Pintor, Pere. Játiva (Valencia), c. 1423 – Roma, 4.IX.1503. Médico del papa Alejandro VI, profesor, tratadista.
Nació en el seno de un linaje judío de la burguesía valenciana. Cursó sus estudios de Artes y Medicina en la Universidad de Lérida, entonces el único “Studi General” de la Corona de Aragón, con el maestro Francesc Queralt a caballo entre las décadas de 1430 y 1440. Comenzó a practicar la medicina en torno a 1444, presumiblemente en Valencia, cuya corporación municipal le designó “examinador de médicos” en 1466, 1478, 1481 y, probablemente, 1455. Durante los cursos 1468-1469, 1474-1475 y 1484- 1485, Pintor fue lector de la Escuela de Cirugía de Valencia. Esta institución destinada a la formación de barberos y cirujanos, y en cuya constitución (1462) y reorganización (1480) Pintor participó activamente, fue el núcleo de la Facultad de Medicina que integraría el Studi General de Valencia desde su fundación en 1499-1502.
Ahora bien, Pintor debió de abandonar Valencia poco después de 1485 —en agosto de 1488 su nombre figura como “médico en tiempos pasados” en una lista de judeoconversos contribuyentes a una Tacha real— y se estableció en Roma al servicio del cardenal Rodrigo de Borja, también jativés y legado papal de Sixto IV en España entre 1472 y 1479, a quien le unían lazos de amistad. Pintor debió de encontrar junto al cardenal Borja, no sólo la oportunidad de una carrera profesional en la primera Corte de la Cristiandad, sino también protección frente a la ofensiva inquisitorial que había destrozado a su familia en Valencia —la nómina de procesados por la Inquisición valenciana incluye miembros de la familia Pintor desde mediados de la década de 1480 (dos) y un total de siete hasta 1530, entre ellos, una mujer ejecutada en 1513, y dos hermanos con numerosos procesos y “relajados en estatua” en 1515—. Tras la elevación del cardenal Borja al papado como Alejandro VI en 1492, Pintor continuó a su servicio —en 1502 sus honorarios como arquiatra pontificio ascendían a 100 ducados anuales— hasta la muerte del segundo papa Borgia en agosto de 1503. La suya propia tuvo lugar tan sólo dos semanas después de ésta.
Pintor es autor de dos obras médicas, una consagrada a la “pestilencia”, la otra al mal francés, que reflejan su plena adscripción al galenismo avicenista característico de la medicina universitaria bajomedieval europea y que fueron impresas en Roma, por Eucharius Silber, en 1499 y 1500, respectivamente. Ni su residencia en uno de los centros más vivos de la primera imprenta, ni el activo patronazgo de ciencias y artes por Alejandro VI, fueron hechos ajenos a la temprana impresión de ambas obras, que Pintor dedicó al segundo papa Borgia.
Su extenso tratado sobre la “pestilencia” fue publicado el 20 de febrero de 1499, aunque lo había concluido hacia finales de 1497 o comienzos de 1498.
Su título Ag[g]regator sentenciarum doctorum omnium de preservatione curationeque pestilentie parafrasea el de otras obras médicas de la tradición bajomedieval latina, compiladoras de información específica sobre temas diversos y algunas de ellas también objeto de atención por parte de la primera imprenta. En su Aggregator, Pintor acopió de modo sistemático y prolijo las ideas expresadas por las autoridades médicas antiguas y medievales a propósito de la pestilencia o peste, sus causas, signos, preservación y tratamiento; todo ello de acuerdo con una concepción del saber muy difundida en la Europa bajomedieval latina, que fundaba el avance del conocimiento en el principio epistemológico de que “las ciencias se gestan mediante adiciones”, tal como Guy de Chauliac —sin duda, uno de sus mentores intelectuales— había expresado en la Chirurgia magna (1361).
Su obra sobre el mal francés fue publicada año y medio después bajo el enigmático título Tractatus de morbo fedo et occulto his temporibus affligente secundum veram doctrinam doctorum antiquorum aluhumata nominato (Roma, 9 de agosto de 1500). Su propósito declarado en esta ocasión fue suministrar, “para utilidad de la humanidad y de su salud”, información relativa a la naturaleza, causas y tratamiento del mal francés, una enfermedad cuya pretendida novedad Pintor negaba al identificarla con los aluhumata, una variedad “atroz y oculta” de “viruelas”.
Esta segunda obra se inscribe en el marco de un conflicto profesional entre Pere Pintor y Gaspar Torrella (c. 1452-c. 1520), otro médico valenciano de la Corte papal de Alejandro VI, y que estaba al servicio personal de su hijo César Borja. El enfrentamiento entre ambos se manifestó de forma abierta a resultas del fallecimiento en Roma, víctima de esta enfermedad, del cardenal Bartomeu Martí, jefe de la casa papal. A tenor de las manifiestas divergencias entre ambos a propósito del uso del calor y del mercurio en el tratamiento del mal francés, es obvio que Pintor y Torrella tenían ideas diferentes sobre la causa que había precipitado la muerte del ilustre prelado.
Obras de ~: Ag[g]regator sentenciarum doctorum omnium de preservatione curationeque pestilentie, Roma, Eucharius Silber, 20 de febrero de 1499; De morbo fedo et occulto his temporibus affligente secundum veram doctrinam doctorum antiquorum aluhumata nominato, Rome, Eucharius Silber, 9 de agosto de 1500.
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Jon Arrizabalaga
