Garma Zubizarreta, Ángel Juan. Bilbao (Vizcaya), 24.VI.1904 – Buenos Aires (Argentina), 29.I.1993. Médico, psicoanalista.
Nació en el seno de una familia liberal y acomodada. Su padre, Ángel Garma Setién, había emigrado en su juventud a Buenos Aires, donde acabó estableciéndose y creando un próspero negocio de importación de porcelanas. De vuelta a España contrajo matrimonio con Cirila Zubizarreta Aguirre, siendo Ángel el primero de sus cinco hijos. En 1908, el matrimonio regresó a Buenos Aires con los chicos pequeños, dejando a los dos mayores, Ángel y José María, en Bilbao con sus abuelos maternos.
En 1914, el matrimonio Garma regresó a España y se estableció en Madrid con todos sus hijos. Ángel y su hermano José María, que habían realizado estudios primarios en Bilbao, cursaron la enseñanza secundaria en el colegio del Pilar.
Entre 1921 y 1927, Ángel Garma estudió Medicina en la Universidad Central de Madrid. La vida estudiantil —y los primeros pasos de su formación profesional e intelectual— se desarrollaron durante esta época en dos espacios de gran significación real y simbólica: la Facultad de Medicina y la Residencia de Estudiantes.
En la Facultad tuvo oportunidad de formarse con maestros de la talla de Santiago Ramón y Cajal (1854- 1934), Juan Negrín (1982-1956), Juan Madinaveitia (1861-1938) y Gregorio Marañón (1887-1960), manteniendo una especial relación con los dos últimos.
Ya en esta época de estudiante, la neurología y la psiquiatría formaron parte de sus intereses más inmediatos.
Al no existir cátedra universitaria de psiquiatría, buscó una formación paralela en el Sanatorio Psiquiátrico de Ciempozuelos (Madrid), dirigido por José Miguel Sacristán, al que asistió desde 1926. Terminó sus estudios de Medicina en 1927, obteniendo el grado de licenciatura con la calificación de sobresaliente.
Sin embargo, las influencias intelectuales recibidas y asimiladas durante estos años no procedieron sólo del compromiso y del talante humanista de médicos tan importantes como Madinaveitia, Marañón o Sacristán. Durante 1924 y 1925, coincidiendo con una estancia de sus padres en Viena, vivió y participó de las actividades de la Residencia de Estudiantes, dirigida en aquel momento por Alberto Jiménez Fraud. Garma, que ya conocía la Residencia por haber asistido durante el primer curso de la carrera al laboratorio de Histología del doctor Calandre, tuvo ahora como compañeros e interlocutores a García Lorca, Salvador Dalí, Severo Ochoa, José Solís, etc.
Las innumerables actividades complementarias a la formación universitaria que ofrecía la Residencia las aprovechó para tomar contacto con diversas personalidades de la ciencia y la cultura como Ortega, Cajal o Unamuno.
Durante estos años de vida universitaria, las posibilidades económicas de la familia le permitieron pasar veranos en Alemania y Austria, donde aprendió alemán y fue preparándose para lo que muy poco después sería su formación de postgrado en Centroeuropa.
Durante los veranos de 1926 y 1927 realizó el servicio militar en la Brigada Obrera y Topográfica del Estado Mayor del Ejército en Madrid.
A finales de 1927 viajó a Alemania a completar su formación psiquiátrica. Por un lado, el conocimiento del idioma le permitió desenvolverse con soltura en los medios académicos alemanes; por otro, Garma no hizo sino seguir la tradición de tantos estudiosos e intelectuales del momento al considerar Alemania como la gran meca cultural y científica. El propio Sacristán, con quien Garma había aprendido la psiquiatría que sabía, se había formado con Kraepelin en Múnich y recomendó especialmente a su discípulo que no perdiera la oportunidad de adquirir una buena formación germánica.
En un primer momento, durante el primer semestre de 1928, Garma asistió a la clínica psiquiátrica de la Facultad de Medicina de Tübingen, dirigida por Robert Gaupp (1870-1953), pasando a finales de aquel mismo año a la clínica de La Charité de Berlín para estudiar con Karl Bonhoeffer (1868-1948). En esta clínica universitaria berlinesa conoció a Michaelina Fabian, la psicoanalista que le introdujo en el Instituto Psicoanalítico de Berlín.
