Fabius Maximus, Paullus. Roma (Italia), c. 46 a. C. – 14 d. C. Senador romano, amigo de Augusto y gobernador de la provincia de Hispania citerior.
Fue hijo de Quintus Fabius Maximus, el legado cesariano en Hispania y cónsul del año 45 a. C. que triunfó y murió aquel mismo año; sus hermanos fueron Africanus Fabius Maximus, cónsul del 10 a. C., y Fabia Paullina. Contrajo matrimonio, seguramente el año 16 a. C., con Marcia, hija del cónsul del año 38 a. C. Lucius Marcius Philippus y emparentada directamente con el emperador Augusto (27 a. C. – 14 d. C.). Paullus Fabius Maximus fue amigo del Emperador y miembro de su círculo personal (consilium principis). Como reputado orador y poeta, fue elogiado por Horacio (Odas, 4, 1, 14) y Ovidio (Pónticas, 1, 2, 69), que alabaron entre otros su destreza con el idioma. Juvenal le consideró un protector de la literatura (Sátiras, 7, 95). Perteneció al colegio sacerdotal de los Fratres Arvales.
De su carrera sólo se tienen algunos datos incompletos; accedió al Senado romano como cuestor el año 22 a. C. y ocupó el consulado en el 11 a. C.; inmediatamente después fue nombrado gobernador del Asia proconsular, la provincia romana del extremo occidental de Anatolia, para el año administrativo 10-9 a. C. Durante su gobierno en aquella provincia, dirigió una carta a las ciudades para que adoptasen el calendario basado en la fecha del nacimiento de Augusto.
Más tarde, Paullus Fabius Maximus fue gobernador de la Hispania citerior entre los años 4 y 1 a. C. La huella de su presencia en Hispania parece estar vinculada a un viaje de inspección por el noroeste de la Península Ibérica que Roddaz sitúa entre los años 3 y 2 a. C. En esos años, se habrían grabado las tres inscripciones en honor de Augusto en Lucus Augusti (Lugo), en las que Paullus Fabius Maximus aparece mencionado como legatus Caesaris; él mismo fue honrado en esos años en Semelhe, cerca de Bracara Augusta (Braga, Portugal) con un altar circular que celebraba su natalicio y en el que los Bracaraugustani aparecen como dedicantes. Alarcão ha planteado la posible existencia en este lugar de un centro religioso concebido por Augusto como lugar de reunión del concilium de los pueblos del noroeste, una especie de asamblea regional similar a la que administraba las provincias del Imperio, aunque no exista confirmación de ello por el momento. En todo caso, es evidente que Lucus Augusti y Bracara Augusta mantuvieron una relación privilegiada con Paullus Fabius Maximus.
La muerte de Maximus sigue siendo un asunto oscuro. Según Tácito (Annales, 1, 5), en el verano del año 14 d. C. el emperador Augusto, acompañado únicamente por Paullus Fabius Maximus, se desplazó en secreto a la isla de Planasia para visitar a Agrippa Postumus con el ánimo de buscar la reconciliación entre ambos. Tácito añade que Marcia, la mujer de Maximus, se lo contó a Livia, la esposa de Augusto, y que la indiscreción llegó a oídos del Emperador. Maximus murió unos días después; en su funeral, Marcia se acusó de ser la causa de la muerte de su marido (Annales, 1, 5, 2-3), por lo que Syme consideró que Maximus debió suicidarse.
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Estudios en lembranza do Prof. Dr. Alberto Balil, Santiago de Compostela, Universidad, 1992, págs. 389-415; R. S yme, L’aristocrazia augustea, Milano, Rizzoli, 1993, págs. 598-618; J.-M. Roddaz, “Hispania Pacata: l’Empereur et les Espagnes aux deux premiers siècles de l’Empire”, en Hispania terris omnibus felicior. Premesse ed esiti di un processo di integrazione, Pisa, Fondazione Canussio, 2002, págs. 211-212; O. Salomies, “Redner und Senatoren Eloquenz als Standeskultur (1.-3. Jh. N.Chr.)”, en Senatores populi Romani. Realität und mediale Präesentation einer Führungsschicht, Stuttgart, Franz Steiner, 2005, pág. 255.
Juan Manuel Abascal