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Jerónimo Bautista de Lanuza

Biografía

Lanuza, Jerónimo Bautista de. Híjar (Teruel), 23.X.1533 – Albarracín (Teruel), 15.XII.1624. Obispo, predicador y teólogo dominico (OP).

Nació en la turolense Híjar el 23 de octubre de 1553. Estudió Latinidad en Albalate y Zaragoza. Después fue enviado a cursar Artes en la Universidad de Valencia, donde residió en casa de su hermano Martín, que llegó a ser regente del Consejo Supremo de la Corona de Aragón y justicia de aquel reino. En contacto con los dominicos del convento de Predicadores valenciano, decidió ingresar en dicha Orden, recibiendo su hábito el 18 de septiembre de 1569. Tuvo como maestro de novicios al que sería san Luis Bertrán y de cuya escuela de espiritualidad será uno de los más preclaros ejemplos. Profesó en dicha comunidad el 21 de septiembre del año siguiente e inició sus estudios eclesiásticos hasta finales del curso de 1571, pues al siguiente estaba en el salmantino convento de San Esteban para culminarlos.

Vuelto a Valencia, fue ordenado sacerdote hacia finales de 1576, teniendo muy pronto tareas docentes como lector en Artes y Teología. Profesor de Sagrada Teología, el 2 de marzo de 1589, recibió el título de maestro en ella. En ese mismo año fue elegido prior del convento de San Onofre, de Museros (Valencia), pero renunció al poco tiempo para dedicarse al estudio, dedicación que mantuvo durante diecinueve años, siendo siempre un ejemplo de virtudes y observancia regular. En 1596 fue nombrado provincial de la provincia de la Corona de Aragón por el maestro de la Orden, responsabilidad desde la que tuvo ocasión de mostrar sus dotes de mando, prudencia y celo por la observancia regular. Concluido el provincialato en 1600, se reintegró a la docencia y le dieron la cátedra de Sagrada Escritura en la Universidad de Zaragoza. Por segunda vez fue elegido provincial en 1613 y, sin finalizar el correspondiente cuatrienio, hubo de aceptar el episcopado. Obispo de Barbastro, fue preconizado el 19 de septiembre de 1616 y consagrado el posterior día 30, se distinguió por su pobreza evangélica y la práctica de la caridad, dando como limosna todo lo que recibía. Mucho sufrió por parte de algunos clérigos que, apoyándose en la Jurisdicción Real, le negaban la obediencia. Fue trasladado el 24 de julio de 1622 a la diócesis de Albarracín y en ella permaneció hasta su muerte, ocurrida el 15 de diciembre de 1624.

Su cuerpo fue trasladado a Zaragoza y recibió sepultura en la Capilla de la Anunciación de la basílica del Pilar. Oración, estudio y predicación fueron los rasgos fundamentales de su fisonomía espiritual, entregado de corazón a vivir el ideal dominicano. Su pobreza, hasta donar al Hospital de Albarracín lo único que le quedaba —el lecho en que moría—, su mortificación de cuerpo y espíritu, su fe ardiente con sed de martirio y su esperanza, que le movía a repetir con creciente alegría “in domum Domini ibimus”, no tenían otra meta que el desarrollo del amor. Una fuerza constante para ello la encontró en la devoción eucarística y mariana. Fue entusiasta predicador de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, siendo además considerado como el mejor predicador de su época. Tuvo don de profecía, atribuyéndosele intervenciones milagrosas y por ello en 1626 en Zaragoza, Valencia y Albarracín se realizó el proceso informativo de virtudes en orden a su beatificación, introduciéndose en Roma en 1677, ignorándose el motivo por el que no tuvo continuidad.

 

Obras de ~: Tractatus Evangelici, Zaragoza, 1612; Sermón en la beatificación de Santa Teresa de Jesús, Zaragoza, 1615; Sínodo diocesano de Barbastro, 1617; Homilías sobre el Evangelio de Cuaresma, predicadas en Barcelona, vols. I-III, Barbastro, 1621-1622 (reimpr. Barcelona, 1633-1635); Sínodo díocesano de Albarracín, 1624; Homilías sobre el Evangelio del Santísimo Sacramento del Altar, Barcelona, 1626; Adiciones a los tres tomos de homilías, Zaragoza, 1636 (que traducidas al latín fueron publicadas en Amberes, 1649, y Lyon, 1656; de ellas se publicó un compendio en Colonia, 1655, y otro en París, 1646. Nuevas versiones se publicaron en Amberes, 1653, y Colonia, 1655 y 1660; estas versiones latinas vertidas al castellano fueron publicadas en Salamanca, 1790 y 1791); Carta latina sobre asuntos de la Iglesia del Pilar, Zaragoza, 1658.

 

Bibl.: J. Fuser, Vida del Venerable Apostólico Varón D. Fr. Gerónimo Batista de Lanuza, de la Orden de Predicadores, Obispo de Barbastro y de Albarracín, Zaragoza, Pedro Lanaja, 1648; F. Vidal y Micó, Historia de la portentosa vida [...] de San Luis Bertrán, Valencia, Oficina de José Tomás Lucas, 1743, págs. 491-495; C. Fuentes, Escritores dominicos del Reino de Aragón, Zaragoza, Imprenta Gambón, 1932, págs. 72-83; L. Galmés, “Lanuza, Jerónimo Bautista OP”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 1268-1269; V. T. Gómez García, “Jerónimo Bautista de Lanuza, OP (1553-1624), discípulo de San Luis Bertrán”, en VV. AA., Corrientes espirituales en la Valencia del siglo xvi (1550-1600). Actas del II Simposio de Teología Histórica (20-22 abril 1992), Valencia, Facultad de Teología San Vicente Ferrer, 1983, págs. 267-287.

 

Alfonso Esponera Cerdán, OP