Arenas de Pablo, Juan José. Huesca, 3.VII.1940 – Santander (Cantabria), 9.XI.2017. Ingeniero de Caminos, catedrático y proyectista de estructuras.
Cursó la enseñanza media en el Colegio San Viator de su ciudad natal y en 1956 se trasladó a Madrid para preparar, en la Academia Díaz-Balaguer, el ingreso en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos. Ingresó en la Escuela en 1959 y en diciembre de 1963 terminó la carrera, con el número uno de su promoción. Ya antes de esa fecha había colaborado con la empresa Beire, con la que calculó una torre de catorce plantas proyectada por Miguel Fisac para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en Madrid. Volvió después a su tierra, donde trabajó con Industrias Albajar, para la que proyectó, en 1965, el puente de hormigón pretensado de Gallur y, en 1967, el de Alfocea, sobre el río Ebro. En ese mismo año se trasladó a Madrid.
Tras pasar seis meses contratado en una oficina de proyectos, en 1968 se estableció por su cuenta y, después de unos comienzos duros, empezó a recibir encargos de importancia, como el puente sobre el barranco de Literola, en el Pirineo aragonés, el del río Ara, en Boltaña, y el paso elevado sobre la avenida de los Pirineos, en Zaragoza, que data de 1971. Su consagración profesional llegó con los puentes sobre la M-30, en Madrid. Mientras tanto, en 1970 había obtenido el título de doctor ingeniero y, entre 1971 y 1976, fue profesor de hormigón pretensado en la Universidad Politécnica de Madrid. En 1976 ganó por oposición la cátedra de Puentes en la Escuela de Caminos de la Universidad de Cantabria.
En 1983 rehabilitó el puente de María Cristina en San Sebastián, obra de José Eugenio Ribera. Durante los años ochenta fundó con Marcos Pantaleón la empresa de ingeniería Apia XXI, de la que fue presidente hasta 1999. En ese período proyectó algunas de sus obras más conocidas, como el arco de Las Oblatas, en Pamplona, el puente de la calle Potosí en Barcelona, el viaducto de la Arena, en Vizcaya, el estadio de fútbol de Granada, el viaducto de la autopista del Atlántico, en Betanzos, las bodegas Señorío de Otazu, en Pamplona, y el arco de La Regenta, de 190 m de luz, en Asturias. Especial mención merece el puente peatonal de la Barqueta, un arco de acero de 168 m de luz, que sirvió de acceso a la isla de la Cartuja, convirtiéndose en símbolo de la Exposición Universal de Sevilla, de 1992.
En noviembre de 1999 creó Arenas y Asociados, de la que era presidente. Continuó proyectando estructuras, como la lonja de pescadores de Santander, y concurriendo a concursos restringidos, dentro y fuera de España, en los que su proyecto ha sido seleccionado, como el del puente móvil Puerta de Europa, en el puerto de Barcelona.
En 1992 se le concedió la Medalla de Honor del Colegio de Ingenieros de Caminos y en 1996 obtuvo el V Premio Internacional Puente de Alcántara por el arco de La Regenta.
En 2002, organizada por la Diputación Foral de Vizcaya, se celebró en Bilbao una exposición sobre su obra, con el título “Líneas de verdad”.
Hacia 2004 se le presentó una enfermedad que paulatinamente le fue paralizando y dificultando el habla, lo que no le impidió seguir, aunque con crecientes dificultades, impartiendo clases, escribiendo y dirigiendo su oficina. En 2008 fue galardonado por la Universidad de Palermo y ese año fue nombrado hijo predilecto de Huesca; en 2009 se le otorgó la medalla Gustave Magnel por su Puente del Tercer Milenio, sobre el Ebro en Zaragoza, y en 2010 se dio su nombre al Puente de las Llamas, de Santander. En marzo de 2016 la Real Academia de Ingeniería le nombró Ingeniero Laureado, distinción solo otorgada anteriormente en tres ocasiones, y en el verano de ese año se dedicó, a su figura y su obra, un curso monográfico de la Universidad Menéndez y Pelayo con el título “Juan José Arenas de Pablo, puentes y humanismo”. Poco antes había fallecido su mujer, Margarita Álvarez, que durante esos años había sido su soporte. Tras su muerte, la Revista de Obras Públicas le dedicó un número monográfico con dieciséis colaboraciones de proyectistas de puentes, profesores de la Escuela de Santander, admiradores y amigos.
Obras de ~: Cálculo de soportes de hormigón armado en teoría de segundo orden, Barcelona, Editores Técnicos Asociados, 1980; Aparatos de apoyo para puentes y estructuras, Santander, Universidad de Cantabria, 1981; El puente, pieza esencial del mundo humanizado, Santander, Universidad, Secretariado de Publicaciones, Intercambio Científico y Extensión Universitaria, 1982; “Los puentes en la Baja Edad Media”, en Tecnología y sociedad: las grandes obras públicas en la Europa medieval. XXII Semana de Estudios Medievales, Estella, 17 a 21 de julio de 1995, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1996, págs. 111-152; “El arco de La Regenta sobre el río Cabo”, en A. Bonet, Ingeniería y Naturaleza, una carretera en Asturias, Madrid, Ferrovial, 1996; “Las obras públicas, compromiso entre la naturaleza, la utilidad y el arte”, Cuenta y Razón, julio-agosto 1997, reproducido en Revista de Obras Públicas, 1997, nº 3370, 7-13; Caminos en el aire: Los puentes, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 2002, 2 vols.
Bibl.: VV. AA., Líneas de verdad, Bilbao, Exposición Archivo Foral de Bilbao, 2002; C. Nárdiz, “In Memoriam, Juan José Arenas”, en Revista de Obras Públicas, 3592 (noviembre de 2017), págs. 6-7; C. Nárdiz y L. Villegas (coords.), Revista de Obras Públicas, 3594, número monográfico Juan José Arenas, (enero de 2018).
Fernando Sáenz Ridruejo