Ayuda

Antonio Conca y Alcaraz

Biografía

Conca y Alcaraz, Antonio. Onteniente (Valencia), 16.VI.1745 – Valencia, 12.IV.1820. Jesuita (SI) expulso, publicista de arte y de economía.

Procedente de una familia emparentada con la de Gregorio Mayans, ingresó en la Compañía el 18 de octubre de 1760 en el noviciado de Tarragona, donde perfeccionó un año los estudios de Humanidades y cursó luego el trienio de Filosofía en Gerona (1763-1766). La expulsión de la Compañía (1767) le alcanzó en Valencia durante su primer año de Teología, que completó en Córcega (1767-1768) y en Ferrara (1768-1770), donde fue ordenado sacerdote en 1769. En esta ciudad residió habitualmente hasta que las tropas napoleónicas le obligaron a refugiarse en Génova (1798), como a tantos otros de sus compañeros de exilio. Regresó a España en 1798, pero, nuevamente desterrado, embarcó en Alicante, en mayo de 1801, en el bergantín raguseo La Sagrada Familia, del capitán Nicolás Tomasich, con destino a Civitavecchia.

También él se esforzó por dar a conocer, a la vez, el verdadero estado económico-político de la España de su tiempo, así como su historia. Para lo primero, tradujo (1785) al italiano, sin prejuicio alguno, el Discorso sopra il fomento dell’industria popolare del conte di Campomanes (1787), y mucho más tarde los Elogi storici del cardinale [...] Cisneros e del conte di Campomanes (1805), escritos por Vicente González Arnao.

Aquella primera traducción, realizada a lo largo de 1785 y revisada en 1786 por su amigo el abate Giulio Perini, según el carteo entre ambos, y los artículos que sobre esos temas iba publicando en diversas revistas italianas le valieron el ser elegido miembro de la florentina Accademia dei Georgofili (fisiócratas) de Florencia, a presentación de Perini, con quien compartía —caso raro entre los ex jesuitas— una clara admiración por Scipione de Ricci, el obispo jansenista de Pistoya, a quien apellidaba “santo” en su correspondencia.

En 1788 Luengo reseña la concesión de la pensión doble a Conca por la traducción del Discorso sopra il fomento dell’industria popolare, como un modo de gratificar con dinero público trabajos en beneficio exclusivo de los ministros de Madrid, “porque es claro que aunque esté bien escrita la dicha obra, es un servicio muy pequeño, y aún ninguno del rey, de la nación española y de la monarquía su traducción a la lengua italiana”.

En la segunda publicación, resumió en cuatro tomos el Viage de España de su coterráneo Antonio Ponz, pero completándolo, en su Descrizione odeporica della Spagna, y consiguió que la publicase Bodoni en Parma (1793-1797). Añadió lo que faltaba a Ponz: la descripción de casi todo el norte de España, de Galicia a Navarra, el sur (toda Andalucía) y las Baleares, aduciendo por su cuenta reflexiones y descripciones en las dos regiones en que él había vivido: Valencia y Cataluña. En su Descrizione odeporica, Conca figuraba como miembro tanto de la Accademia dei Georgofili como de la Florentina; aquélla, de carácter socioeconómico; ésta, literaria y artística. Está dedicada a José Agustín de Llano y de la Cuadra, a la sazón embajador en Viena, gracias a cuya recomendación y la de su esposa, Conca pudo conseguir que Bodoni imprimiese su traducción. Pedro M. Cátedra, en su Biblioteca Bodoni, transcribe varias actas entre el embajador y Bodoni, en una de las cuales, el impresor responde a las premuras de Llano sobre la obra de Conca y nos da un botón de muestra de lo que aún se respiraba en Parma a propósito de un exceso de españolismo, lo cual explicaría lo poco de autores españoles que salió de las prensas del famoso tipógrafo.

En relación con la importancia de la literatura valenciano- catalana como trámite de la difusión europea de la poesía rimada de los provenzales, que se suponía recibida de los árabes españoles, dejó inédita una defensa de Juan Andrés, uno de los líderes de los ex jesuitas aragoneses, contra Francisco Javier Idiáquez, líder indiscutible de los ex jesuitas castellanos, en forma de carta dirigida al hermano de aquél, Carlos Andrés, con la fecha de 28 de mayo de 1789.

Aunque en 1785 consideraba a la Compañía definitivamente muerta, y le aplicaba el virgiliano parce sepulto, apenas fue restaurada, regresó a Valencia, donde pudo hacer los últimos votos el 16 de febrero de 1817 y donde fue rector del Colegio de Nobles desde 1816 hasta su muerte, acaecida pocos meses antes de la revolución liberal de Riego, que la había de disolver en España.

Conca fue ante todo un publicista abierto a la recepción de los más diversos aspectos culturales e ideológicos.

Fue amigo de los filojansenistas intelectuales de Florencia, pero, al mismo tiempo, suscriptor de la Idea dell’Universo del rancio jesuita Hervás, quien confiesa: “El señor Conca ha subministrado, y sigue subministrando, noticias críticas y censuras de muchas obras literarias a no pocos diaristas literarios, y yo le debo el favor de haberme dado muchas noticias sobre las producciones literarias de los que fueron miembros de la provincia jesuítica de Aragón. Los artículos que el señor Conca ha escrito y publicado en los jornales, efemérides, &c. de Italia, para dar noticia de la literatura española, forman a lo menos un gran volumen en 4.º”. En efecto, Conca publicó varios extractos de autores españoles en diarios de Roma y Florencia, sobre todo en las Novelle Letterarie di Firenze.

