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Antonio González Ruiz

Biografía

González Ruiz, Antonio. Corella (Navarra), 14.VI.1711 – Madrid, 1.IV.1788. Pintor.

González Ruiz fue hijo de Manuel González Crespo, modesto pintor, y la segunda de sus esposas, Isabel Ruiz, con quien tuvo cinco hijos. El primero, Antonio, nacido en la localidad navarra de Corella, fue bautizado el 21 de julio de 1711 en la iglesia del Rosario de la misma localidad. A los quince años se trasladó a Madrid, buscando fortuna y mejores preceptores, y los encontró, pues trabó relación con el célebre paisajista Michel-Ange Houasse, en cuyo taller estuvo durante cuatro años, hasta la muerte del maestro en 1730.

En 1732, ávido de novedades y deseoso de completar una parcial formación, marchó por Europa, no pensionado como muchos, sino con dineros ahorrados.

Para ello fue a Corella con un muestrario de su obra para venderla y sacar beneficios como para viajar por el extranjero durante unos años. Viajó, pues, a las ciudades más importantes del momento —París, Roma y Nápoles—, que tiñeron su paleta de un academicismo que no le abandonó jamás.

A su vuelta a Madrid, en 1737, entabló amistades en el círculo del escultor Giovanni Domenico Olivieri, por entonces auténtico impulsor en los cenáculos artísticos de la Villa y Corte. No se sabe si por mediación de éste o algún otro amigo, lo cierto es que en 1739 fue nombrado pintor del Rey, a la sazón Felipe V, y, desde entonces, Antonio aparece, hasta el final de sus días, implicado en los más importantes eventos que jalonaron la vida artística española del siglo XVIII. El 13 de julio de 1744 el Rey firmó el Decreto Real por el que se creaba la Junta Preparatoria para estudiar la fundación de una Real Academia de Bellas Artes, a imitación de las que, desde hacía ya mucho tiempo, se habían creado en Europa. El director de dicha Junta fue Olivieri, amigo de Antonio, y quedó dividida en tres secciones, cada una dedicada a las tres artes principales; el francés Van Loo y González Ruiz fueron nombrados directores de la sección de Pintura, primeros entre los seis profesores que a ella fueron destinados —a los citados se sumaron Peña, Calleja, Bonavía y Menéndez—. El 18 de julio de ese mismo año se celebró en casa de Olivieri la primera reunión.

La creación de la Junta Preparatoria fue celebrada por González Ruiz con un ampuloso cuadro alegórico que hoy custodia la Academia de San Fernando, creada unos años después, el 12 de abril de 1752, cuando el nuevo rey, Fernando VI, firmó el decreto que sancionaba el nacimiento de la Real Academia de Bellas Artes bajo la advocación de San Fernando y con protección real. A las tres secciones de la Junta Preparatoria se añadió la de Grabado, y en la de Pintura siguieron como directores González Ruiz y Van Loo.

Antonio se mantuvo en el puesto hasta su muerte.

El 13 de junio de ese año se celebró la primera reunión de la Academia y, de nuevo, el pintor realizó dos retratos del Rey para celebrar la ocasión, el primero alegórico con Fernando VI como protector de las artes, y otro más sencillo que serviría a éste de modelo.

Durante los años siguientes González Ruiz debió de mantenerse especialmente fiel a la Academia, pues en 1760 recibió un certificado honorífico y una medalla de oro “teniendo la Academia esta expresión por la más propia, más decorosa y más significativa de la muy singular estimación que hacía de su Persona, de sus talentos y de sus apreciables circunstancias”.

Orgulloso debió de quedar el pintor, pues cada vez que se autorretrató, lo hizo adornado con esta medalla.

El año 1768 sería especialmente afortunado para él, pues fue nombrado académico de mérito de la Academia de San Carlos de Valencia, creada por Carlos III el año anterior, y sucedió a Ventura Rodríguez al frente de la dirección de la de San Fernando. Tomó posesión del cargo el 1 de enero del año siguiente, y su asistencia fue diaria hasta pocos meses antes de su muerte, cuando la enfermedad se lo impedía. El año 1771 confirmó los honores recibidos, pues fue nombrado miembro de honor de la Academia Imperial de San Petersburgo. La emperatriz de Rusia envió a Madrid tres títulos de miembros honorarios para que allí se otorgaran a aquellos que fueran juzgados como los mejores, y González Ruiz recibió uno de ellos. Colmado de honores transcurrieron sus últimos años de vida, hasta que murió el 1 de abril de 1788. Fue enterrado en la parroquia de San Andrés de Madrid, a cuya colación pertenecía. Francisco Bayeu, suegro del que vendría a sacudir la pintura española y la europea, Francisco de Goya, le sucedió en la dirección de la sección de Pintura de la Real de San Fernando, que dejaba vacante.

Fue un correcto dibujante y hábil retratista en el que siempre se vio lo que aprendió de los pintores de Felipe V, como Houasse o Ranc. Autor de unas alegorías en las que la fidelidad a la ortodoxia iconográfica y formal viene a resaltar un curioso reflejo de las corrientes francesas, mantuvo, sin embargo, un regusto castizo en su obra religiosa, sobre todo en sus escenas populares de niños que realizó para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

 

Obras de ~: Retrato de D. Juan Bernabé Palomino, 1741; Alegoría de la fundación de la Academia, 1746; Fernando VI como protector de las Artes y las Ciencias, 1754; Judith con la cabeza de Holofernes, 1771; Retrato de D. Ignacio de Hermosilla; Autorretrato; La invención de la Cruz, iglesia de San Sebastián, Madrid; La cena del Señor y La Anunciación de Nuestra Señora, iglesia de la Trinidad Calzada, Madrid; Los fundadores de las religiones, San Isidro, Madrid; La Virgen de la Pastora, Capuchinos de la Paciencia, Madrid; Santiago Apóstol a caballo, convento de Santiago, Uclés, s. f.

 

Bibl.: J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de Bellas Artes en España, Madrid, Real Academia de San Fernando, 1800; E. M. Aguilera, Pintores españoles del siglo xviii, Barcelona, Iberia-Joaquín Gil, 1946; A. E. Pérez Sánchez, Inventario de pinturas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1964; J. L. de Arrese, Antonio González Ruiz, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1973; J. Camón Aznar, Arte español del siglo xviii, Madrid, Espasa Calpe, 1986; J. L. Morales y Marín, Pintura en España 1750-1808, Madrid, Cátedra, 1994.

 

Laura Fernández Bastos