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Juan Gualberto López-Valdemoro y de Quesada

Biografía

López-Valdemoro y de Quesada, Juan Gualberto. Conde de las Navas (V). Málaga, 26.IX.1855 – Madrid, 28.IV.1935. Bibliotecario, bibliógrafo y escritor.

Fue hijo de Norberto López-Valdemoro y de Juana Gualberto de Quesada, y sucedió en el título a la IV condesa de las Navas —su abuela materna—, Carmen Pizarro y Ramírez, descendiente del conquistador de Perú. Estudió el bachillerato en su ciudad natal y en Cabra (Córdoba), y la carrera de Derecho, sin mucha vocación, en las Universidades de Granada, Madrid y Sevilla, donde se licenció en 1876. Poco después, en Lucena, en casa de su abuela materna, conoció a Juan Valera, lejano pariente y amigo de la familia, hacia el que sintió gran admiración toda su vida, quien le introdujo en las tertulias literarias de Madrid, en las que conoció y trató al poeta Zorrilla, a Cánovas, a Menéndez Pelayo y a otros literatos. Tras breves empleos en el Ministerio de Gobernación y en el Cuerpo de Correos, recibió en 1880, del rey Alfonso XII, el nombramiento de mayordomo de semana de Palacio. Ese mismo año inició sus colaboraciones literarias en periódicos y revistas, con algunos cuentos (su género preferido) que seis años después recopiló en La docena del fraile. El mismo año de 1886 se matriculó en la Escuela de Diplomática para obtener el título de archivero-bibliotecario, su auténtica vocación, título que obtuvo dos años después, en 1888. Inmediatamente después fue nombrado profesor auxiliar de la Escuela de Diplomática, y en 1898 recibiría el nombramiento de catedrático de Archivonomía de la misma. Suprimida la Escuela de Diplomática en 1900, fue adscrito a la Universidad Central, de la que en 1912 llegó a ser catedrático numerario de Paleografía, puesto que desempeñó hasta su jubilación en 1925.

En 1890 contrajo matrimonio con María Fesser y Fesser, con la que además compartió su afición por los libros. Tuvieron dos hijas y un hijo, de los que María heredaría el título de condesa de las Navas. También en 1890 ingresó como oficial 2.º en la Biblioteca Particular de Su Majestad, y en 1893 fue nombrado bibliotecario mayor de la misma, puesto en el que permaneció hasta el advenimiento de la República en 1931. La Biblioteca de Palacio había iniciado su organización en tiempos de su predecesor, Manuel Remón Zarco del Valle, y con el conde de las Navas avanzó en gran medida hacia su modernización, tanto por la mejora de sus instalaciones como por la renovación de su estructura: realizó numerosas adquisiciones, promovió y publicó catálogos, mejoró los índices en fichas y realizó otros nuevos, renovó el sistema de signaturas y la descripción de los libros, etc. En el primer volumen de su Catálogo de la Real Biblioteca. Impresos: Autores: Historia (1910), trazó además la historia de las bibliotecas de los reyes de España.

En 1922, a propuesta del conde de la Viñaza, de Emilio Cotarelo y de Ramón Menéndez Pidal, fue nombrado académico de la Real Academia Española. Leyó su discurso de ingreso, sobre La conversación amena, el 17 de febrero de 1924, en sesión presidida por Alfonso XIII, y fue contestado por el conde de la Viñaza.

Bibliófilo y bibliógrafo sobre temas pintorescos, como las gallinas, el agua, el aceite de olivas o el chocolate, se interesó por el arte de la encuadernación, estudiando la colección de su paisano el abogado José Lameyer. Entre los temas de su interés se encontraba el feminismo, que desarrolló en su conferencia sobre La mujer y el libro (1916); en la Biblioteca de Palacio había iniciado en 1893, y con motivo de la Exposición Universal de Chicago de ese año, en la que la Biblioteca colaboró en el Departamento de la Mujer, un índice de la materia “Feminismo” en el que recogía todas las obras escritas por mujeres o sobre ellas que contenía la Biblioteca.

Monárquico convencido, exaltó la Monarquía en trabajos sobre la educación de Alfonso XII, la vida de María de las Mercedes, etc.

En su faceta literaria destacó como autor de cuentos de tipo costumbrista, de carácter ligero, jocoso e intrascendente, a veces rozando lo sentimental. Como autor o recopilador de chascarrillos y chistes se mantuvo entre lo popular y lo vulgar (e incluso lo escatológico), a veces en colaboración con Juan Valera, Narciso Campillo y el doctor Thebussem. En la novela desarrolló algunos temas de los cuentos, siguiendo la pauta naturalista de sus contemporáneos Valera, Pardo Bazán, etc. Sus temas principales son los amores, más o menos desgraciados, cuyo desarrollo oscila entre el ámbito rural y la corrupción capitalina, generalmente con final feliz y moralizante, muy del gusto de la época. Su estilo cuidado, la fina descripción del paisaje y del ambiente rural, especialmente de Andalucía, es lo que hoy puede gustar más de su producción narrativa.

