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Antonio Sepp von Reinegg

Biografía

Sepp von Reinegg, Antonio. Kaltern, Tirol (Austria), 22.XI.1655 – San José (Misiones, Argentina), 13.I.1733. Misionero jesuita (SI) y músico.

Perteneciente a la nobleza de su tierra natal, fue bautizado con el nombre de Joseph Antonio Sepp von Reinegg. Estudió con los mejores preceptores, quienes influyeron marcadamente en su futura elección vocacional. Enseñó retórica en Augsburg y, posteriormente, ingresó a la Compañía de Jesús en la provincia de Germanía Superior (28 de septiembre de 1674), realizando, poco después, sus primeros votos en Landsberg, Baviera (29 de septiembre de 1676).

Hacia 1682, solicitó, como muchos otros clérigos de su congregación, ser enviado al Paraguay, empresa tenida como “sobrenatural”, pero su petición fue denegada.

Si bien, los superiores intentaban enviar misioneros germanos y flamencos a las misiones indianas, porque al parecer eran más cariñosos y además sus lenguas frisaban más con las de los indígenas, España se oponía porque desconfiaba de los oriundos de los países herejes, sospechando de los espías disfrazados y, por mucho tiempo puso coto a esa emigración. No fue hasta 1691, cuando Sepp consiguió la autorización para viajar a las Indias. Junto con otros cuarenta y cuatro misioneros se embarcó en el puerto de Cádiz el 17 de enero de ese año, llegando a Buenos Aires el 6 de abril.

Al pisar tierra americana, quedó algo decepcionado con el panorama que presentaba Buenos Aires por ese entonces, según se desprende de una correspondencia escrita a sus superiores germanos en 1692. El misionero había observado que las casas eran construidas de un solo de un piso y de adobe con techos de juncos y subrayaba que los sacerdotes jesuitas eran los primeros en construir edificios más sólidos, con cal y ladrillos, fabricados por ellos mismos. Después de un mes de estadía en esa ciudad, partieron los misioneros hacia las reducciones ubicadas en la margen izquierda del río Uruguay. En el primer pueblo, Yapeyú, llegaron el 19 de junio de 1691, siendo recibidos al son de una sonora y estrepitosa música dirigida por el padre superior.

Fue en este sitio, donde Sepp inició su labor evangelizadora.

De acuerdo a sus posteriores relatos, se ocupó no sólo de administrar lo espiritual, sino también lo temporal, la economía y la educación. Fungió de cocinero, despensero, médico, enfermero, arquitecto, hortelano, tejedor, herrero, pintor, molinero, panadero, organista, ebanista, en una palabra oficiaba de maestro en todos los oficios. Gracias a su destreza y diligencia, los indios fueron instruidos y aprendieron la pintura, la fundición de campanas y se convirtieron en hábiles fabricantes de instrumentos musicales, algunos de los cuales eran ejecutados con arte y buen gusto por los mismos naturales. En poco tiempo la reducción llegó a contar con el primer conservatorio de música integrado por seis trompetas, tres diorbistas, cuatro organistas, treinta chirimías, veintiocho cornetas y diez de fagoto.

Hacia 1695, Sepp recibió la orden de trasladarse a la reducción de Nuestra Señora de Fe, siendo ésta una de las poblaciones más numerosas y extendidas del Paraguay. Al tiempo de su llegada se había propagado una terrible peste de viruela que asolaba a toda la provincia del Paraguay y sus alrededores. Trabajó incansablemente, corriendo de un lado a otro, cuidando a los enfermos o bien administrando los santos sacramentos a los moribundos. Una vez contrarrestada la epidemia, fue acometido por la disentería, postrándolo por varios días y dejándolo en un estado de debilidad tan deprimente, que fue necesario trasladarlo a la reducción de San Francisco Javier, con el propósito de que recibiera un cambio de aire y le ayudara a recuperar las fuerzas perdidas. En efecto, en breve tiempo recobró su salud y retornó a sus habituales quehaceres.

Otra de las reducciones más crecidas, era la de San Miguel, que uno o dos misioneros no alcanzaban para atender a tantas almas. En consecuencia, la superioridad resolvió en 1698, dividir dicha población y reubicar una parte de ella en otro sitio. En consecuencia, se le encargó al P. Sepp la ejecución de tal empresa.

Nada fácil sería llevar a feliz término la expedición, pues se trataba de conducir a unas cuatro mil personas a un campo raso, donde se debía edificar las cabañas, y trabajar de inmediato la tierra para obtener los alimentos de subsistencia. Después de varios días de marcha se encontró el terreno apropiado para erigir la nueva reducción. El P. Sepp siguió los principios establecidos para erigir la citada fundación y el 14 de septiembre fijó una cruz en el sitio donde sería ubicada la plaza mayor y tomando la tierra en el nombre de Jesucristo, dio lugar a la fundación del pueblo San Juan Bautista.

En esta nueva reducción, el P. Sepp volvió a distinguirse por su notable talento musical, llamando la atención de sus coetáneos por la variedad de instrumentos ejecutados a la perfección por los nativos.

Muy pronto, bajo su dirección se formó una especie de orquesta de cámara, la primera en las misiones jesuíticas, con instrumentos fabricados y ejecutados por los propios indígenas. El P. Sepp introdujo también el llamado estilo moderno en la música, es decir representaba a la nueva corriente musical, surgida en Italia a inicios del siglo xvii, anticipando la emancipación de la música instrumental.

No sólo sobresalió como músico sino también fue un excelente pintor, cantor y compositor. A él se debe el arreglo del primer órgano en la provincia del Paraguay y la introducción de otros instrumentos como el arpa, clarines, zampoñas y las trompetas. Permaneció cuarenta y un años en las reducciones sin haber ocupado un cargo superior y terminó sus días rodeado de sus fieles discípulos: los guaraníes. Para su entierro, vinieron los músicos indígenas de Yapeyú y ejecutaron composiciones de Johann Melchor Gletle y de Hainrich Biber.

 

Bibl.: E. Cardozo, Historiografía Paraguaya, t. I, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1959; Furlong, Misiones y sus pueblos de guaraníes, Buenos Aires, Imprenta Balmes, 1962; H. Storni, Catálogo de los Jesuitas de la Provincia del Paraguay. (Cuenca del Plata 1585-1768), Roma, Institutum Históricum, SI, 1980; “Historia Paraguaya”, en Anuario de la Academia Paraguaya de la Historia (Asunción), vol. XXII (1985); A. Viola, Origen de los pueblos del Paraguay, Asunción Ediciones Comuneros, 1986; L. Szarán, “El arte de la lutería en las reducciones Jesuíticas del Paraguay”, Revista de Cultura. Jazmín (Asunción), año 3/ n.° 12 (marzo de 1996); Ch. E. O’Neill (S.I.) y J. M. .ª Domínguez (S.I.) (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma-Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001.

 

Mary Monte de López Moreira

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