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Francisco Javier Miranda

Biografía

Miranda, Francisco Javier. Ledesma (Salamanca), 24.III.1730 – Bolonia (Italia), 18.V.1811. Jesuita (SI) expulso, misionero, capellán militar y escritor.

Ingresó en la Compañía de Jesús el 10 de mayo de 1746, en el Colegio de Salamanca. Hecho el noviciado, fue destinado a la provincia del Paraguay y llegó a Buenos Aires (Argentina) en la expedición del padre húngaro Ladislao Orosz (169-1773), el 1 de enero de 1749, quien fue procurador en Roma y Madrid (1745-1748). En la misma expedición iban, con destino a Córdoba (Argentina) otros notables jesuitas, como Tadeo Enis (1714-1769), Domingo Muriel (Tamames, Salamanca, 1718-Faenza, 1795) y Martín Dobrizhofer (Friedberg, Austria, 1718-Viena, 1791), que se destacarían en sus labores en las reducciones guaraníes (centros de población india, dirigidos por los jesuitas, sometidos a la evangelización y a un régimen comunitario, muy reglamentado, basado en la obediencia, el trabajo y el igualitarismo socioeconómico).

Completó la Filosofía en el Colegio Máximo de Córdoba del Tucumán, y fue pasante en el colegio de Montserrat y secretario del provincial José Barreda (1687-1763) para los asuntos del Tratado de Límites entre España y Portugal, que afectaban a las reducciones (1752). Ambos fueron muy receptivos con la situación de los guaraníes, pero pudieron hacer muy poco ante la cerrazón del jesuita Lope Altamirano, nombrado comisario por el padre general para supervisar dicho Tratado. Cursada la Teología (1753-1755) en Córdoba, fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1755, en la misma ciudad. Después enseñó Teología dos años en Buenos Aires, y fue enviado (1757) otra vez a Córdoba como profesor de Moral y Derecho Canónico. En ambas ciudades se distinguió por sus dotes oratorias. Fue uno de los capellanes de las tropas guaraníes de las reducciones, enviadas (1762) por el gobernador de Buenos Aires, Pedro de Ceballos, a retomar de los portugueses la Colonia del Sacramento (en el actual Uruguay). Emitió los últimos votos el 15 de agosto de 1763, en Córdoba.

El decreto de expulsión (1767) le llegó en San Miguel de Tucumán. Con la mayoría de los jesuitas de la provincia del Paraguay se estableció en Faenza (Italia), donde enseñó Teología a los jóvenes jesuitas hasta 1773, y, al suprimirse la Compañía en agosto de ese año, pasó a Bolonia por el resto de su vida, donde contó con la amistad del rector del Colegio de Españoles de Bolonia, Simón Rodríguez Laso, también salmantino, como demuestra el hecho de que éste sufragase el coste de la impresión de la Vida del P. Domingo Muriel, último provincial del Paraguay, su antiguo profesor de Latín en Salamanca (España) y de Filosofía en Córdoba. Esta obra, de gran valor literario, no sigue la pauta panegirista de la época y es un documento histórico de primer orden.

