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Antonio Sánchez Osorio y Surroca

Biografía

Sánchez Osorio y Surroca, Antonio. Cartagena (Murcia), 1811 – Madrid, 13.III.1868. Militar, mariscal de campo procedente de Ingenieros.

Ingresó en el Colegio Gene­ral Militar de Segovia el 24 de enero de 1826, centro en el que causó baja en 1829 para pasar también como alumno a la Academia de Ingenieros de Guadalajara. En 1832 era promovido a subteniente alumno y a teniente del Cuerpo después de terminar sus estudios, el 22 de marzo de 1835. Destinado al entonces único regimiento de Ingenieros, el Regimiento de Zapadores Minadores, intervino en la Primera Guerra Carlista (1833-1840), siendo herido y hecho prisionero en la acción de Ateca, consiguiendo fugarse al arrojarse por la noche al río Jalón.

Formando parte del Ejército del Norte después de su fuga, participaba en numero­sos combates, siendo premiado a lo largo de la campaña hasta con tres cruces de San Fernando. La primera, Cruz de San Fernando de 1ª clase, Sencilla, le fue concedida por Real Cédula de 30 de septiembre de 1837, en recompensa por su participación en la toma de Cantavieja (Teruel), el 31 de octubre de 1836. Durante la marcha para poner sitio a la citada villa de Cantavieja, estuvo encargado de la recomposición del camino y construcción de una de las baterías de brecha, y más tarde entró él solo a reconocer el fuerte de San Blas, abandonado por los enemigos y que se hallaba ardiendo. La segunda de las cruces le sería otorgada en la misma campaña, Cruz de San Fernando de 1ª clase, Sencilla, por la Batalla de Chiva (Valencia), el 15 de julio de 1837. Finalmente, aún obtendría una tercera Cruz, en esta ocasión de 2ª clase, Laureada, según la Real Orden de 18 de junio de 1845, por la toma de Alcalá de la Selva (Teruel) el 30 de abril de 1840. Tuvo a su cargo la construcción de la batería de brecha contra el citado fuerte, llegando hasta el mismo pie del muro para reconocerlo y ver si era posible aplicar la mina. Al realizar dicha operación al mando de un pequeño grupo de zapadores y de dos oficiales, derribó la puerta de entrada a una poterna, siendo el primero que subió a la obra y se apoderó de ella, pasando enseguida a colocar el blindaje para la operación de la mina, y, a pesar del vivo fuego y piedras que el enemigo arrojaba, estableció el hornillo y dirigió la operación al descubierto, no obstante haber sido herido, consiguiéndose a las dos horas la rendición del fuerte.

En 1839 alcanzó el empleo de comandante de Infantería sobre el campo de batalla y al año siguiente el de teniente coronel (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad). Había sido promovido a capitán de Ingenieros el 2 de febrero de 1837.

En 1841 fue destinado como profesor a la Academia Especial de Ingenieros de Guadalajara, en cuyo destino continuó hasta que en 1847 se le concedió el pase al Arma de Infantería con el empleo de coronel, poniéndosele al frente del Regimien­to de Cantabria. En 1850, al crearse el Colegio de Infantería, fue su primer director, cargo que siguió ocupando en 1851 tras su ascenso a brigadier y del que cesó en 1854. En 1855 fue nombra­do vocal de la Junta Permanente de Defensa del Reino y dos años más tarde S.M. la Reina le concedió el título de gentilhombre de cámara. En 1859 intervino en la Guerra de África al mando de la 2ª Brigada del I Cuerpo de Ejército, y al año siguiente publicó la obra Considera­ciones sobre la organización activa, la educación y las tácticas de la infantería española.

En 1864 fue destinado a las órdenes inmediatas del ministro de la Guerra y en ese mismo año fue ascendido a mariscal de campo, al tiempo que se le nombraba director de estudios y educación militar de SAR el Príncipe de Asturias, falleciendo durante el desempeño de este cometido. Era Caballero Gran Cruz de las Órdenes de San Hermenegildo e Isabel la Católica. En 1865 escribió la obra La profesión militar.

 

Obras de ~: Colección de signos convencionales para la representación de los objetos en los planos y cartas, Madrid, Imprenta Nacional, 1849; Consideraciones sobre la organización activa, la educación y las tácticas de la Infantería española, Madrid, Imprenta y Litografía Militar del Atlas, 1859; Proyecto de un sistema disciplinario penal para las clases de tropas, 1864; La profesión militar, Madrid, Est. Tipográfico de R. Vicente, 1865; Academias y colegios militares, Madrid, s. f.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1836-1847; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, M. Tello, 1876; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.º 63-66 (2001 y 2002); A. de Ceballos-Escalera y Gila et al., La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox y Pezuela, 2003; M. Silva Suarez, Técnica e ingeniería. V. El Ochocientos. Profesiones e Instituciones civiles, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico”, 2007.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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