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Francisco Elías Vallejo

Biografía

Elías Vallejo, Francisco. Soto en Cameros (La Rioja), 4.X.1782 – Madrid, 22.IX.1858. Escultor.

Nacido en Soto en Cameros el 4 de octubre de 1782 en el seno de una familia humilde, las aptitudes como escultor que ya apuntaba desde pequeño serán determinantes para que un sacerdote local le sufragara la estancia en Madrid con pensión de tres reales diarios con el fin de que se pudiera perfeccionar como artista en la Escuela de San Fernando. Se matriculó en la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Fernando el 14 de septiembre de 1802 inclinándose por la especialidad de escultura. Con el fin de avanzar en esta materia entró en el estudio de Pascual Cortés, escultor de cámara de Carlos IV. Poco después, y ante sus evidentes progresos, conseguía ser recibido en el del turiasonense Juan Adán Morlán, también escultor de cámara, estableciéndose entre ambos una estrecha y sincera relación de afecto. Así, en 1807 y con sólo veinticinco años de edad, conseguía el segundo premio de 1.ª Clase en 1807. El 2 de octubre de 1814 fue nombrado individuo de mérito de la Real Academia, institución que le adquirió con destino a sus fondos el grupo El Reto de don Rodrigo Téllez de Girón al moro Abayaldo delante de sus Padrinos.

Dado que el cabildo de Granada había encargado a Juan Adán un gran medallón de mármol con un relieve de San Miguel combatiendo a Luzbel que tenía que hacerse obligatoriamente en la misma catedral, por no poder acudir a dicha ciudad, comisionó a Francisco Elías Vallejo para que acudiera a Granada y lo hiciera, por lo que fue posteriormente felicitado por el maestro.

Poco después de la muerte de su querido amigo y maestro, ocurrida el 13 de junio de 1816, el 19 de agosto de ese mismo año Fernando VII lo promovió al empleo de ayudante del primer escultor de cámara con sueldo de seis mil reales, uso de uniforme y demás distintivos y emolumentos de que gozaban los otros artistas.

Por entonces contrajo matrimonio con Juliana Burgos Montalvo, con la que tuvo tres hijos llamados Francisco, Elvira y Encarnación. El 7 de abril de 1818 fue promovido a la plaza de teniente-director de Escultura en la Real Academia y años después, el 8 de junio de 1830, al de director de esta misma especialidad. El 25 de abril de 1831 Fernando VII lo nombró segundo escultor de cámara.

Su taller, instalado en la calle Fúcar, sirvió de lugar de encuentro de importantes personalidades. Gracias a su buen hacer, el 23 de enero de 1841 fue nombrado director general de la Real Academia. También la reina Isabel II lo nombraría seguidamente su escultor de cámara como reconocimiento a su virtuosismo, lo que explica que desempeñara la cátedra de Composición y Modelado del Natural o que dirigiera la Escuela de Dibujo y Modelado de la platería Martínez, con tantas conexiones afectivas con La Rioja esta última.

En este contexto profesional tan brillante, su hijo Francisco Elías Burgos le daría igualmente muchas satisfacciones en el campo de la escultura. Nombrado individuo de mérito de la Real Academia, obras como La muerte de Epaminondas, el busto de su padre, Caín dando muerte a Abel y, sobre todo, el bajorrelieve Príamo a los pies de Aquiles pidiéndole el cadáver de Héctor causaron la admiración de los especialistas y le facilitaron el camino para ser promovido a profesor de Escultura. No obstante, el 19 de septiembre de 1848 fallecía a la temprana edad de veintidós años.

La conmoción que este suceso causó en el ánimo de Francisco Elías Vallejo le sumió en una profunda depresión que sólo conseguía amortiguar a duras penas con el trabajo diario. Pero el 31 de enero de 1857 fallecía también su esposa Juliana y, sin tiempo material para reponerse de tales pérdidas, el 22 de septiembre de 1858 le sorprendía la muerte en su casa de la calle Fúcar dejando tras de sí una larga y contrastada producción.

