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Pedro Mercado

Biografía

Mercado, Pedro. Granada, p. s. XVI – ?, f. s. XVI. Médico, filósofo.

Apenas se tienen noticias de este médico. Se sabe que era natural de Granada, que debió de nacer a principios del siglo XVI, que probablemente estudió en su Universidad y que en su escuela de Medicina regentó una de las cátedras, tal como se consigna en el frontispicio de la portada de uno de sus escritos, De febrium differentiis, earumque causis, signis, medela (c. 1582).

Pedro Mercado es autor de dos escritos, uno en latín, de carácter clínico, el de las fiebres, y otro, redactado en castellano, bastante más interesante desde el punto de vista doctrinal, los Diálogos de Philosophía Natural y Moral, su primer tratado, conversaciones que se imprimieron en Granada en 1558, tal como reza el colofón. En la misma Granada se reeditaron en 1574. Los Diálogos son siete textos de desigual extensión y temática variada. Han sido muy estudiados por los historiadores de la literatura. Se han interpretado estos Diálogos como textos divulgativos, sin la complejidad doctrinal de la Silva de varia lección (1540) del sevillano Pedro Mexía, pero no por ello carecen de interés. Los tres primeros están dedicados a cuestiones de filosofía natural. El primero versa sobre los cuatro elementos, el origen de los animales, plantas y frutos, y del flujo y reflujo de las mareas, entre otras cuestiones.

En el segundo, el aire, lluvia, nieve, granizo, rayos, truenos y relámpagos, del fuego y de la perpetuidad del movimiento. En el tercero se discute acerca de los cielos y de las estrellas, de los planteas, del sol y la luna y de los eclipses. En general, los problemas analizados en estos tres primeros tratados están concebidos desde un escolasticismo muy conservador y tradicional.

Más interés, desde el punto de vista médico, tienen los siguientes discursos. El cuarto, De la cena, se sitúa dentro del género literario de los regímenes individuales de salud, muy común entre los médicos del momento, sobre la base de las seis cosas no naturales galénicas. A diferencia del Vergel de Sanidad, o Banquete de Nobles Caballeros de Luis Lobera de Ávila (1530), el texto de Mercado, en forma dialogada, se centra exclusivamente en los alimentos más convenientes y en los menos indicados para la última comida del día. Laurencio y Nicolao, invitados a cenar por Antonio, se hacen acompañar de Ioanicio, médico, al objeto de que les aconseje sobre los mejores manjares, aguas, vinos, carnes, pescados y verduras.

En la última parte de este diálogo se reflexiona sobre la mejor postura para dormir y algunos consejos para coger el sueño.

El quinto diálogo trata de la “comparación de las ciencias”. En esta ocasión son cuatro los actores: Ioanicio, médico, un licenciado jurista, Basilio, teólogo, y Julián, matemático. Ioanicio defiende la medicina como una de las profesiones más nobles y ataca duramente a los empíricos que, sin ser “philosophos, graduados en medicina”, recurren a la mera experiencia para tratar las enfermedades. Taxativamente Ioanicio afirma que “la experiencia en la phisica es peligrosa”.

Y las contradicciones que se encuentran en los textos médicos se deben más a los traductores que a los propios textos, pues “unos trasladaron del mismo lado, y otros trasladaron del contrario. Y los que de ahí en adelante veían estas traslaciones las tenían por verdaderas.

Y los unos y los otros hallaron tantas razones para ambas cosas que aunque ha parecido la verdad original, no la reciben”.

El sexto diálogo es, sin duda, el que más atención ha merecido por los historiadores, quizás porque cronológicamente Mercado fue el primer tratadista español que abordó la melancolía durante el Renacimiento, pero de menos altura intelectual que el Examen de Ingenios de Juan Huarte de San Juan (1575). Durante el siglo XVI esta enfermedad fue muy estudiada por los médicos. Además de Mercado y Huarte, también se interesaron por la misma Andrés Velázquez, autor del Libro de la melancolía (Sevilla, 1585) y Antonio Álvarez, que publicó en 1588 en Sevilla De la melancolía.

Para Mercado esta enfermedad es asunto tanto de médicos como de teólogos. La causa reside en una alteración del humor melancólico, que es la que produce la tristeza y el temor, y su tratamiento consiste tanto en remedios dietéticos como en el recurso a la palabra para aliviar el mal de estos enfermos.

El séptimo y último trata de “los estados [...] las condiciones de ellos. La superfluidad que en España hay de Letrados; del despreciarse de los oficios mecánicos, de que los reyes y señores se precian en otras provincias, de cuan mal se saben las artes y ciencias.

