Risueño y Mora, Carlos. Daimiel (Ciudad Real), 25.II.1781 – Madrid, 17.VIII.1847. Veterinario, catedrático de Patología y Cirugía.
En su partida de bautismo, que se halla en la parroquia de San Pedro de Daimiel, aparece que era hijo de Félix Risueño, natural de Fuencarral, y de Vicenta de Mora, que lo era de Ciudad Real. De ello se desprende que su segundo apellido no es Mena, como a veces se le identifica, sino Mora.
Con sólo catorce años ingresó en la Escuela de Veterinaria de Madrid y terminó su carrera en 1798. El mismo año ganó la oposición de mariscal de entrada, es decir, veterinario del Ejército.
En 1801 ascendió a mariscal mayor, siendo destinado a los escuadrones denominados De Godoy. Su nuevo puesto de trabajo le permitió pasar la mayor parte del tiempo en Madrid, lo que aprovecha para ampliar su formación científica en el Colegio Médico de San Carlos y en el Jardín Botánico. Durante la Guerra de la Independencia intervino formando parte del regimiento de voluntarios de Madrid.
Incorporado a la docencia, en 1817 obtuvo la Cátedra de Patología y Cirugía en la Escuela de Veterinaria.
Fue secretario de la Junta Escolar. Su preocupación por la mejora de la enseñanza, donde la ciencia aplicada estuviese al servicio de la sanidad y la ganadería, lo llevó a redactar un reglamento de la escuela.
Las convulsiones políticas de la época afectaron también a Risueño, lo que motivó que fuese apartado de su Cátedra en 1824, a la que volvió cuatro años más tarde, con su imagen rehabilitada. En 1830 accedió a primer catedrático y, creado el cargo de director de la escuela en 1841, también recayó en él. De Risueño se dice que durante el ejercicio de la docencia no faltó a clase ni un solo día. El segundo plan de estudios que dirigió vio la luz después de su muerte.
Desde el punto de vista de la sanidad destaca por su preocupación por los procesos infecciosos y su trasmisión al hombre. Definió en España por primera vez el concepto epizootía. Fue uno de los científicos que defendió con más ahínco la vacuna antivariólica, como base de la inmunología.
Aparece, además, como uno de los fundadores de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales creada en 1834, de la que lo hicieron socio de honor en 1838.
Obras de ~: con N. Casas de Mendoza, G. Sampedro Guzmán, J. M. de Estarrona y San Martín, “Memoria sobre la organización de la Escuela de Veterinaria”, y con N. Casas de Mendoza, “Sobre arreglo de la Facultad de Veterinaria”, en Boletín Veterinario, 1 (1845), págs. 175-187 y pág. 199, respect.; Diccionario de Veterinaria y sus ciencias auxiliares, Madrid, 1929-1934, 5 vols.¸ Elementos de Patología veterinaria general y especial, Madrid, 1934, 2 vols.
Bibl.: I. Hervás y Buendía, Diccionario Histórico, Geográfico, Biográfico y Bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real, Ciudad Real, Imprenta de Ramón Clemente Rubisco, 1914 (3.ª ed.), pág. 450; L. Sáiz Moreno, “Ciudad Real cuna de ilustres veterinarios”, en Cuadernos del Instituto de Estudios Manchegos, 14 (1983), págs. 65-69.
Ángela Madrid y Medina
