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Juan Anello de Oliva

Biografía

Oliva, Juan Anello de. Nápoles (Italia), 1572 – Lima (Perú), 5.II.1642. Cronista jesuita (SI) de Indias.

Estudió en el Colegio de los jesuitas de su ciudad y en 1597 arribó al Perú con el padre Felipe Claver, formando parte de un grupo de doce operarios que enviaba el general Claudio Acquaviva. Estudió en Lima, recibió las órdenes sagradas y pasó a la residencia de Juli para la tercera probación. Después sirvió en los Colegios de Chuquisaca, Potosí, Arequipa y Callao, donde fue rector en 1636.

Desde 1625, estimulado por el padre visitador Fernando de Lira, empezó a escribir sobre la Compañía de Jesús. La Congregación General reunida en Lima en 1630 le repitió la orden y aplicado a ello terminó Vidas de varones ilustres de la Compañía de Jesús de la provincia del Perú, obra que escapa al calificativo de simple crónica, pues contiene una introducción con la historia del Perú y una crónica pormenorizada de los jesuitas en esa provincia. La primera parte resulta de gran interés, pues trae largos relatos y leyendas no consignadas anteriormente. Una de ellas explica el pasado milenario de los pueblos andinos que Oliva remonta a la región de Sumpa, zona costera de la actual República del Ecuador.

Según esta leyenda, tras el diluvio, un grupo humano orilló por el mar Caribe y fundó Caracas en las costas de Venezuela. Algunos descendientes pasaron a la región de Manabí en lo que hoy es Ecuador y fundaron Caráquez. De ellos procedió el príncipe Tumbe, quien bajó a Sumpa y tuvo dos hijos, Quitumbe, que siguió el viaje, y Otoya, que lo sucedió en el gobierno de Sumpa y fue asesinado por unos gigantes. Quitumbe se enamoró, en la isla Puná, de las princesa Llira y nació Guayanay, que en idioma quichua significa golondrina, prolongando su estirpe en los Huancavilcas y Punáes de la costa ecuatoriana. Después regresó a su tierra, subió por la hoya del río Guayabamba, derrotó a los nativos y fundó el Reino de Quito. Uno de sus descendientes se llamó Tome, que huyó hacia el sur y en la isla Puná conoció a su sobrino Atau, hijo de Guayanay. Juntos viajaron hasta las orillas del lago Titicaca y allí casó Atau y fue padre de una pareja de hermanos —Manco Capac y Mama Ocllo— que, diciendo que eran hijos del Sol, fundaron la ciudad del Cuzco y la dinastía de los emperadores del Tahuantinsuyo, cuya genealogía relata Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales. Esta leyenda confirmaría el origen de los pueblos quichuas, que lentamente bajaron de norte a sur hasta establecerse en el lago Titicaca.

Anello de Oliva falleció en el Colegio de San Pablo de Lima el 5 de febrero de 1642.

Con el paso de los siglos su obra fue a enriquecer a los fondos bibliográficos del Museo Británico de Londres, donde la encontró en 1857 el americanista Terneaux Compans, que compendió su introducción y la editó en francés, omitiendo todo lo relacionado a los jesuitas. En 1895, Juan Francisco Pazos Varela y Luis Varela y Orbegoso publicaron la introducción completa en edición limeña.

 

Obras de ~: Vidas de varones ilustres de la Compañía de Jesús de la provincia del Perú, Lima, 1630.

 

Bibl.: Ch. E. O’Neill (SI) y J. M.ª Domínguez (SI) (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma-Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001; R. Pérez Pimentel, Diccionario Biográfico del Ecuador, t. VI, Guayaquil, Imprenta de la Universidad, 2002 (2.ª ed.).

 

Rodolfo Pérez Pimentel

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