Llama la atención el afán adulatorio de Conca respecto a Campomanes en sus tres empeños literarios más importantes: las traducciones del Discorso sopra il fomento dell’industria popolare, la Descrizione odeporica della Spagna, que es un resumen del Viage de España de Antonio Ponz, en el que pone de relieve los errores de los relatos viajeros de Henry Swinburne (viaje a España en 1775-1776) y de Edward Daniel Clarke (1765), y con la traducción al italiano en 1805 del discurso necrológico que González Arnao dedicó a Campomanes, con motivo de su fallecimiento, dicho en pública sesión de la Real Academia de la Historia.

Incluso parece que Conca tuvo la intención de traducir el otro discurso de Campomanes, pues Hervás, que se carteaba con Conca, reseña el Discorso sull’educazione degli artisti, e sul loro fomento, opera del conte di Campomanes. “Esta obra se imprime actualmente [1794]”, traducción, al parecer, fallida. Sin duda esta constancia laudatoria es un buen síntoma de que Conca tenía conciencia de agradecimiento por algún favor recibido de Campomanes.

Conca, amigo confeso de Juan Andrés y de mucha menos categoría intelectual, emprendió sus tareas de traductor-adaptador desconfiando de la calidad de su italiano (así lo declara tanto en los liminares de sus libros como en las cartas con que pide a amigos italianos que revisen su trabajo), entendiendo muy poco de viajes y menos de economía. En Conca, que también fue periodista literario, la vocación de trámite cultural es mucho más fuerte que la de trámite lingüístico. Ve la traducción más como instrumento de la mediación entre culturas, que como mediación cultural autónomamente significativa. Tenía una peculiar forma de trabajar, basada en el reciclaje casi sistemático de notas periodísticas previamente publicadas y en una fuerte inclinación al plagio de obras ajenas. Una de las víctimas es El viaje de España de Ponz, obra de cuyas páginas, Conca, a los pocos años, manipulará, en mucha parte en su Descrizione odeporica della Spagna. Cipollini concluye que Conca es un aventurero intelectual, carente de seriedad y de rigor.

 

Obras de ~: Discorso sopra il fomento dell’industria popolare del conte di Campomanes tradotto dallo spagnuolo da D. ~, academico georgofilo Fiorentino, Venezia, 1787; Descrizione Odoperica della Spagna in cui spezialmente si dà notizia delle cose spettanti alle Belle Arti degne dell’attenzione del curioso viaggiatore, Parma, Stamperia Reale, 1793-1797, 4 vols.; Elogi storici del Cardinale D. Fr. Francesco Ximénez di Cisneros e del Conte di Campomanes, recitati nella R. Accademia di Storia Madridense, da D. Vincenso González Arnao [...]; e tradotti dal castigliano da D. ~, Génova, Stamperia Nazionale, 1805.

 

Bibl.: C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jesus, vol. II, Bruxelles-Paris, O. Schepens-A. Picard, 1890, col. 773; J. E. Uriarte y L. M. Lecina, Biblioteca de Escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España, vol. II, Madrid, Imprenta Viuda de López del Horno, 1925, pág. 276; F. Venturi, “Economisti e riformatori spagnoli e italiani del ’700”, en Rivista di storia italiana, 74 (1962), págs. 532-571; M. Batllori, “Conca y su refundición abreviada del Viage de Antonio Ponz”, en La cultura hispanoitaliana de los jesuitas expulsos: Españoles-hispanoamericanosfilipinos. 1767-1814, Madrid, Gredos, 1966, págs. 553-572; L. Polgár, Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jesus 1901-1980, vol. 3/1, Roma, Institutum Historicum, 1983, págs. 516; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Miguel de Cervantes, 1983, pág. 516; N. Guasti, “Antonio Conca, traduttore di Campomanes”, en M. Tietz (ed.), Los Jesuitas expulsos. Su imagen y su contribución al saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII: actas del coloquio internacional de Berlín (7-10 de abril de 1999), Frankfurt-Madrid, Vervuert-Iberoamericana, 2001, págs. 359-377; “Sisternes entre los Georfili de Florencia”, en Annali dell’Istituto Universitario Orientale. Sezione Romanza, XLIII, 2, Napoli, L’Orientale Editrice, 2001, págs. 474-476; M. Batllori, “Conca y Alcaraz, Antonio”, en Ch. E. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, Roma-Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu-Universidad Pontificia Comillas, 2001, pág. 895; A. Astorgano Abajo, “El mecenazgo literario de Campomanes y los jesuitas expulsos”, en Campomanes, doscientos años después, Oviedo, Instituto Feijoo del Siglo XVIII, 2003, págs. 269-311; A. Astorgano Abajo, “El mecenazgo literario de Campomanes y los jesuitas expulsos”, en Campomanes, doscientos años después, Oviedo, Instituto Feijoo del Siglo XVIII, 2003, págs. 269-311; M. Cipollini, “Teoría, Polémica y Traducción: lengua italiana y lengua española en la experiencia y meditación de tres jesuitas expulsos (Hervás, Llampillas, Conca)”, en D. A. Cusato et al., Atti del XXI Convegno [Associazione Ispanisti Italiani]: Salamanca 12-14 settembre 2002, vol. 2, Lippolis, Messina 2004, págs. 65-76; L. Hervás y Panduro, Biblioteca jesuítico-española, ed. de A. Astorgano, Madrid, Libris Asociación de Libreros de Viejo, 2007, págs. 194-196,; F. Goberna Ortiz, “Aportación a la biografía del jesuita antonio Conca Alcaraz (Ontinyent, 1745-Valencia, 1820)”, en Almaig, estudis i documents, 27 (2011), págs. 134-154.

 

Antonio Astorgano Abajo