Entre 1929 y 1931, Garma se analizó con Theodor Reik (1888-1969), asistió con asiduidad a los cursos y seminarios que se impartían en el instituto y empezó a publicar sus primeros trabajos. En general, eran elaboraciones que preparaba para presentar y someter a discusión en los seminarios del instituto berlinés y que después redactó y envió a Archivos de Neurobiología, la revista española de Lafora y Sacristán.
Su primer artículo, “Cómo se estudia el psicoanálisis”, publicado en 1930, tenía un tono altamente divulgativo y estaba dirigido a “presentar” el psicoanálisis a los psiquiatras españoles y a describir sus posibilidades y formas de aprendizaje. Más allá de sus méritos científicos, este pequeño trabajo tuvo una gran importancia, no sólo en la biografía de Garma, pues fue su primera publicación, y en ella dejaba bien definida su orientación teórica, sino también porque la mayoría de los historiadores del psicoanálisis en España lo han considerado como un hito crucial en el desarrollo del mismo. Tras una etapa previa en la que se publicaron traducciones de Freud y diversos autores aludían al psicoanálisis de manera más o menos precisa, el referido artículo de Garma marcó un punto de inflexión en la “entrada” del psicoanálisis ortodoxo en nuestro país.
Durante su estancia en Berlín empezó también a ejercer como psicoanalista y asistió al VI Congreso Médico Internacional de Psicoterapia, celebrado en Dressen en mayo de 1931. Con este bagaje y con veintisiete años, Ángel Garma fue aceptado como miembro adherente de la Asociación Psicoanalítica Alemana (Deutsche Psychoanalytische Gesellschaft).
En noviembre de 1931 volvió a Madrid e inició una nueva etapa de su vida y de su trayectoria profesional y científica. Garma abrió una consulta privada de psicoanálisis en la calle del Cisne, n.º 10 (actualmente de Eduardo Dato), donde atendía pacientes que le enviaban sus antiguos compañeros de la Residencia de Estudiantes y algunos médicos, a pesar de la desfavorable actitud que, en general, la medicina y la psiquiatría española mostraban hacia el psicoanálisis.
Dichas reticencias no le impidieron incorporarse a la comunidad de psiquiatras más activos del momento, un colectivo al que, en cierto modo, ya pertenecía gracias a su relación con Sacristán, con el que se reencontró no sólo en el sanatorio de Ciempozuelos, sino en el Consejo de Redacción de los Archivos de Neurobiología, de cuya secretaría de redacción se ocupó en 1932. Fue, asimismo, miembro activo de la Asociación Española de Neuropsiquiatras y de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría de Madrid, llegando a ocupar el cargo de tesorero de esta última desde 1932, así como de la Liga de Higiene Mental.
Un año más tarde, Jerónimo Molina, Mariano Bustamante y José Solís iniciaron con Garma su análisis didáctico, configurándose un primer conato de “escuela psicoanalítica” española.
Durante estos años, previos a la Guerra Civil, Garma se convirtió en un autor muy prolífico. Su obra aparece dispersa en diversas publicaciones, pero se puede ordenar con un cierto criterio: en primer lugar, cabe destacar los trabajos destinados a presentar “consideraciones generales” sobre diversos aspectos de la teoría y la práctica psicoanalítica en los que se intenta, fundamentalmente, que los médicos españoles se familiaricen con el lenguaje psicoanalítico y con las nociones teóricas que tales términos encierran. Un segundo grupo de trabajos tienen que ver con una visión psicoanalítica de la infancia; los órganos de expresión elegidos no son, en esta ocasión, revistas médicas sino pedagógicas. Este interés por la educación infantil y por interactuar con maestros tiene que ver con las conexiones entre médicos y educadores en el marco de proyectos de reforma social. Ortega y Gasset es, no cabe duda, uno de los nexos entre unos y otros, pero no se puede olvidar que Ángel Garma obtuvo en 1933 una plaza de psiquiatra en las instituciones del Tribunal Tutelar de Menores, donde tuvo la oportunidad de colaborar con el jurista Luis Jiménez de Asúa, director entonces del Consejo de Protección a la Infancia, y con la pedagoga María Luisa Navarro, esposa de Lorenzo Luzuriaga, fundador de la Revista de Pedagogía.
En esta época trabó amistad con Juan Rof Carballo (1905-1994) y comenzó a interesarse por la medicina psicosomática, publicando con el ginecólogo Enrique Parache El factor psíquico en la etiología de las gestosis (1935), primera aportación de lo que más tarde constituiría uno de los principales núcleos de interés del psicoanalista.
