Prat, Antonio. Barcelona, 1769 – Madrid, 1836. Ingeniero militar, ingeniero naval y escritor.
Hijo del afamado arquitecto catalán José Prat, estudió en la Real y Militar Academia de Matemáticas de Barcelona, recibiendo el título de ingeniero militar.
Tras estos primeros años de formación se trasladó a Cádiz, donde continuaba su formación en la Academia de Guardias Marinas de la Real Isla de León. En ella realizó el “curso de estudios sublimes”, estudiando aritmética, geometría, trigonometría, cálculo, algebra cartesiana y mecánica práctica y teórica, además, de otras materias, como las de fortificación y dibujo, que también se impartían en dicho centro.
En 1790 don Vicente Tofiño lo tomó a su cargo para levantar el plano de esta Isla de León con los grupos de edificios que miran al mar desde Santi Vañez hasta el Arsenal de La Carraca, que le había encargado la Junta del Departamento de Cádiz. De su formación decía Tofiño que era “muy instruido en matemáticas, tanto en la parte teórica como en la práctica” y, además, poseía una “gran habilidad para la arquitectura civil y militar, dibuxo de línea y figura y otros muchos ramos que, aunque no son necesarios dan valor al principal objeto de la profesión”.
Tras la terminación de los correspondientes estudios, obtenía el grado de alférez de fragata de la Real Armada el 10 de julio de 1790, realizando funciones como agregado al Cuerpo de Ingenieros de Marina, separado del de Ingenieros del Ejército unos años antes. A finales de octubre de 1793, al trasladarse el marqués de Ureña a Madrid, se encargó Prat de la dirección de la obra del Real Observatorio Astronómico de la isla de León, hasta la vuelta de Ureña, aunque continuaba trabajando en la obra citada, hasta su finalización en 1797. Durante el tiempo que trabajó en el observatorio, compaginó tal labor con la realización otros proyectos. Entre ellos los levantamientos de cartas geográficas de los pueblos de la provincia marina de Sanlucar de Barrameda y de Sevilla, realizado en 1794.
En el verano de 1804 Prat se hacía cargo de la obra del Canal Navegable que la Inspección General de Caminos quería abrir, para la mejor comunicación entre Chiclana y la Real Isla de León. Después de la detención de la obra para estudio de posibles daños que este nuevo canal podía causar en los caños que rodeaban al arsenal de La Carraca, se reanudaba la obra, cuya labor mereció que el 13 de enero de 1806 el jefe del Estado Mayor del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército, don Antonio Samper, lo felicitase porque en el “breve término de cincuenta y ocho días quedaran enteramente concluidas más de doscientas varas del Caño nuevamente abierto con objeto de unir los Ríos de Chiclana y Sancti-Petri”.
Después de la batalla de Trafalgar, se hacía cada vez más necesario la preparación de un amplio programa para la defensa de toda la bahía de Cádiz. Desde los primeros años del siglo XVIII, no se había realizado un plan defensivo coherente. Las nuevas construcciones se realizarían bajo la dirección de Prat, intentando con ello convertir a la Real Isla de León en la principal fortificación de Cádiz. Así, a los caños de Sancti-Petri y río Arillo, que eran dos fosos naturales de difícil acceso y vadeo, se le fueron uniendo nuevas baterías artilleras que hicieron más impugnables las marismas, tierras pantanosas y salinas que rodeaban a la población. Con independencia de lo anterior, el mismo año de 1806, tras la muerte don Gaspar de Molina, marqués de Ureña, Prat asumía la dirección interina de las obras de la nueva población de San Carlos.
Desde el 14 de febrero de 1809 (con ocasión de la Guerra de la Independencia) hasta la entrada del ejército del duque de Alburquerque, estuvo dirigiendo las obras de fortificación de Cádiz bajo la inspección de la Junta de Fortificaciones, encabezada por el mariscal de campo de Ingenieros, D. Agustín Bueno, ejecutando, entre otras obras, las cortaduras del arrecife y voladura del arco central del puente de Suazo, construcción de puentes provisionales para el paso por ellas, espaldones de tierra de las baterías de San Pablo y San Pedro y las baterías de la cerca del real y de la embocadura del sur del canal de Sancti-Petri.
