Núñez Coronel, Luis. Segovia, c. 1480 – ?, c. 1531. Teólogo, filósofo, consejero real y confesor real.
La vida de Luis Núñez Coronel estuvo muy ligada a la de su hermano Antonio Fernández Coronel. Su padre fue Diego Núñez de León y su madre procedía de la poderosa familia de conversos de los Coronel. Su hermano mayor, Francisco, fue un destacado militar.
Ignorando el momento de su nacimiento, existen cálculos aproximados que sitúan dicho momento en torno a 1480, puesto que tanto Luis como Antonio trataron a Erasmo, mucho mayor que ellos, y a Luis Vives, nacido en 1492, en su época ya prestigiosa. Marcharon a París, donde ingresaron en el Colegio de Montaigú y de la Sorbona, junto a su hermano Francisco. Por este colegio, además de los hermanos Coronel, pasaron Erasmo, Luis Vives, Calvino e Ignacio de Loyola. En 1512, Luis, ordenado ya sacerdote, se doctoró en Teología, mientras que Antonio ganó el primer puesto entre los licenciados de 1516. Y a en este tiempo publicaron sus primeros. Todos los libros publicados por los hermanos Coronel fueron escritos durante su estancia en París.
Antonio Coronel, que llegó a ser rector del Colegio Montaigú, se sintió siempre obligado frente a sus maestros, Crockaert, de Bruselas, tomista, y Mair, de origen escocés. Cultivó especialmente la dialéctica. Luis, considerado como gran teólogo, subió en significación al publicar su Física dedicada al “Illustrissimo viro Inacho de Mandocia”. Afianzó sus relaciones con Luis Vives, al que ayudó en sus comentarios al libro de la Ciudad de Dios de San Agustín, cuya publicación y revisión había aconsejado Erasmo. Fueron elogiados por algunos de sus contemporáneos, entre ellos Damián de Goes, que les cita como los hombres notables de España.
Se calcula que los dos hermanos salieron de París a fines de 1517 con destino a los Países Bajos, donde Luis fue nombrado asesor de Hulst. Al volver Carlos V a Flandes, Luis y Antonio fueron reclamados por el Emperador como predicadores y confesores. Antonio decidió volver a París, donde se entregaría a la escritura de una obra contra la herejía luterana, y donde, fatigado, en fecha indeterminada, falleció.
Luis volvió a España, aunque no se puede precisar cuándo. Se entregó de lleno a la defensa y propaganda del erasmismo. Mantuvo relaciones con muchas personas significadas, especialmente con algunos obispos: Manrique, arzobispo de Sevilla; Í ñigo López de Mendoza, de Burgos; Fonseca, de Toledo, y también con el obispo de Zamora. Luis Coronel se significó por ser un defensor del erasmismo en España. Durante un momento inicial, los hermanos Coronel combatieron el luteranismo y miraron con recelo la actitud dudosa de Erasmo, pero les convenció de la bonanza de este hombre Luis Vives, al que se unieron en amistad. El interés y la admiración de Luis Coronel por Erasmo eran indudables. Así lo atestigua, entre otras cosas, el propio Luis Vives.
Las excelentes cualidades de los hermanos Coronel fueron reconocidas por todos. Ambos se mantuvieron siempre adictos al Emperador, quien les manifestó en varias ocasiones la consideración que le merecía Erasmo, a quien llegó a favorecer en ciertas ocasiones. Al igual que antes Antonio en París, Luis murió en España en fecha imprecisa.
Obras de ~: Tractatus Syllogifmorum magiftri Ludouici coronel hyfpani Segouvenfis Proftat inedibus Dyonifii roce fub figno diui martín in via regia ad dinum Jacobum, Paris, 1511.
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Pedro Schwartz Girón
