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Ángel de Monasterio

Biografía

Monasterio, Ángel de. Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), 1777 – Río de la Plata (Argentina), c. 1814. Escultor, arquitecto y agrimensor.

Hijo del escultor Pedro Vicente de Monasterio y escultor como él, Ángel de Monasterio nació en Santo Domingo de la Calzada en 1777. Pero, mientras unos sostienen que murió en Cádiz hacia 1810, lo más probable es que su fallecimiento tuviera lugar hacia 1814 en Río de la Plata.

Ganador de varios premios en la Academia, consiguió también el grado de académico de mérito.

Consta que en 1796 se hizo con el Primer Premio de 2.ª Clase, tres años después con el Segundo de la 1.ª Clase y con el Primero de esta última en 1802, si bien sus juveniles afanes militares y su prematura muerte condicionarían en gran medida su producción, que se puede encuadrar dentro del neoclasicismo aunque con algunos tintes barrocos fruto de la influencia de su padre. En 1803 recibía el título de académico de mérito.

En 1808, y con motivo de la invasión francesa, pasó a Cádiz, donde ganó la plaza de maestro de Dibujo en la Academia de Guardias Marinas, aunque poco tiempo después, ante el deterioro de la Monarquía y su desencanto con aquellos sucesos que derivaron de la Guerra de la Independencia, optó por trasladarse a América meridional y unirse a las tropas independentistas, poniendo a su servicio los vastos conocimientos que tenía como estratega, constructor de fortificaciones y habilidad en el fundido del bronce para hacer morteros y cañones, donde algunos refieren que murió “como jefe de los insurgentes” en Río de la Plata pasando a la historia con el sobrenombre de “el Arquímedes de la Revolución”.

Relacionado con el prócer argentino Manuel Belgrano y su círculo de colaboradores (Cosme Maciel o Celedonio Escala) y ferviente defensor de los sublevados americanos (con los que colaboró en la creación de una enseña nacional), tras ser promovido al grado de teniente coronel y nombrado inspector de las Escuelas Militares con destino en el Estado Mayor del Ejército, fue en 1812 cuando Ángel de Monasterio organizó la línea de baterías para cerrar el Paraná a los realistas de Montevideo. En este sentido, la colaboración desde muy joven con su padre en tareas de agrimensor le sería muy útil para tener un conocimiento sobre las posibilidades que ofrecía el terreno.

Ese mismo año, y como quiera que el triunvirato militar había determinado asumir el proceso de fabricación de piezas de artillería, se ocupó personalmente de preparar las instalaciones necesarias en Buenos Aires para que el fundido de todas ellas se desarrollara con las suficientes garantías en el espacio donde hoy se asienta el palacio de los Tribunales, mientras la pólvora para las escaramuzas guerreras se fabricaba en las provincias de Córdoba, Catamarca y La Rioja.

Así, el 22 de julio nacía el primer mortero de bronce de doce pulgadas de calibre que sería bautizado con el nombre de Tupac Amaru. El 15 de agosto un nuevo mortero denominado Mangoré vendría a acrecentar, junto con el anterior, el potencial de fuego con el que los insurgentes asediaban Montevideo. Animados por estos éxitos, a comienzos de 1813 se fundió un tercer mortero de similares características que recibió con todo merecimiento el nombre de Monasterio en atención a su creador. Pero sólo cuando los operarios adquirieron la destreza suficiente fue cuando se arriesgaron a fundir cañones, que eran en realidad los más solicitados por los combatientes tanto por su largo alcance como por su potencia de fuego. Así, fue en 1814 cuando Ángel de Monasterio pudo ya entregar, como punto de partida de una larga serie, cuatro piezas de a ocho de bronce, aunque también se fundirían en hierro.

Su relieve referido a la Prisión de Sansón, conservado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, refleja con toda claridad sus excelentes aptitudes, sin olvidar que su modelo de oposición fue elegido para erigir un monumento público en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Autor del busto de Gaspar Melchor de Jovellanos que, legado por lord Holland, se guarda en la actualidad en la Real Academia de la Historia (cuyas calidades han servido para que algunos llegaran a atribuir a dicho estudioso un cierto grado de prognatismo), mantuvo con éste una sólida amistad, lo que obliga a relacionar necesariamente a Ángel de Monasterio con un variopinto elenco de artistas, entre los que habría que citar a Francisco de Goya, Ventura Rodríguez, Luis Paret, Juan de Villanueva, Antonio Carnicero, Manuel Salvador Carmona y tantos otros más.

A él, por ejemplo, se atribuyen dos imágenes existentes en la catedral de su ciudad natal, Santo Domingo de la Calzada: Nuestra Señora del Rosario y un crucifijo que, destinado a la capilla de San Sebastián, resume de algún modo sus originales querencias cortesanas como respuesta personal a los recetarios rococó en boga. En 1806 algunos esclavos del Santísimo Cristo de la Fe con sede en la parroquia madrileña de San Sebastián le encomendaron la realización de la imagen titular, mientras la antigua, por su delicado estado, se trasladó a la Sala de Juntas de la Hermandad. Lamentablemente, no se ha conservado, pues un Viernes Santo de 1835 “se hizo añicos” cuando los mozos que la llevaban la dejaron caer al suelo. De ahí que se tuviera que encargar otra al escultor José Piquer. El 14 de septiembre de 1809, y como quiera que la Regencia había acordado conceder “a los individuos que se hallaron en aquel memorable Sitio [de Zaragoza] y contribuyeron a su defensa el uso de una medalla de color de fuego con un pilar en medio y por el rededor la inscripción SITIO DE ZARAGOZA. AÑO 1809; dicha medalla se asegurará a una corona pendiente de cintas de aguas del propio color de fuego”, sería Ángel de Monasterio el responsable de hacer el oportuno modelo cobrando 30 doblones por ello.

 

Obras de ~: Grupo de la Prisión de Sansón, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, s. f.; Busto de Gaspar Melchor de Jovellanos, Real Academia de la Historia, Madrid, s. f.; Imágenes de Nuestra Señora del Rosario y crucifijo para la catedral de Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, s. f.

 

Bibl.: J. M. Ramírez Martínez, Retablos Mayores de La Rioja, Agoncillo (La Rioja), Labelgrafic, 1993; La Ciudad de Santo Domingo de la Calzada y sus Monumentos, Logroño, Tipografía Digital, 2004; L. Sirando Muzas, [“Ángel de Monasterio”], en Fundación 2008 (Zaragoza), 3 (enero de 2005).

 

José Manuel Ramírez Martínez

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