Excelente practicante de la escultura efímera, entre sus obras merecen la pena ser destacadas las siguientes: dos grupos dedicados al fallecimiento de la reina María Amalia de Sajonia La Reina en actitud suplicante conducida entre nubes al Cielo en medio de la Esperanza y la Caridad y El Tiempo entre la Fidelidad y el Amor Conyugal rompiendo los lazos de Himeneo; la estatua de Hernán Cortés para el monumento levantado en 1829 en la Puerta del Sol con motivo de la entrada de la reina María Cristina; el decorado de la Imprenta Real para las fiestas con que se solemnizó el nacimiento de la reina Isabel, siendo de su mano los bustos de los Reyes y, a su pie, tres genios presentándoles los atributos de la imprenta y; en el carro triunfal costeado por el Ayuntamiento de Madrid en dichas fiestas; el grupo alegórico de España presentando a Minerva a la princesa Isabel recién nacida; para la jura de la misma el grupo La princesa Isabel sentada en un trono en actitud de admitir la Corona y el Cetro de las Españas ofrecidos por Minerva (que luego pasaría a la Imprenta Real); Hércules Niño para la fuente de Aranjuez llamada El Triunfo de Hércules; la estatua de La reina Cristina con la princesa de Asturias en los brazos; la gran Cabeza de Josías que vino a sustituir a la destrozada por un rayo en la fachada interior del Patio de los Reyes en el monasterio de El Escorial; el Monumento a Jovellanos en la iglesia parroquial de Gijón sobre la tumba que guarda sus restos; los bajorrelieves y capiteles de la fachada del Teatro del Instituto (desaparecido) en colaboración con los escultores Fernández y Tomás; la estatua de la Beneficencia que estuvo colocada en la fachada principal; el pedestal de la estatua de Felipe IV en la plaza de Oriente con los bajorrelieves de los costados en colaboración con José Tomás; las estatuas y adornos del Monumento al Dos de Mayo en sintonía con los escultores José Tomás, Medina y Pérez; el busto de la reina María Josefa de Sajonia que se guarda en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; varios caballos de madera para la Real Armería; una Virgen con Niño, crucifijo y varios retratos y caprichos que figuraron en las exposiciones públicas de 1837, 1846 y otras.

Aparte de estas obras, habría que citar también la restauración de la Fuente de Neptuno reponiéndole las piezas mutiladas; en el Monumento al Dos de Mayo, aparte de su intervención personal en el conjunto y detalles, el relieve que simboliza al Pueblo español defendiendo su nacionalidad e independencia bajo el emblema de un arrogante león que, con fiero ademán, defiende el escudo de España; en el pedestal de la estatua de Felipe IV, aparte de colaborar en su fábrica, los dos relieves que representan a Felipe IV condecorando a Velázquez y dispensando su protección a las Ciencias y a las Artes; la estatua de Talía en los jardincillos de la plaza de Isabel II de Madrid; dos deidades mitológicas en dicha plaza y en la fachada del Teatro Real; los bustos de los reyes Fernando VII y Amalia de Sajonia existentes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Para la iglesia de su pueblo natal de Soto en Cameros hizo Francisco Elías Vallejo dos Ángeles alados, que tradicionalmente se colocan en el altar mayor en las exposiciones del Santísimo Sacramento, y las imágenes de San Isidro y San Blas por encargo expreso de algunos devotos, aparte de una estatua de madera bronceada de La Cibeles que regaló para que sirviera de coronamiento de una fuente y que fue destruida por la chiquillería.

 

Obras de ~: Cabeza de Josías, fachada de los Reyes del monasterio de El Escorial (Madrid); s. f.; Monumento a Jovellanos, iglesia de Gijón, s. f.; Bustos de don Fernando VII y doña Amalia de Sajonia, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), s. f.; Ángeles alados e imágenes de San Isidro y San Blas, iglesia de Soto en Cameros (La Rioja), s. f.

 

Bibl.: M. O ssorio y Bernard, Galería Biográfica de Artistas Españoles del siglo xix, Madrid, Ramón Moreno, 1868; S. Vélez, Breves Apuntes para la Biografía del Excelentísimo Señor Don Francisco Elías Vallejo, Director que Fue de la Real Academia de San Fernando y Primer Escultor de Cámara de Su Majestad, Madrid, 1903; E. Pardo Canalis, Escultores del siglo xix, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Diego Velázquez, 1951; J. M. Ramírez Martínez, “El Soteño Francisco Elías Vallejo, Primer Escultor de Cámara y Director de la Academia de San Fernando”, en El Chapitel (Logroño), 3 (marzo de 1988), págs. 36-38; E. Calvo Torre y C. Redondo Moreno, Hijos Ilustres del Camero Viejo, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2005, págs. 54-58.

 

José Manuel Ramírez Martínez