En 1935 contrajo matrimonio con la francesa Simone Mas, con quien tuvo dos hijas —Lucinda e Isabel—, y en 1936 obtuvo el nombramiento de miembro titular (ya lo era adherente) de la Asociación Psicoanalítica Alemana, en reconocimiento a su labor como psicoanalista en España. Aquel mismo año, el fondo editorial de Archivos de Neurobiología publicó en forma de libro una recopilación de casi todos sus trabajos, adaptados y ordenados con el objetivo de presentarlos como un cuerpo de doctrina psicoanalítico que enfatizaba sus aplicaciones terapéuticas y sociales. El psicoanálisis, la neurosis y la sociedad es el primer libro de psicoanálisis publicado por un autor español.
La Guerra Civil estalló cuando Garma se encontraba de vacaciones en Francia. Optó, en un primer momento, por quedarse en Burdeos —de donde era natural su mujer—, pero después de unos meses de espera expectante, en los que la situación bélica se mantenía incierta, se trasladó a París con su familia para instalarse como psicoanalista. En la capital francesa entró en contacto con el Instituto Psicoanalítico de París, donde fue rápidamente aceptado e incorporado a sus reuniones y actividades. Entabló amistad con Marie Bonaparte (1882-1962), presidenta de la Asociación Psicoanalítica Francesa, y con otros destacados miembros de los círculos psicoanalíticos parisinos que, en ese momento, acogían también a un número importante de psicoanalistas alemanes que habían salido de Alemania debido al ascenso de Hitler al poder.
En París, Garma se reencontró con su buen amigo Juan Rof Carballo, que estaba haciendo una estancia en el Servicio de Neurología del hospital de La Salpêtrière, y, en 1937 conoció a Celes Ernesto Cárcamo (1903-1990), médico argentino que se encontraba en París llevando a cabo su análisis didáctico con Paul Schiff (1891-1947) y que pretendía, de vuelta a Buenos Aires, ejercer y difundir el psicoanálisis. Este encuentro resultó fundamental en el desarrollo posterior tanto de la trayectoria vital de Garma, como para el futuro movimiento psicoanalítico argentino.
En 1937 renunció a seguir siendo miembro de la Asociación Psicoanalítica Alemana, como respuesta a la expulsión de los psicoanalistas judíos que el nazismo había impuesto. Tras dicha renuncia, fue aceptado inmediatamente en la Asociación Internacional de Psicoanálisis, que tenía su sede en Londres. Finalmente, en 1938, viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se instaló de manera definitiva, obteniendo la nacionalidad argentina en 1954.
Tras convalidar su título de médico, se doctoró en 1940 con una tesis titulada Psicoanálisis de los sueños, que se publicó inmediatamente, alcanzando notable difusión (seis ediciones en castellano y traducciones al francés en 1954 y al inglés en 1966). Desde el mismo momento de su llegada entró en contacto con los dos grupos de médicos, considerados el germen del movimiento psicoanalítico argentino: el encabezado por Enrique Pichón Rivière (1907-1977), médico del hospicio de las Mercedes, y el de Arnaldo Rascovsky (1907-1995), clínico del hospital de Niños de Buenos Aires. Ambos organizaban por separado, y en sus respectivos domicilios, grupos de lectura y discusión de la obra de Freud e intentaban aplicar principios psicoterápicos en su práctica clínica, siempre de manera autodidacta. A ellos pronto se añadió Celes Ernesto Cárcamo, a quien Garma había conocido en París. Los cuatro, Garma, Cárcamo, Pichón Rivière y Rascovsky, constituyeron el núcleo fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
En una primera fase, Garma y Cárcamo, que eran los mejor formados, llevaron a cabo análisis didácticos y supervisiones de los demás colegas. Durante este período de formación de nuevos psicoanalistas, Garma aprovechó para redactar otro libro, general y programático, Psicoanálisis: Presente y perspectivas, en el que volvió a cultivar el género divulgador exponiendo lo principal de la teoría psicoanalítica y abordando algunos aspectos prácticos.
Tras esta labor formativa, el 15 de diciembre de 1942 se fundó la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Ángel Garma fue su primer presidente y tesorero y Cárcamo su secretario y director de publicaciones, de entre las que destacan una colección de monografías que llevó por título Biblioteca de Psicoanálisis y la Revista de Psicoanálisis.
En 1944, varios miembros de la Asociación Psicoanalítica Argentina participaron en el I Congreso de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría, celebrado en Buenos Aires, en el que Garma presentó una ponencia sobre Psicogénesis de la úlcela péptica. El XVI Congreso Psicoanalítico Internacional celebrado en Zúrich en 1949, el primero tras la Segunda Guerra Mundial, confirmaría el reconocimiento de la Asociación Argentina.