A principios de 1810 entraba el duque de Alburquerque en la plaza, como se señaló, encargado por la regencia de su defensa, quien encargaba a Prat que se ocupara de la inundación de las salinas hasta la boca del caño Zurraque, así como de la destrucción de todos los caminos que “estén dentro de medio tiro de cañón y todos los edificios que estén al mismo medio tiro, y finalmente quanto convenga para hacer impenetrable el terreno que ocupan las salinas”. Poco después, sería comisionado por la Regencia para dirigir las obras de acondicionamiento de los edificios que ocuparon, más tarde, las Cortes en la isla de León y Cádiz, en el primer caso el teatro Cómico, en el que adaptó el patio de butacas y el escenario (dándoles forma elíptica) para las necesidades de las correspondientes sesiones. En Cádiz se utilizaría para la instalación de los diputados la iglesia de San Felipe Neri.
Independientemente de estos trabajos, su misión fundamental durante el asedio francés (5 de febrero de 11810 a 23 de marzo de 1812) fue la construcción y mantenimiento de las fortificaciones de la Real Isla de León, encomendadas por el nuevo mariscal de campo de Ingenieros, don Manuel Zapino. Durante su mandato volvió a ocuparse de la inundación de las salinas, así como del establecimiento de la batería del Portazgo y de la dirección de las obras de la batería de San Judas.
El 19 de julio de 1813, se le ordenaba que pasara a Madrid e iniciara “la elección y preparación del edificio que ha de servir en aquella Capital para la reunión de las Cortes”. Encargo que debió cumplir con celeridad, ya que al año siguiente se celebraban Cortes en el edificio del que fue Colegio de doña María de Aragón. El 9 de febrero de 1814, el presidente de la Real Academia de San Fernando, le comunicaba en Madrid que, “por constarle su ilustración y amor a las artes del instituto”, se le nombraba académico de honor, y el 3 de julio del mismo año, era nombrado académico de mérito en Arquitectura, por la citada institución, y un año después, en 1815, comisario del Cuerpo de Camino y Canales y Puertos, destinado a Lorca. Finalmente, fue nombrado ingeniero hidráulico del Departamento Marítimo de Cádiz.
Cuando se imprimía (1837) su obra Informe sobre el expediente de riego y canalización general de la Península, según el aviso “Al lector” que figura en el comienzo de la misma, había fallecido un año antes.
Obras de ~: Memoria sobre la necesidad y utilidad de establecer en España el sistema de asociaciones productivas de Inglaterra para la creación y conservación de los caminos, puentes y demás obras de pública utilidad, Madrid, 1827; Informe sobre el expediente de riego y canalización general de la Península, Madrid, 1837.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.
L. F. Martínez Montiel, “La fase gaditana del ingeniero Antonio Prat, Espacio, Tiempo y Forma. Serie VII. Historia del Arte, 5 (1992), págs. 375-384; V. Herrero Mediavilla (ed.), Índice Biográfico de España, Portugal e Iberoamérica, Munich, K. G. Saur, 2000; Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Anuario, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 2002; J. E. García Melero, Literatura española sobre artes plásticas. Volumen 2: Bibliografía aparecida en España durante el siglo XVIII, Madrid, Ediciones Encuentro, 2002; F. Sáenz Ridruejo, Contribución de los ingenieros de caminos catalanes al progreso de España, Barcelona, Debate, 2020; “Historia y Edificios Constitucionales en la Isla de León”, en Universidad de Cádiz [en línea], disponible en http://www.uca.es/recursos/doc/AUI/Recursos/Constitucion_1812/524048660_208201010466.pdf.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
