Catalina y Cobo, Mariano. Cuenca, 1842 – Madrid, 2.X.1913. Archivero, académico de la Real Academia Española, senador y escritor.
Estudió Derecho en Madrid y, tras terminar su formación universitaria, ingresó en el Cuerpo de Archiveros.
A la sombra de Severo Catalina, su tío, trabajó para el Ministerio de Fomento a mediados de la década de 1870. Aquel período fue el de mayor fecundidad literaria del conquense, quien publicó por entonces muchas de sus obras dramáticas.
A la muerte de Alejandro Oliván, Mariano Catalina ingresó en la Real Academia Española, donde ocupó el Sillón J. Poco antes, había sido elegido diputado por Cuenca, lo que alimentó las suspicacias de Salvador M. Granés, quien no dudó en relacionar ambas circunstancias. Su discurso de recepción en la Academia, leído el 20 de febrero de 1881, versó sobre La moral en los dramas de Calderón, y no tardó en ser publicado por Manuel Tello. Aureliano Fernández Guerra fue el encargado de contestarle en tan solemne acto. En 1898, tras el fallecimiento de Tamayo y Baus, Mariano Catalina fue nombrado secretario perpetuo de la Corporación, cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida el 2 de octubre de 1913.
Sobre su actividad profesional, Juan Valera dibuja en su correspondencia la figura de un Mariano Catalina entregado preferentemente al negocio editorial y, en consecuencia, un tanto alejado de los problemas intelectuales de su tiempo. En ese sentido, cabe recordar que fue dueño de la Colección de Escritores Castellanos, serie de notable prestigio en su época. Tuvo tiempo, sin embargo, para escribir diversas obras teatrales, como No hay buen fin por mal camino (1874), Luchas de amor (1877) o Alicia (1878), y para internarse en la senda de la literatura post-romántica con Poesías, cantares y leyendas (1879).
Al margen de la creación, y como estudioso de la cultura española, elaboró diversas ediciones de textos clásicos y publicó trabajos de investigación, como la Biografía de D. Pedro Antonio de Alarcón (¿1881?), que mantuvieron su vigencia muchos años después de su fallecimiento. Finalmente, Mariano Catalina colaboró con diversas publicaciones periódicas de difusión general, como La Época, La Ilustración Española o Antigüedades.
Obras de ~: El Tasso, Madrid, Antonio Pérez Dubrull, 1873; Leyendas piadosas de vidas de santos, trad. de ~, Madrid, Antonio Pérez Dubrull, 1873; La Gran Duquesa; No hay buen fin por mal camino, Madrid, Ricardo P. Infante, 1874; Massaniello, 1874; Luchas de amor, Madrid, Manuel Tello, 1877; Alicia, 1878; Poesías, cantares y leyendas, Madrid, Manuel Tello, 1879; Discursos leídos ante la Real Academia Española en la recepción pública del Sr. D. Mariano Catalina, Madrid, Manuel Tello, 1881; Biografía de D. Pedro Antonio de Alarcón, s. l., ¿1881? (en Obras completas de Pedro Antonio de Alarcón [...] con un comentario preliminar por Luis Martínez Kleiser, Madrid, FAX, 1943); (ed.) La poesía lírica en el teatro antiguo. Trozos religiosos, La poesía lírica en el teatro antiguo. Trozos filosóficos y morales y La poesía lírica en el teatro antiguo. Trozos amorosos, Madrid, Revista de Legislación, 1909-1913.
Bibl.: S. M. Granés, Calabazas y cabezas. Semblanzas de personajes, personas y personillas que figuran o quieren figurar en política, literatura, armas, ciencias o tauromaquia, Madrid, M. Romero, 1880, pág. 45; A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, págs. 275-276.
Eduardo Torres Corominas