López de Ayala y Velasco, Bernardino de. Conde de Fuensalida (VII) y conde de Colmenar de Oreja (I).
Madrid, 1605 post. – 14.I.1662. Gentilhombre de la Cámara del Rey y consejero de Estado.
Era nieto del último gran conde de Fuensalida, el V titular del condado, Pedro López de Ayala y Manrique de Lara, fallecido en agosto de 1599, que fuera postrero mayordomo mayor de Felipe II y miembro de su Consejo de Estado. Dejó el conde tres hijas de su matrimonio con María de Zúñiga: la mayor, Juana de Ayala, casada con Gonzalo de Carvajal, I marqués de Jodar; María de Zúñiga, esposa de Alonso de Fonseca, conde de Villanueva de Cañedo; y Jerónima de Ayala, casada con el comendador de Belvis, Antonio de Velasco y Rojas, señor de Villorias. Fue Jerónima VI condesa de Fuensalida tras los óbitos de sus hermanas. Tuvo de su matrimonio dos hijos, Catalina, que casó con Luis de Velasco, y Bernardino, que acabó sucediendo en los estados.
El VII conde de Fuensalida fue también señor de las Villorias y de Colmenar de Oreja, señor de las villas de Lillo, Guadamur y Nuecas, así como alguacil mayor de Toledo. A temprana edad fue honrado con la llave dorada de gentilhombre de la cámara del Rey y con el título condal sobre la villa de Colmenar de Oreja, ambos el 9 de septiembre de 1625, cuando todavía permanecía junto a su hermana Catalina bajo la tutela del marqués d’Este, Carlos Filiberto, su curador. Por una provisión real, fechada en Madrid, el 31 de julio de 1629, Felipe IV autorizó al conde de Colmenar para que pudiera administrar sus bienes, no obstante su minoría de edad, asunto que presupone que el conde en aquel entonces aún no había cumplido los veinticinco años.
Casó dos veces el conde, una con Isabel de Velasco, hija de Francisco Luis de Benavides, IV marqués de Frómista, y de Ana Carrillo de Toledo, II marquesa propietaria de la villa de Caracena. Se necesitó dispensa pontificia para el matrimonio debido al estrecho parentesco entre ambos contrayentes. Una vez llegó la bula de Urbano VIII, el casamiento tuvo lugar en el Alcázar de Madrid el 11 de noviembre de 1633. El 23 de enero de 1634 Felipe IV autorizó al conde de Colmenar para que pudiera asegurar con los frutos y rentas de su mayorazgo la dote de su esposa. De este matrimonio nacieron Francisco Pedro, su inmediato sucesor, y sus hermanos Antonio, Magdalena, Feliciana y Ángela. La fe de bautismo del que sería IX conde de Fuensalida, Antonio de Velasco, está fechada en 1642.
No se conocen responsabilidades militares al joven Bernardino más allá de su cargo de capitán de una compañía de las Guardas Viejas de Castilla. En calidad de tal fue requerido para hacer frente a la ofensiva francesa sobre la frontera de Navarra. El secretario Chaves comunicó al conde de Colmenar, el 26 de julio de 1638, que Felipe IV había convocado a todos los comendadores y caballeros de las Órdenes Militares para informarse de cuántos estarían prevenidos para servirle en la guerra con Francia. El Monarca ordenó al conde de Colmenar en agosto que el día 1 de noviembre, llegase a Burgos para rechazar a los franceses. El conde escribió al Rey y al arzobispo de Granada para manifestarles su deseo de servir a Su Majestad, si bien exponiendo abiertamente las dificultades por las que atravesaba su maltrecha hacienda. Tales excusas no demoraron la orden expresa del Rey para que acudiera a Burgos con cuanta gente de a pie y de a caballo pudiera reunir.
En 1637 fue honrado con la Grandeza de España. Más de una década más tarde un decreto de gracia expedido a favor del conde le asignó el oficio de alguacil mayor de Toledo al suceder en el condado de Fuensalida, en 1650. Gozó de tres encomiendas americanas, las de Chiapas (México), Guatemala y Huamachuco (Perú). Fue nombrado consejero de Estado el 8 de junio de 1659, durante la privanza de Luis de Haro. Falleció en la villa y corte el 14 de enero de 1662.
Su hijo y sucesor, Francisco Pedro, II conde de Colmenar de Oreja desde 1653 por cesión de su padre, fue capitán de caballos (1656-1659), maestre de campo en Flandes (1659-1661) y capitán de las Guardas Viejas de Castilla (1662-1667). Comenzó a servir en 1650, circunstancia que permitió a su señorío de Colmenar, por privilegio de Felipe IV, quedar eximido del pago de lanzas. Casó con Juana de Silva, hija del marqués de Almenara. Fallecido sin sucesión el 11 de octubre de 1667, le sucedió en sus títulos y estados su hermano Antonio López de Ayala y Velasco, IX conde de Fuensalida y III de Colmenar, quien llegó a desarrollar un brillante cursus honorum que le llevó a encadenar los oficios de virrey de Navarra (1676-1681) y de Cerdeña (1682-1686) y el de gobernador general de Milán (1686-1691).
Fuentes y bibl.: Archivo de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, Archivo Histórico, leg. 45, ramo 13, n. 1-16, “Cartas sobre asuntos patrimoniales del VII Duque de Medinaceli”; Archivo Histórico Nacional, Nobleza, Frías, C.845, D.2-3 (Curaduría del conde de Colmenar Bernardino de Velasco y su hermana Catalina, a cargo del marqués de Este, primero, y más tarde del conde de Fuensalida, 1624-1626); Frías, C.845, D.5-6 (Dispensa pontificia para el matrimonio del conde de Colmenar Bernardino de Velasco y Cárdenas con Isabel de Velasco, 1633); Frías, C.845, D.61-63 (Cláusulas del testamento del conde de Fuensalida y Colmenar, Bernardino López de Ayala, 1662); Frías, C.845, D.89 (Capitulaciones matrimoniales de Antonio López de Ayala, conde de Fuensalida y Colmenar y señor de Villerías, con María de la Cueva Enríquez, dama de la reina, hija de los marqueses de Bedmar, Gaspar de la Cueva y María Enríquez, 1669).
A. López de Haro, Nobiliario genealógico de los Reyes y Títulos de España, t. I, Madrid, Luis Sánchez, 1622, págs. 517-519; F. Barrios, El Consejo de Estado de la Monarquía Española: 1521-1812, Madrid, Consejo de Estado, 1984, pág. 381.
Santiago Martínez Hernández