De la desorden en los sirvientes y acompañamientos: corrupción en los vestidos y trajes”. Muy crítico se muestra Mercado con los “bachilleres”, cuyo número considera excesivo; por el contrario, echa en falta personas experimentadas en los oficios mecánicos. Pero en el reino de Granada Pedro Mercado advierte que los moriscos son gente muy capaz y buena conocedora de más de un oficio mecánico. Alaba también en ellos su sentido de la economía, poco dados a la ostentación, gente que no dilapida y que lleva una vida sobria. Por el contrario, los demás españoles son dilapidadores en todos los órdenes de su vida, les gusta la ostentación, vestir lujosamente, especialmente las mujeres, a las que critica por su coquetería.

En 1583 editó su segunda obra, un tratado “Sobre los diferentes tipos de fiebres, causas, signos y remedios curativos”, una cuestión que fue muy tratada por los clínicos renacentistas. Publicado también en Granada en las prensas de Elio Antonio de Nebrija, en latín, es un escrito extenso, de más de trescientas doce páginas, distribuido en once tratados, que parece ser conoció otras dos ediciones en ese siglo, una madrileña en el mismo año y la última en Granada en 1592. Palau Dulcet, en su Manual de Librero Hispanoamericano (t. IX, 1956), duda de la edición madrileña, y de la segunda de Granada no se conocen ejemplares en bibliotecas. La primera impresión no señala fecha de edición en portada, pero al final, un escrito de Cristóbal de León, secretario del Consejo del Rey, autorizando su publicación, está datado el 20 de agosto de 1583, aunque en los repertorios al uso suelen dar en torno a 1582 como fecha de aparición.

Es un texto muy tradicional, con prácticamente ninguna novedad. Su marco conceptual es galenista, con un notable énfasis en los autores árabes. Concibe la fiebre como un “calor preternatural, que surge de lo más íntimo, acre y mordaz, y que afecta a la estabilidad vital del corazón y de las arterias”. El primer tratado, el más extenso, está consagrado a estudiar la fiebre desde un punto de vista general, sus distintos tipos, causas, signos y remedios terapéuticos (págs. 9-46). En los restantes tratados Mercado aborda de manera específica cada una de las distintas formas de fiebre, y las estudia conforme a tres aspectos: causas, signos y curación. Analiza, pues, las “efímeras o diarias” (Tratado Segundo), las “continentes” (Tercero), “héticas” (Cuarto), “marasmódicas” (Quinto), “pútridas” (Sexto), “coléricas” (Séptimo), “pituitosas” o “flemáticas” (Octavo), “melancólicas” (Noveno), “pestilenciales” (Décimo) y “compuestas” (Undécimo). Al final de cada uno de los tratados ofrece un escolio, a veces bastante extenso, del asunto estudiado.

 

Obras de ~: Diálogos de Philosophía Natural y Moral, Granada, Hugo de Mena y René Rabut, compañeros, 1558 (2.ª ed., Granada, en casa de Hugo de Mena, 1574; ed. en microfichas, Valencia, Servei de Publicacions de la Universitat, 2001); De febrium differentiis, earumque causis, signis, medela: tam in universali quam in particulari ex antiquorum et iuniorum: tum graecorum tum Arabum authoritate [...] eiusdem authoris scholiis, Granatam, in aedibus Antonii Nebrissensis, 1583 (2.ª ed., Madrid, J. Vázquez de Mármol, 1582; 3.ª ed., Granatae, apud viudam Ioannis Galindi, 1592).

 

Bibl.: A. Hernández Morejón, “Pedro Mercado”, en Historia Bibliográfica de la Medicina Española, vol. II, Madrid, Imprenta Viuda de Jordán e Hijos, 1843, págs. 62-67; A. Chinchilla, “Pedro Mercado”, en Anales históricos de la medicina en general y biográfico-bibliográfico de la española en particular, vol. 2, Valencia, Imprenta de José Mateu Cervera, 1845, págs. 62-67; J. Masip Acevedo, “Comentarios al quinto de los Diálogos de Filosofía Natural y Moral de Pedro Mercado”, en Revista de la Universidad de Oviedo, 1 (1940), págs. 39-69; F. Bujosa, “Mercado, Pedro”, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Click, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. II, Barcelona, Península, 1983, págs. 59-61; M. Granjel, “Tristeza sin causa: La melancolía según Andrés Velázquez (1585)”, en Historia y Medicina en España. Homenaje al profesor Luis S. Granjel, Valladolid, SEVER-Cuesta, 1994, págs. 105-118; M. D. García Sánchez, “Diálogos de Filosofía Natural y Moral”, en Annali della Facoltà di Scienze della Formazione dell’Università di Cagliari, 19 (1996), págs. 287-293; R. Malpartida Tirado, “Dos obras maestras del género con mixtura de modalidades: la práctica dialogal de Pedro Mejía y Pedro de Mercado: Los Diálogos de Pedro Mejía. Los Diálogos de filosofía natural y moral de Pedro de Mercado”, en Varia lección de plática áurea. Un estudio sobre el diálogo renacentista español, Málaga, Universidad, 2005 (col. Analecta Malacitana, anejo LIV), págs. 145-180.

 

Guillermo Olagüe de Ros

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