Gil Estalella, Pedro. Reus (Tarragona), 1551 – Barcelona, 15.IX.1622. Superior jesuita (SI), predicador, calificador del Santo Oficio y escritor.
Nieremberg definía la naturaleza de este jesuita, como “de nación Español, de patria Catalan, y nacio en el Arçobispado de Tarragona”. Era un hombre formado, “ya muy buen filósofo” y de gran prestigio, cuando entró en marzo de 1574 en la Compañía de Jesús, siendo recibido en la ciudad de Tarragona.
Cursó las disciplinas propias de la Teología y recibió el grado de doctor en la Universidad propia de los jesuitas, en la villa ducal de Gandía, en 1603. La leyó por espacio de veinte años en el colegio de Nuestra Señora de Belén de la ciudad de Barcelona. En ese espacio de tiempo, recibió la obediencia de diferentes cargos de gobierno, como rector de aquella mencionada casa (en tres ocasiones, entre 1594-1597, 1603- 1607 y 1616-1619). También fue rector del colegio de Palma de Mallorca, entre 1611 y 1614. Asimismo, se le encargó la visita de los colegios de la provincia de Aragón en 1605, de la casa de Palma en 1607, así como el gobierno de aquella provincia, entre 1619 y 1622. También fue calificador de la Inquisición de Cataluña entre 1604 y 1622, siendo el primero que se encargó de estas responsabilidades; hombre habitual en el consejo para con los obispos y virreyes que pasaban por la Ciudad Condal por espacio de cuarenta años en los que residió este jesuita en ella. Se distinguió por su trato con los hombres de gobierno y más ilustres de aquella sociedad. No por ello, respondió a la imagen de jesuita cortesano y relajado. Así, cuando el duque de Maqueda le quiso llevar a Sicilia para favorecerse de su consejo, Gil Estalella contestó que deseaba vestir con la sotana humilde de un jesuita.
Contribuyó de manera decisiva a que la Universidad de Barcelona hiciese el voto inmaculista o en favor de la defensa de la Inmaculada Concepción, en el año 1619, período de tiempo clave en esta controversia de carácter teológico. Con todo, contribuyó a la resolución de conflictos entre autoridades civiles, eclesiásticas y militares con jurisdicción y competencia en el Principado de Cataluña. Gil Estalella solucionó los problemas que se plantearon a la muerte de Felipe II en 1598, con ocasión del juramento que los diferentes estamentos debían realizar para con el nuevo monarca Felipe III.
Fue un jesuita muy prestigiado en sus trabajos, pues habitualmente era requerido como predicador, como director de retiros, como colaborador en sínodos, como visitador de conventos de religiosas. Se encontraba muy relacionado con la diócesis de Barcelona.
Coordinó los trabajos de los de la Compañía en la atención y auxilio de los efectos provocados por la peste de 1589, en la cual murieron seis jesuitas. Ayudaba a los colonos de las fincas de los colegios cuando el ciclo agrícola era negativo para las cosechas. Mostró su disconformidad con la organización de bailes y máscaras en el período festivo del carnaval, e instituyó desde 1604 el triduo de las Cuarenta Horas, lo que provocaba en aquella sociedad sacralizada un notable deslucimiento.
Era un hombre muy cualificado para llevar a buen fin la vida económica de los colegios, sobre todo cuando los recibía como rector, cargados de deudas.
Sin embargo, esta dimensión la proyectaba no solamente sobre los domicilios de la Compañía, sino que contribuyó al saneamiento de la crisis que sufría la Lonja de Barcelona en 1606. Los tres rectorados que desarrolló sobre el colegio barcelonés de Belén sirvieron para mejorar notablemente su edificación, superó y solucionó pleitos que se habían cronificado y que contribuían negativamente a su cotidianidad; impulsó la vida espiritual e intelectual de la casa, apreciándose el prestigio de los estudios. Entre sus ministerios apostólicos se distinguió por la atención a los condenados a muerte, llegando a acompañarles hasta la horca.
Obras de ~: Memorial de Manaments y advertencias de molt Illustre y Reverendissim señor don Joan Dymas Loris, bisbe de Barcelona, Barcelona, 1598; Historia natural e geografía de Cataluña, 1600 (ed. de I. Iglesies, Barcelona, 1949); Modo de aiudar a ben morir ais qui per malaltia o per iustica morem, es utilissim per a tots los Parocos y Confessors, y Sacerdots ques emplean en profit de las Animas, Barcelona, en la estampa de Ioan Amello, 1605; Vida de la Madre Estefanía de la Concepción, Carmelita descalza (ms. en el convento de Barcelona).
Bibl.: J. E. Nieremberg, Vidas exemplares y venerables memorias de algunos Claros Varones de la Compañía de Iesvs, de los quales es este tomo qvarto, Madrid, por Alonso Paredes, 1647, págs. 535-537; C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, vol. III, Bruxelles, Oscar Schepens, 1892, págs. 1413-1414; J. Simón Díaz, Jesuitas de los siglos xvi y xvii: escritos localizados, Madrid, Universidad Pontificia de Salamanca, Fundación Universitaria Española, 1975, pág. 71; F. de P. Solà, “Gil Estalella, Pedro”, en Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, vol. II, Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu, Universidad Pontificia Comillas, 2001, págs. 1728-1729.
Javier Burrieza Sánchez
