografía

Pompeyo, Cneo. Cnaeus Pompeius Magnus. ¿Roma (Italia)?, ¿c. 76-75 a. C.? – Baetica (Hispania), [1-12. IV.45] a. C. Senador y militar romano.

Hijo de Cnaeus Pompeius Magnus y de Mutia Tertia, que se divorciaron en el año 61 a. C., era el hermano mayor de Sextus Pompeius Magnus Pius y de Pompeia. Sobre su infancia y juventud no se conoce nada. Se casó (52 a. C.) con una hija de Appius Claudius Pulcher (Cicerón, Cartas a familiares, 3, 4, 2).

El año 49 a. C. estalló la guerra civil entre Julio César y Cnaeus Pompeius Magnus padre (coloquialmente Pompeyo Magno). Al llegar la noticia de que César había cruzado el río Rubicón con sus tropas, avanzando desde el norte de Italia, Pompeius padre salió hacia Oriente, en donde esperaba reclutar un ejército para hacer frente a su rival. Su hijo Cnaeus le acompañaba.

Sin embargo, la muerte del padre en Egipto debió de dar un giro a los acontecimientos, de manera que Cnaeus, su hermano Sextus y los principales representantes del bando pompeyano se dirigieron al norte de África y allí organizaron la resistencia contra César.

En Hispania, la guerra civil también tenía sus efectos. Algunas ciudades hispanas se habían sublevado contra los gobernadores cesarianos y pidieron ayuda a los pompeyanos de África. Éstos enviaron a Cnaeus, el hijo mayor de quien había sido su líder (Pompeyo Magno). El joven Cnaeus tendría entonces la posibilidad de convertirse en el protagonista de las victorias pompeyanas. Salió de Utica (en el actual Túnez) con treinta naves y dos mil hombres (César, La guerra de África, 23, 1), atacó sin éxito Ascurum (en Mauritania) y salió a continuación hacia Baleares en una fecha no precisada que Luis Almela estimó hacia finales del año 47 a. C. Ocupó varias ciudades sin necesidad de luchar (Dión Cassio, 43, 29, 2), aunque encontró resistencia en Ebusus (Ibiza). Una enfermedad le retuvo un tiempo en las islas.

A finales del 47 o principios del 46, una vez restablecido, desembarcó en la Península Ibérica, en donde consiguió muy pronto el control de algunas ciudades sin mediar ningún ataque contra ellas, debido probablemente a que el recuerdo de su padre despertó viejos lazos de amistad que hicieron a algunos hispanos desobedecer a los gobernadores de César. Las tropas lo aclamaron como Imperator, que era el reconocimiento del Ejército a sus generales en época republicana. En algunos proyectiles de plomo de Urso (Osuna, Sevilla) figuraba su nombre junto al título otorgado (Cn. Mag. Imp.). A continuación tomó Carthago Nova (Cartagena).

Cnaeus convirtió Hispania en refugio del partido pompeyano y reclutó un ejército entre los antiguos soldados de su padre y también entre los indígenas y antiguos esclavos (Apiano, La guerra civil, 2, 87 y 103). Con estas fuerzas, comenzó el dominio de la provincia Hispania Ulterior. En el seno de varias ciudades cundió la división entre los partidarios de César y los de Pompeyo. Éste fue el caso de Corduba (Córdoba), Hispalis (Sevilla) o Carteia (San Roque, Cádiz), entre otras. En cambio, Ulia (Montemayor, Córdoba) se resistió (Dión Cassio, 43, 31, 4). Algunas acuñaciones de monedas realizadas por Cnaeus en Hispania fueron, según Luis Almela, la expresión de que el territorio se había convertido en refugio de los pompeyanos. Esto quedó de manifiesto cuando Sextus Pompeius viajó desde África a la Península Ibérica con algunos de sus compañeros para ponerse bajo las órdenes de su hermano mayor. Mientras Cnaeus sitiaba la ciudad de Ulia, envió a Sextus (ahora bajo sus órdenes) a defender Corduba. César, que había acudido a Hispania para dirigir personalmente la guerra, contaba con un total de nueve legiones y ocho mil jinetes galos. La llegada de César había sido muy rápida (en el 46 a. C.), en un viaje de veintisiete días desde Roma hasta Obulco (Porcuna, Jaén). Inmediatamente había enviado a una parte de sus tropas a Ulia para atacar a Cnaeus y otra parte a Corduba, en donde estaba Sextus. Para entonces, Cnaeus ya había reclutado un ejército de trece legiones (César, La guerra de Hispania, 7, 4-5; 30, 1; 31, 10; Floro, 2, 13, 74), lo que constituía un enorme contingente de casi setenta mil hombres. Sin embargo, según las fuentes, sus hombres formaban un contingente heterogéneo y no tan preparado como los cesarianos (Dión Cassio, 43, 36, 2). Sextus, sin poder hacer frente al ataque, se encontró en dificultades y tuvo que pedir ayuda a Cnaeus (César, La guerra de Hispania, 4, 1-4). A continuación, éste tuvo que enviar auxilio a la ciudad de Ategua (Teba la Vieja, Córdoba), también asediada por los cesarianos.

El 17 de marzo del año 45 a. C. el ejército de César y el de Cnaeus Pompeius se enfrentaron en la llanura de Munda (cerca de Montilla, Córdoba). Ambos líderes tomaron parte personalmente en esta batalla (Dión Cassio, 43, 38, 1), que terminó con la victoria de César (Dión Cassio, 43, 35, 4) y puso punto y final a una guerra civil que se prolongaba desde el año 49 a. C. En el transcurso de las operaciones, cayeron treinta mil soldados pompeyanos. Mientras Sextus iba hacia el norte para reclutar un nuevo ejército entre las antiguas clientelas de su padre, Cnaeus quiso dirigirse hacia Carteia, el lugar en el que tenía su flota, pero herido y perseguido tuvo que refugiarse en un bosque (Dión Cassio, 43, 40, 1-2), en donde le encontraron y dieron muerte. C. Didius se encargó, al parecer, de presentar su cabeza ante César (Plutarco, Vidas Paralelas, César, 56, 1 y ss.), quien a su vez habría ordenado que fuera expuesta ante la población de Hispalis (Sevilla) el 12 de abril del año 45 a. C. (César, La guerra de Hispania, 39, 3).

 

Bibl.: R. Syme, La revolución romana, Madrid, Taurus, 1989 (1.ª ed. ingl., 1939); L. Amela Valverde, “El desarrollo de la clientela pompeyana en Hispania”, en Studia Historica, 7 (1989), págs. 105-117; R. Syme, L’aristocrazia augustea. Le grandi famiglie gentilize dalla repubblica al principato, Milano, Rizzoli, 1993 (1.ª ed. ingl., 1986); L. Amela Valverde, “Cneo Pompeyo hijo en Hispania antes de la batalla de Munda”, en Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua, 13 (2000), págs. 357-390; Las clientelas de Cneo Pompeyo Magno en Hispania, Barcelona, Universitat, 2002.

 

María Pilar González-Conde

 

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