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Luis de Céspedes y Xeria

Biografía

Céspedes Xeria, Luis de. España, s. m. s. xvi – Río de Janeiro (Brasil), m. s. xvii. Gobernador del Paraguay.

Llegó hacia 1593 al Perú, de donde pasó a Chile en 1603. Allí sirvió de soldado, sargento, alférez y capitán; en las poblaciones donde le tocó actuar construyó fortines y reducciones de indios. Aunque la relación de sus méritos no parece de mucha significación, el rey aprobó su nombramiento para la gobernación del Paraguay en 1624; quizás lo hiciera por su experiencia en el campo de la milicia o por haber mediado alguna recomendación de mucho peso. El título lo confirmó el Rey en El Pardo el 6 de febrero de 1625 y dos años después ya se encontraba en Bahía (Brasil), donde asistió al ataque que los corsarios holandeses perpetraron en la ciudad, hecho que postergó el viaje hacia su gobernación.

En febrero de 1628 contrajo nupcias en Río de Janeiro con la sobrina del gobernador Martín de Sáa, Victoria de Sáa, quien contribuyó con una dote de 40.000 ducados. En los meses siguientes estuvo en el puerto de Santos y en la ciudad de São Paulo, donde conminó a las autoridades de la Capitanía de San Vicente para que no dejara pasar a la gobernación del Paraguay a ningún portugués, bajo las penas que había impuesto. Continuó el viaje por tierra, haciendo de paso una visita a las reducciones jesuíticas. Aunque hizo muchas promesas de solucionar el problema de los bandeirantes, la amistad iniciada con los jesuitas no prosperó. En 1628 mandó publicar un bando en Villa Rica en el que prohibía la venta de armas a los indios o a los jesuitas, aunque éstos las precisaban para la defensa contra los bandeirantes.

Céspedes se propuso visitar las reducciones y los religiosos presentaron mil obstáculos a fin de impedir su llegada; las razones aducidas respondían a sospechas de algún entendimiento suyo con los bandeirantes paulistas, e incluso que quería controlar a los indios reducidos para confirmar si eran de las misiones o pertenecían a encomenderos de las ciudades del Guairá de donde se habían fugado. Con todo, la visita se fue realizando, siendo la primera y la única al Guairá efectuada por un gobernador en los siglos xvi y xvii.

Sus relaciones amistosas con el Brasil y su boda en Río de Janeiro con la sobrina del gobernador fueron algunas de las razones que daban soporte a las sospechas que contra Céspedes Xeria llegaban a España. El Consejo de Indias pidió a la Audiencia de Charcas que investigara el caso y para ello fue nombrado Hernandarias.

Como éste ya estaba achacoso y de edad avanzada, envió en su reemplazo a alguien de su confianza.

El informe presentado sostiene que el gobernador Céspedes Xeria “está de común acuerdo con los portugueses, abriéndoles el camino del Paraguay y del Perú”. También afirmaba Hernandarias que el camino recorrido por el gobernador hasta Asunción lo había hecho su mujer “quien vino acompañada de muchos portugueses y en especial de Andrés Fernándes, famoso sertanista”. Aunque las acusaciones de confabulación del gobernador con los bandeirantes no pudieron probarse, lo cierto es que Céspedes no había tomado serias medidas para evitar los ataques paulistas, situación que se agravaba al contar con una esposa portuguesa.

La Audiencia depuso a Céspedes Xeria en 1633, ya que éste no pudo defenderse de las acusaciones que le imputaban; entre tanto, los bandeirantes seguían asolando el Guairá, razón por la cual los jesuitas armaron a los indios bajo la dirección de algunos hermanos coadjutores y se formaron compañías de vecinos para interceptar la entrada de los portugueses.

El peligro se detuvo momentáneamente y Martín de Ledesma Valderrama tomó posesión del gobierno en el año antes citado. A pesar de su mal desempeño, Céspedes Xeria permaneció en Asunción, lo cual hace suponer a Mora Mérida que sus intereses personales debían de ser muchos. En 1648 actuaba de alcalde ordinario del Cabildo cuando, junto con otros capitulares, acusó a los jesuitas de poseer minas de oro en sus reducciones. El gobernador Andrés Garavito de León le obligó a retractarse y, finalmente, él y los demás cabildantes implicados fueron cesados en sus funciones y en 1657, el Rey confirmó la sentencia.

Desde entonces nada se supo de este gobernador, condenado como fue a “guardar perpetuo silencio en esta provincia”.

 

Bibl.: P. Lozano, Historia de la Compañía de Jesús de la Provincia del Paraguay, Madrid, Imprenta de la Viuda de Manuel Fernández, 1754-1755; A. R. de Montoya, Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape, Bilbao, Imprenta del Sagrado Corazón, 1892; N. del Techo, Historia de la Provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús, Madrid, A. de Uribe y Cía., 1897; J. F. Aguirre. Diario del Capitán de Fragata D. Juan Francisco Aguirre, t. II, Buenos Aires, Imprenta de la Biblioteca Nacional, 1950; J. L. Mora Mérida, Historia Social del Paraguay 1600-1650, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1973; A. Asttrain, Jesuitas, Guaraníes y Encomenderos, Asunción, Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch-Fundación Paracuaria, Missionsprokur S. J. Nürnberg, 1995; W. Priewasser, El Ilustrísimo don fray Bernardino de Cárdenas, Asunción, Academia Paraguaya de la Historia-Fondo Nacional de la Cultura y las Letras, 2000.

 

Margarita Durán Estrago