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Manuel Valdivia Ureña

Biografía

Valdivia Ureña, Manuel. Martos (Jaén), 12.XI.1928 - Valencia, 29.IV.2014. Ingeniero agrónomo.

Manuel Valdivia Ureña fue doctor ingeniero agrónomo por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid (1961) y doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense (1963), con una tesis dirigida por el profesor Ricardo San Juan Llosá. Su trabajo docente e investigador lo desarrolló en las Universidades de Valencia como catedrático de Análisis Matemático II y III desde 1965 y como catedrático de Matemáticas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos desde 1969. Dirigió treinta y tres tesis doctorales en Análisis Matemático y creó una amplia escuela de discípulos en las Universidades de Alicante, Castellón, Madrid, Murcia y Valencia, con quince catedráticos de Universidad, trece profesores titulares de Universidad y tres catedráticos de Escuela Universitaria. Siempre mostró una gratitud inmensa hacia sus maestros y una gran esperanza en sus discípulos, a quienes inculcó la necesidad de enseñar, de aprender y de buscar respuestas.

Colaboró con diversos organismos de investigación (Ministerio de Educación y Ciencia, Convenios de Investigación del Ministerio de Asuntos Exteriores, programas de la Comunidad Económica Europea, Erasmus, Tempos, etc.).

Pronunció conferencias sobre sus investigaciones en el Instituto Poincaré de París, en el Center Stephan Banach de Varsovia, en las Universidades de Lyon, Toulouse, Burdeos, Bonn, Fráncfort, Maïnz, Saarbrücken, Tubinga, Oldenburg, Paderborn, Dusseldorf, Múnich, Lieja, Roma, Lecce, Bari, Potenza, Palermo, Universidad Federal de Río de Janeiro, Universidad de Campinas, Estatal de Santiago de Chile, Universidad de Pretoria (República Sudafricana), University College de Dublín y Trinity College de Dublín (Irlanda) y en las Universidades y centros de investigación españolas.

Recibió los siguientes nombramientos, distinciones y premios: académico de número de las Reales Academias de Ciencias (1977) y de Ingeniería desde su fundación; académico correspondiente de las Academias de Ciencias y Artes de Barcelona (1985), de la Real Academia de Ciencias de Lieja (1990), de la Academia Canaria de Ciencias (1999) y académico de honor de la Academia de Medicina de Valencia (2003); doctor honoris causa por las Universidades Politécnica de Valencia (1992), Jaime I de Castellón (1992), de Lieja (1994), de Alicante (2000) y de Jaén (2002); Gran Cruz de Alfonso X el Sabio al mérito docente (1981); primera Medalla de Oro del Consejo Valenciano de Cultura (2001) y del Ayuntamiento de Martos; Hijo Adoptivo de la ciudad de Valencia; socio de honor de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos; Premio de Investigación Científica de la Confederación Empresarial Española (1999) y Premio de la Fundación Sanchis Guarner (2000).

Desde la década de 1960 el profesor Valdivia figuró entre los investigadores más destacados en Análisis Funcional. Su obra Topics in locally convex spaces es considerada por los especialistas como un texto fundamental y básico para los investigadores en ese campo. Sus más de ciento cincuenta artículos de investigación contienen la solución a problemas planteados por eminentes especialistas durante la segunda mitad del siglo XX, como Bourbaki, Köthe, Dieudonné, Godefroy, Grothendieck y Schwartz, estos dos últimos medallas Fields.

Algunos de los problemas resueltos por el profesor Valdivia llevaban más de treinta años preocupando a los investigadores de Análisis Funcional, esperando que alguna mente con ideas innovadoras diese la solución. También se deben al profesor Valdivia importantes generalizaciones, de las que algunas dan la máxima extensión posible. Por ello la obra del profesor Valdivia es muy conocida y admirada por la comunidad matemática internacional y tiene resultados y conceptos ya recogidos en libros de prestigio con su nombre, como El teorema de la gráfica cerrada de Valdivia o Los compactos de Valdivia. El profesor Valdivia fue clave en el incremento en calidad y cantidad de la producción matemática de España, que en los últimos cuarenta años pasó de ser casi desconocida a estar entre las diez primeras a nivel mundial.

El profesor Valdivia trabajó sus últimos años, con su habitual profundidad y fecundidad, impulsando la colaboración entre destacados matemáticos españoles y extranjeros. La teoría de espacios de Banach, el análisis clásico, la holomorfía infinita y la interpolación son los campos que centraron su interés en esta última etapa. Resultó sorprendente su facilidad para adentrarse en nuevos campos e investigar simultáneamente en diferentes áreas, así como su astucia para desarrollar nuevas técnicas cuando se enfrentaba a problemas abiertos, desmenuzando siempre los temas que trata. Todo ello le llevó a una nueva forma de ver la matemática, presidida por la sencillez y claridad, sin perder tiempo en rodeos innecesarios. Esta manera de trabajar la enseñó a sus discípulos con su labor y la ilustró siempre con anécdotas, como la del estudiante que presentó una teoría física muy complicada a Einstein, quien convencido de que la naturaleza era más simple, le comentó que no debía ser cierta, añadiendo que “Dios es astuto (ocultando las leyes), pero no perverso”.

Los dos homenajes internacionales que recibió, con motivo de sus sesenta y setenta aniversarios, reunieron a los mejores especialistas mundiales de Análisis Funcional. Ambos fueron organizados por las Universidades de Valencia con organizadores de las Universidades de Kent (Estados Unidos), Paderborn (Alemania), Barcelona, Zúrich (Suiza) y Lieja (Bélgica). El segundo se celebró en el año 2000, Año Mundial de las Matemáticas, con más de trescientos asistentes y doscientas cincuenta conferencias. Resultó el congreso de Análisis Funcional más importante del mundo en ese año.

Sus dotes matemáticas estuvieron acompañadas por su pasión por la lectura y por un fino sentimiento estético para la poesía y la música. La vida interna de la matemática le llevó a la emoción poética; sintió la matemática como una bella sinfonía, y lo que más valoró en la ciencia fue su aspecto matemático.

Su mayor deseo fue seguir haciendo matemáticas con el entusiasmo de siempre y, como Virgilio, siempre mantuvo que “hay que estudiar, hay que trabajar con ilusión juvenil, como si uno no fuese a morir nunca”.

 

Obras de ~: “Absolutely convex sets in barrelled spaces”, en Annales Institut Fourier, 21 (1971), págs. 3-13; “A class of bornological barrelled spaces which are not ultrabornological”, en Mathematischen Annalen, 194 (1971), págs. 43-51; Topics in Locally Convex Spaces, Hardbound, North Holland Publishing Company, 1982; “Quasi-LB-spaces”, en Journal London Mathematical Society, 35 (1987), págs. 149-168.

 

Bibl.: http://www.rac.es/2/2_ficha.asp?id=195&idN3= 6&idN4=40.

 

Manuel López Pellicer