Informador de Hervás para las lenguas del Paraguay (Idea dell’universo, vol. V, 157), en 1793 reseña que “tradujo la historia francesa que, del Paraguay, publicó el jesuita Charlevoix”. En el Archivo de Loyola se custodian numerosos manuscritos de Miranda. Entre sus otras obras, un tanto apologéticas, destacan su “Sinopsis o ensayo de los daños [...] seguidos del destierro de los Jesuitas del Paraguay”, un relato de las vicisitudes de los novicios expulsos, y con el título de “El Fiscal fiscalizado”, una voluminosa refutación de la Consulta del fiscal del Consejo de Castilla Pedro Rodríguez Campomanes (1767), sin duda su obra más importante, recientemente editada por Enrique Giménez. La expulsión de España de los jesuitas, en 1767, dio lugar a una abundante literatura a favor y en contra de la medida llevada a cabo por el rey Carlos III. Siguiendo el modelo de la Anatomía del informe de Campomanes del P. José Francisco de Isla, en El Fiscal fiscalizado, Miranda sostiene que la expulsión fue fruto de lo que él consideraba una cábala infernal, destinada a destruir la Iglesia. La legitimidad del Consejo de Castilla, organismo impulsor de la expulsión, era nula porque los consejeros habían sido escogidos por su anti jesuitismo y al dictado del fiscal Campomanes. La finalidad de El Fiscal fiscalizado era la de refutar las acusaciones contra la Compañía de Jesús del fiscal Campomanes, calificadas en su conjunto por él como libelo infame. Defiende la superioridad del poder espiritual sobre el temporal y que la utilización del poder de manera arbitraria era siempre delito. Otro de los núcleos de la argumentación de Miranda es la refutación de la acusación central señalada a la Compañía como partícipe en multitud de tumultos, rebeliones y regicidios. La supuesta moral relajada de los jesuitas, nacida según sus detractores del probabilismo, fue objeto de gran atención por Miranda, ya que atribuir a los jesuitas un criterio relajado en cuestiones de moral era una acusación muy extendida; lo mismo en la polémica de los controvertidos métodos misionales (ritos chinos y ritos malabares), con que el anti jesuitismo y órdenes religiosas rivales atacaban la labor misionera jesuítica. En todo el escrito se advierte una fuerte animadversión hacia el fiscal Campomanes, al que trata con términos despreciativos, cuando no claramente injuriosos. Recordemos que había criticado duramente el gobierno de la Compañía por su “obediencia ciega” al Papa, considerado soberano extranjero. Miranda da por supuesto que el rey Carlos III ha sido engañado por sus consejeros, con lo que lo exonera de los cargos que aplica sin miramiento alguno al fiscal Campomanes y a toda la camarilla de pérfidos traidores, como él llama a los ministros regalistas. También considera a Campomanes como un agente al servicio de Portugal, convencido de que los jesuitas formaban un cuerpo de sediciosos peligrosos para el estado. El Fiscal fiscalizado constituye una muy peculiar aportación a la historia de España, de la Iglesia Católica y de la Compañía de Jesús.

 

Obras de ~: ““Los novicios de Córdoba del Tucumán y otros novicios Americanos. Relato de sus pruebas y constancia en seguir la Compañía de Jesús en la expulsión de Carlos III”, en Revista Eclesiástica del Arzobispado de Buenos Aires, 6 (1906), págs. 199-209, 285-297 y 367-380; Vida del venerable sacerdote Don Domingo Muriel, religioso un tiempo de la abolida Compañía de Jesús y último provincial de su provincia del Paraguay, ed. de P. Hernández, Córdoba (Argentina), Universidad Nacional, 1916; “Sinopsis o ensayo de los daños en lo espiritual y temporal, seguidos del destierro de los Jesuitas del Paraguay y por identidad o paridad de razón, de los daños de una y otra clase seguidos en las dos Américas, Septentrional y Meridional”, en G. Furlong, Francisco J. Miranda y su “Sinopsis” (1772), Buenos Aires, 1962, págs. 57-92; Breve relación de la República jesuítica del Paraguay (ms.); Discurso por el restablecimiento de la Compañía (ms.); Philosophia Naturalis sive Physica (ms.); Tractatus Theologicus de Merito Xhristi (ms.); El Fiscal fiscalizado, o sea, Examen de la consulta de D. Pedro Rodríguez Campomanes, Fiscal del Consejo Extraordinario de Castilla, hecha a nombre del mismo Consejo al Rey Nuestro Señor, en vista del Breve del Papa Clemente XIII, en que se interesaba por los jesuitas extrañados de los dominios de España (El fiscal fiscalizado. Una apología de los jesuitas contra Campomanes, est. introd., transcr. y notas de E. Giménez López, Alicante, Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2013); Glosas a las cartas de Manuel Abad Illana con motivo de la expulsión de los jesuitas, A. Mª. Martínez de Sánchez y S. G. A. Benito Moya (eds.), Córdoba (Argentina), Universidad Nacional - Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 2015.

 

Bibl.: C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, Bruxelles-Paris, A. Picard, 1890, vol. XII, col. 1158; L. Polgár, Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jésus, 1901-1980, vol. 3/2, Roma, Institutum Historicum SI, 1983, pág. 539; Ch. E. O’Neill (SI) y J. M.ª Domínguez (SI) (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma-Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001; A. Astorgano Abajo, “La Biblioteca jesuítico-española de Hervás y Panduro y su liderazgo sobre el resto de los ex jesuitas”, en Hispania Sacra, 112 (2004), págs. 171-268; L. Hervás y Panduro, Biblioteca jesuítico-española, ed. de A. Astorgano, Madrid, Libris Asociación de Libreros de Viejo, 2007, págs. 636-637; M. L. López Guadalupe Muñoz, “Reseña” a F. J. Miranda, El fiscal fiscalizado. Una apología de los jesuitas contra Campomanes, op. cit., en Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, 40 (2014), págs. 409-412.

 

Antonio Astorgano Abajo

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