Pero quizá su obra más ambiciosa y apreciada sea el voluminoso tratado, de unas seiscientas páginas, titulado El espectáculo más nacional (1899), el más completo estudio de tipo histórico, económico y social sobre la fiesta de los toros elaborado hasta su época, que mereció una sesuda y elogiosa reseña nada menos que de Ramón Menéndez Pidal, y que ha tenido que servir como punto de partida a todos los que posteriormente han tratado esa materia.

 

Obras de ~: La docena del fraile: doce cuentos y una historia que lo parece, Madrid, Imprenta de Hernando, 1886; ¡Un infeliz! (Retrato al daguerrotipo), Madrid, Imprenta de F. García Herrero, 1887; Chavala (Historia disfrazada de novela), Sevilla, Oficina de E. Rasco, 1893; Homenaje a Cristóbal Colón, Madrid, Manuel G. Hernández, 1893; La media docena: Cuentos y fábulas para niños, Madrid, Imprenta Ducazcal, 1894; La decena (Cuentos y chascarrillos), Madrid, Hijos de Ducazcal, 1895; Cuentos y chascarrillos andaluces, por Fulano, Zutano, Mengano y Perengano [Juan Valera, Narciso Campillo, el conde de las Navas, el doctor Thebussem], Madrid, Librería de Fernando Fe, 1896; ¡Non tornò! (Romanza de Tito Mattei): Cuento dialogado, Sevilla, Oficina de E. Rasco, 1897; El procurador Yerbabuena (Reverso de una medalla): Novela, Barcelona, Juan Gili, 1897; El espectáculo más nacional, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1899; De gallinas y sus concomitancias: 114 impresos y nueve manuscritos presentados en la Exposición Internacional de Avicultura, Madrid, Ducazcal, 1902; De allende Pajares: Paisajes y cuentos, Madrid, Ducazcal, 1903; La pelusa (Rigosón amoroso): Letra y música del Conde de las Navas, Madrid, M. Romero, 1903; ¡Avante! (Novela), Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, 1904; Doña María de las Mercedes de Borbón y de Austria, Princesa de Asturias: Noticia de su vida y muerte ejemplares, Madrid, M. Romero, 1904; Retama (Academia): Novela, Madrid, Miguel Romero, 1904; Don Juan Valera (Apuntes del natural), Madrid, Ricardo Fe, 1905; De libros (Menudencias), Madrid, Tipografía de Fortanet, 1908; Lourdes (Impresiones de un incurable), Madrid, Ducazcal, 1908; Catálogo de la Real Biblioteca. Impresos: Autores: Historia, Madrid, Ducazcal, 1910-1931, 3 vols. (t. II, III, VII); Materiales para una bibliografía del agua en España, Madrid, Imprenta Sucesores de M. Minuesa de los Ríos, 1910; Aceite de olivas, Madrid, M. Minuesa, 1911; Real Palacio de Madrid, Barcelona, Hijos de J. Thomas, 1914 (El Arte en España, IV); La mujer y el libro: Conferencia, Madrid, Bernardo Rodríguez, 1916; La parroquia, Madrid, Gran Imprenta Católica, 1916; De re ligatoria (Noticia de la Colección Lameyer), Madrid, Bernardo Rodríguez, 1917; La educación de un rey “a nativitate”, Madrid, Gráficas Reunidas, 1921; [La conversación amena]. Discursos leídos [...] en la Real Academia Española, Madrid, Gráficas Reunidas, 1924; Fósiles: seis cuentos viejos, Madrid, V. H. Sanz Calleja, 1925; El chascarrillo andaluz (Conferencias), Madrid, Blass, 1926; El Doctor Thebussem, Madrid, Tipografía Católica, 1928; Obras incompletas, I: Cuentos y chascarrillos propios y ajenos, Madrid, Tipografía Católica, 1929.

 

Bibl.: E. Cotarelo, “Don Juan Gualberto López-Valdemoro y de Quesada”, en Boletín de la Real Academia Española, 1935, pág. 304; J. P. Demidowicz, El Conde de las Navas, un polígrafo español, Madrid, Imprenta Murillo, 1957; “El Conde de las Navas y los contertulios de don Juan Valera”, en Revista de Literatura, XI (1957), págs. 154-165; R. Bejarano Pérez, “Málaga y el Conde de las Navas”, en Jábega, 61 (1988), págs. 35-41; A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa, 1999, pág. 203; N. Rivas Bravo, “Rubén Darío y el Conde de las Navas (Correspondencia)”, en Lengua: Boletín de la Academia Nicaragüense de la Lengua, 24 (2002), págs. 147-152.

 

Manuel Sánchez Mariana

 

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