Doria del Carreto, Carlo. Duque de Tursi (I), en Nápoles. Génova (Italia), c. 1575 – 9.I.1650. Militar y diplomático genovés al servicio de España.
Hijo de Juan Andrea, príncipe de Melfi, y de Zenobia del Carreto. De su padre heredó el condado de Tursi, elevado después por Felipe III a ducado en 1609. Vinculado por sus antecedentes familiares desde juvenil edad al servicio de España, se halló en Madrid por primera vez en 1594, enviado en misión por su padre, que solicitaba de Felipe II la confirmación de feudos y privilegios de su familia, algunos de los cuales les habían sido confiscados tras la conspiración de Fiesco.
Iba recomendado al secretario Juan de Idiáquez.
Regresado a Génova, se ejercitó, en los años sucesivos, en los avatares de la guerra naval, propios de la tradición marinera genovesa y siguiendo la vocación familiar (su madre era hija de un lugarteniente —y rival— de Andrea Doria). En consecuencia, en plena juventud, obtuvo el mando de galeras genovesas, con las que hostigó a franceses y turcos.
En 1599 tuvo el honroso cometido de dirigir el paso por Génova de la reina de España, Margarita, proveniente de Austria, en cuyo cortejo mandó galeras, tanto genovesas como españolas.
En la siguiente década, primera del siglo xvii, Carlo Doria acaudilló varias expediciones militares contra los turcos, para lo cual heredó la escuadra de galeras que fue de su padre; así pues, mandó la flota que las potencias cristianas aliadas enviaron conjuntamente contra Túnez en 1619.
Se implicó más tarde en las contiendas que España sostuvo en la Italia septentrional, reportando éxitos contra las armas francesas en Saboya y secundando la política exterior del conde duque de Olivares, que lo tenía en gran estima. Cooperó con Ambrosio Spínola y el marqués de Santa Cruz en tales empresas españolas en Italia.
A partir de 1630, su actividad lo llevó al campo de la diplomacia. En ese año fue nombrado embajador de Felipe IV en Viena, ante el emperador Fernando II, en tanto acudía a hacerse cargo de la embajada el ya nombrado marqués de Mirabel, que finalmente no llegó a tomar posesión. Las instrucciones aparentes de Tursi eran las bodas del rey de Hungría, Fernando III, primogénito del Emperador, con la infanta María, pero debía, sobre todo, tratar de obtener el apoyo imperial para el plan español de atraerse al duque de Lorena y a los príncipes católicos alemanes para formar una liga contra Francia y los holandeses y presentar en la subsiguiente Dieta de Ratisbona un frente común con Madrid y Viena. Iba provisto para ello de cerca de medio millón de ducados, para usarlo como medio de persuasión de los ministros alemanes.
Llevaba, pues, el duque de Tursi dos cometidos: asistir a las bodas del rey de Hungría y futuro emperador con la infanta española María, con lo que se afianzaba la unión dinástica de los Habsburgo y a la vez representar a España en la Dieta para la elección de dicho rey de Hungría como rey de romanos. Para ello, era portador Tursi de cartas para los príncipes alemanes, que se esperaba entrasen en la prevista coalición.
En 1631 fue enviado como plenipotenciario a la Dieta de Ratisbona, en la que se negociaba la paz general. Allí, Carlo Doria fue consciente de que en los debates los intereses de España corrían riesgo de verse perjudicados e hizo cuanto pudo para favorecerlos, cerca de la Corte imperial. Efectivamente, la Dieta de Ratisbona resultó una decepción para la política exterior española, que no vio satisfechos todos sus propósitos.
El acuerdo que allí se suscribió el 13 de octubre de 1630 zanjó el conflicto de Mantua dejando a España aislada. La Casa de Austria salió perjudicada.
Pero los esfuerzos del duque de Tursi para impulsar la cooperación entre Madrid y Viena le fueron reconocidos y sus servicios a España, recompensados. Se le concedió la Grandeza de España y el título de general de las galeras y generalísimo de los ejércitos españoles en Italia. Ejerció, asimismo, la presidencia del Consejo de Italia.
Después de haber intentado actuar como mediador en los conflictos de Nápoles y de haber padecido allí prisión de los rebeldes en 1648, regresó a Génova, donde falleció en 1650.
Carlo Doria casó con Placidia Spinola. En Génova habitó el todavía hoy llamado palacio Tursi, destinado luego a sede comunal.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Instrucciones para la embajada, E, 2329 y 2331; Archivo Histórico Nacional, Estado, 3459, 3.
F. Barrios, El Consejo de Estado de la Monarquía Española, Madrid, Consejo de Estado, 1984, pág. 369; M. Cavanna Ciappina, “Doria, Carlo”, en Dizionario biografico degli Italiani, vol. XLI, Roma, Istitutto della Enciclopedia Italiana- Trecani, 1992, págs. 310-314; M. Á. Ochoa Brun, Historia de la diplomacia española, vol. VII, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 2006.
Miguel Ángel Ochoa Brun