Garma volvió a presentar su trabajo sobre la génesis de la úlcera péptica, pero esta vez lo hizo en inglés ante profesionales de todo el mundo. Debido a la dificultad del idioma, la ponencia fue leída por su colaboradora Elisabeth Goode, una inglesa formada como psicoanalista en Argentina y con la que un año más tarde Garma se casó, tras obtener el divorcio de su primera mujer.
Durante los años cincuenta y sesenta la actividad de Garma fue frenética: viajes diversos —a Gran Bretaña, Francia, España, Estados Unidos, etc.—; promotor de congresos latinoamericanos y panamericanos de psicoanálisis; fundador de revistas —Actas Médico-Psicológicas y Psiqué en la Universidad— de vida efímera, pero que pretendieron introducir el psicoanálisis en el medio universitario; actividad docente, como profesor titular de Psicología General en la Universidad de La Plata, de Psicoterapia en la Universidad de Belgrano, o como Sloam Profesor Visiting en la Escuela de Psiquiatría K. Menninger de Topeka (Kansas) en 1962.
En 1952, en uno de sus viajes por Europa, visitó España por primera vez desde 1936. A este viaje siguieron otros, como el de 1955 para participar en el I Congreso Iberoamericano de Intercambio Médico- Psicológico, o el de 1957 en el que entró en contacto con el Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Madrid.
Su obra también creció exponencialmente durante estos años de madurez. Publicó varios libros y numerosos artículos, de entre los que destacan los dedicados a la medicina psicosomática. Sus libros Génesis psicosomática y tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales (1954) —traducido al inglés y al francés— y Psicoanálisis de los ulcerosos (1969) contienen todo un cuerpo de doctrina sobre el papel del psiquismo y de los conflictos psíquicos en la génesis de los trastornos digestivos ulcerosos. Años más tarde, y en el marco de esta misma línea de interpretación psicoanalítica de los síntomas y síndromes somáticos, publicó Psicoanálisis del dolor de cabeza (1972).
Con todo este bagaje científico e institucional, el prestigio de Ángel Garma fue reconocido internacionalmente.
Su influencia en el movimiento psicoanalítico español y latinoamericamo es innegable, llegando a ser miembro de honor de la mayoría de las asociaciones psicoanalíticas. En 1983 fue nombrado vicepresidente de honor de la Asociación Psicoanalítica Internacional y en 1989 recibió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil de España. El Instituto de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina lleva su nombre.
En 1985, afectado de una enfermedad de Parkinson, abandonó toda actividad profesional y el 29 de enero de 1993, a los ochenta y ocho años de edad, falleció en la ciudad de Buenos Aires.
Obras de ~: El psicoanálisis, la neurosis y la sociedad, Madrid, Editorial Archivos de Neurobiología, 1936; Psicoanálisis de los sueños, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 1940; El psicoanálisis. Presente y perspectivas, Buenos Aires, Editorial Aniceto López, 1942; Sadismo y masoquismo en la conducta huamana, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 1943; Génesis psicosomática y tratamiento de las úlceras gástricas y doudenales, Buenos Aires, Editorial Nova, 1954; Psicoanálisis del arte ornamental, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1961; El Psicoanálisis. Teoría, clínica y técnica, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1962; Psicoanálisis de los ulcerosos, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1969; Nuevas aportaciones al psicoanálisis de los sueños, Buenos Aires, Paidós, 1970; Psicoanálisis del dolor de cabeza, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1972; Tratado Mayor del Psicoanálisis de los sueños, Madrid, Tecnipublicaciones, 1990.
Bibl.: R. Z ak de Goldstein, “El pensamiento psicoanalítico pionero de Ángel Garma”, en Revista de Psicoanálisis, 31 (1974), págs. 870-878; J. Sánchez Lázaro, “La recepción de Freud en la cultura española (1893-1983)”, en Medicina e Historia, 41 (1991), págs. 5-28; J. M. Gómez Sánchez-Garnica, La aportación de Ángel garma al psicoanálisis actual, tesis doctoral, Madrid, UAM, 1993 (inéd.); F. Carles, I. Muñoz, C. Llor y P. Marset, Psicoanálisis en España (1893-1968), Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatría, 2000; R. Huertas, Los médicos de la mente. De la neurología al psicoanálisis, Madrid, Nívola, 2002.
Rafael Huertas