Rioz y Pedraja, Manuel. Valdecilla (Cantabria), 1.I.1815 – Madrid, 4.IV.1887. Primer catedrático de Química Orgánica de la Facultad de Farmacia de Madrid, formador de los primeros científicos que se dedicaron a esta materia.
De padre farmacéutico ejerciente con botica en la ciudad de Valdecilla, cursó los estudios de bachiller en Artes, bachiller en Farmacia, licenciado y doctor en Farmacia, en el Real Colegio de Farmacia de San Fernando de Madrid.
El mismo año de su graduación doctoral (1840) es nombrado catedrático de Física y Química del Instituto de Santander asumiendo esta docencia hasta septiembre de 1843 en que, como consecuencia de la aplicación de un nuevo plan de estudios, la preparación de médicos y farmacéuticos sufre una unificación creándose las denominadas Facultades de Ciencias Médicas, siendo nombrado profesor agregado en la Facultad de Madrid, pasando el año siguiente a la de Cádiz.
En 1845, el nuevo plan de estudios establece las Facultades de Farmacia. Consecuencia de esta situación es la dotación de nuevas Cátedras. En Madrid, una de éstas es la de Química Orgánica y Farmacia Química Operatoria, y su primer catedrático será Manuel Rioz y Pedraja, ejerciendo la titularidad durante veinte años, ya que en 1865, a propuesta de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid y de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, es nombrado catedrático de Análisis Químico aplicado a las Ciencias Médicas, tomando posesión el 20 de diciembre de ese año.
En abril de 1877 es nombrado decano de la Facultad de Farmacia, asumiendo esta función hasta el mes de junio, ya que por Real Orden de 11 de junio de 1877 se le nombra rector de la Universidad; toma posesión el día 16 del mismo mes. El 11 de marzo de 1881, el ministro de Fomento acepta la dimisión que le había sido presentada por Rioz, cesando en el cargo el día 13 de marzo. Como testimonio de esta faceta de su vida, en el Museo de la Farmacia Hispana de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid se exhibe un birrete y una muceta de Rector Magnífico que utilizó Rioz.
En 1884, siendo el catedrático más antiguo de la Facultad, por Real Orden de 1 de diciembre es nombrado, nuevamente, decano de la Facultad; tomará posesión el día 6 de diciembre y ocupará el cargo hasta el 4 de abril de 1887, fecha de su fallecimiento.
Ejerció la farmacia en Madrid, siendo su oficina una de las más acreditadas de la Corte.
Entre sus méritos cabe destacar su pertenencia, como académico de número, a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1851, de la cual fue contador desde 1861 hasta 1887; también fue académico de número de la Real Academia de Medicina de Madrid desde 1861, de la que fue tesorero ese mismo año y vicepresidente en 1864.
Fue colegiado de número del Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid, del que fue presidente de 1852 a 1856, proponiendo la publicación del Diccionario de Farmacia que, más tarde, se llevaría a cabo.
Asimismo, fue corresponsal de la Sociedad de Farmacia de Amberes; de la Sociedad de Medicina y Cirugía de Cádiz; presidente de la Comisión que redactó el Proyecto de Ordenanzas de Farmacia presentado al Gobierno en 1855, y formó parte de la Comisión de Redacción de la Farmacopea de 1865 y de 1884.
Fue, además, consejero de Instrucción Pública y, por ausencia del titular, presidió en varias ocasiones alguna sesión; una de éstas fue la celebrada el 12 de diciembre de 1876, momento en el que se estaba discutiendo el Proyecto de bases para la nueva Ley que regularía la enseñanza y cuando el debate estaba centrado en el apartado de segunda enseñanza. La discusión fue muy intensa, pues se proponían una serie de materias que generaban fuerte controversia, entre ellas: Música Vocal, Latín, Griego y Lenguas Orientales.
A lo largo de la sesión, fue aceptada la Música Vocal, y rechazadas Griego, Árabe y Hebreo. La parte más interesante del debate la protagonizó Latín, cuyos defensores aludían al modelo de las universidades inglesas. Ante el desacuerdo, el director general de Instrucción Pública lamentó el tiempo que estaba consumiendo la discusión, propuso que, cuando llegase el caso, para las titulaciones que se exigiera Latín se consultaría a las autoridades en la materia. Sin acuerdo, se levantó la sesión y se acordó la reunión del Consejo al día siguiente.
Vocal del Consejo de Sanidad, durante cincuenta años, fue el farmacéutico que más activamente participó en asuntos profesionales. Estaba en posesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica, que le fue concedida en 1864. Donó a la Biblioteca de Farmacia ciento setenta y seis volúmenes de obras de física, química, historia natural y farmacia, recibiendo el agradecimiento de la reina Isabel II por Real Decreto de 4 de febrero de 1868.
Obras de ~: Programa del curso de Química Orgánica aplicada a la Farmacia, Madrid, 1848; “El Consejo de Instrucción Pública y el Plan de estudios”, en El Restaurador Farmacéutico, t. VI (1850), pág. 196; Sobre la importancia filosófica de la Química considerada en su historia y en sus relaciones con otras ciencias que, como ella, tienen por objeto el estudio de la Naturaleza. Discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, Madrid, 1851; Discurso pronunciado en la [...] apertura del año académico de 1852 a 1853 en la Universidad Central por el doctor ~, Madrid, José M. Ducazcal, 1852; con V. Santiago de Masarnau, Análisis de las aguas de la Margarira en Loeches, Madrid, 1853; Análisis químico de las aguas minerales de Escoriza, Madrid, 1862; Análisis de agua mineral de la Fuente Santa de Liérganes, Madrid, 1862; “Análisis de las aguas de Escoriaza, Vitoria”, en Aguas sulfurosas de Escoriaza, Madrid, 1865; con J. Alenari, “Análisis de las aguas de Santa Filomena en Gomillaz”, en Baños de Santa Filomena en Gomillaz, Madrid, 1868; Bouton y Boudet, Hidrotrimetría. Nuevo método para determinar las preparaciones de las materias minerales disueltas en las aguas de manantiales y ríos, vers. esp. adicionada con algunos trabajos, por M. de Tolosa Latour y ~, Madrid, 1879; “Naturaleza y acción sobre nuestro organismo de las miasmas, contagios y demás principios infectivos”, en La Farmacia Española, t. XV (1883) (discurso inaugural del curso 1881-1882, en la Real Academia de Medicina), Archivo Ministerio de Educación, Actas reuniones del Consejo de Instrucción Pública, 1874-1888, leg. 8636.
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María Esther Alegre Pérez
