Jerónimo Agnesio, Juan Bautista. Valencia, 30.III.1480 – 6.VIII.1553. Humanista, poeta, predicador, teólogo y filósofo.
Juan Bautista Jerónimo Agnesio destacó como docto y ejemplar sacerdote en la Valencia renacentista. Desempeñó un papel importante en la renovación de las estructuras eclesiásticas de la Iglesia de Valencia en la primera mitad del siglo XVI.
De pequeño acudió a una de las escuelas existente en su ciudad natal, para aprender los rudimentos del latín y los primeros conocimientos humanísticos que, pasados los años, le convirtieron en uno de los humanistas de mayor prestigio de su época.
El panorama cultural de 1500 que conoció Agnesio aparece particularmente animado y complejo. El 23 de enero de 1501 se creó la Universidad de Valencia y Juan Bautista Agnesio fue testigo de ello. Vivió sus movimientos culturales, su ambiente universitario y religioso, sus maestros, sus condiscípulos y discípulos, que produjeron en su vida y formación una impronta imborrable, que luego dio a conocer en su actuación sacerdotal en la diócesis de Valencia como místico y humanista.
El renacimiento local, que incluye paradigmáticamente las corrientes ideológicas y científicas más representativas de la época, fue modelando su formación sacerdotal.
La juventud universitaria, el pueblo necesitado de la palabra de Dios, las letras y la teología, los gobernantes y los eclesiásticos, todos recibieron la adecuada atención de su celo apostólico.
La figura y doctrina de Juan Bautista Agnesio está condicionada a un ambiente eclesial y social. El siglo XVI para la Iglesia y para la sociedad es el siglo de reforma, de problemática humanística y de honda espiritualidad.
Fue un sacerdote comprometido en esa época de grandes teólogos, santos y reformadores.
Predicó. Se preocupó por la juventud, la catequizó, dirigió espiritualmente, aconsejó a los nobles y gobernantes, a la gente llana, escribió tratados espirituales y opúsculos apologéticos. Era un sacerdote ilusionado por su ministerio.
Fundamentó su ministerio en la vida y doctrina de san Jerónimo, que le impulsó a la renovación de los eclesiásticos y del pueblo fiel. San Jerónimo (340/347- 30 de septiembre de 420) fue, sin ninguna clase de dudas, el santo padre más erudito de los siglos IV y V.
Poseía una amplia cultura. A Juan Bautista Agnesio le impactó la doctrina de este santo, cuyo nombre llevaba, y defendió contra algunas impugnaciones de Erasmo.
Juan Bautista Agnesio tuvo de original el hecho de proyectar el sacerdocio bajo una doble vertiente: la del sacerdote que ejerció un apostolado casi sedentario dedicado a la oración, estudio, vigilias y mortificaciones; y la de un apostolado docente y catequético, en que dirigió espiritualmente e instruyó a los cristianos, en una actitud itinerante.
Fue árbitro y oráculo de los hombre próceres de su tiempo. Tuvo relación con el conde de Oliva, Serafín de Centelles, y con su sobrino Francisco Gilabert de Centelles. Tuvo también en el círculo de sus amistades a Luis Crespi de Valldaura; a Fernando de Aragón, duque de Calabria, virrey de Valencia; Alonso de Aragón, duque de Segorbe. Tuvo amistad con san Francisco de Borja, duque de Gandía, y con Gaspar Jofré de Borja, arcediano de la catedral de Valencia y obispo de Segorbe.
Conectó con el movimiento renovador que protagonizaron los jesuitas al llegar a Valencia en 1544, identificándose con el estilo apostólico que los caracterizó.
Fue durante su vida un prolífico escritor. Sólo una pequeña porción de su producción literaria ha llegado a la actualidad.
Escribió La elegía sobre los males de su tiempo, que dirigió a santo Tomás de Villanueva, el 2 de junio de 1545, a los cinco meses de su llegada como arzobispo a Valencia. En esta epístola, compuesta en lengua latina, con bellos y sencillos dícticos, expuso los males que afectaban a la sociedad y el remedio que esperaba de tan santo pastor. Desde luego, el programa pastoral que presentaba Juan Bautista Agnesio indicaba un nuevo estilo de vivir el ministerio sacerdotal.
A través de su producción literaria se manifestó como poeta, filósofo, teólogo, humanista. Su creación poética, de grandes recursos retóricos, propios del renacimiento, no fue en menoscabo de una gran precisión teológica, que manifestó a través de sus escritos.
Dejó un gran repertorio de publicaciones, con las que procuraba responder a las necesidades de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo. Se pueden clasificar, por los distintos aspectos que trató, en litúrgico, hagiográfico, cristológico, soteriológico, apologético, moralista, de temática de actualidad e, incluso, jocoso.
La evangelización de los habitantes de las tierras valencianas y en especial los moriscos, que la poblaban a comienzos del siglo XVI, se presentaba ardua por el rechazo que daban a la aceptación de la fe cristiana.
Juan Bautista Agnesio estaba preparado para predicar.
Conocía la Sagrada Escritura y los santos padres, había profundizado sobre la palabra divina que tenía que impartir por la predicación a los demás. Personificó, dentro de las corrientes reformistas de la Iglesia de su época, una predicación viva y evangélica, sencilla y caliente, pura y práctica.
Recorrió la amplia geografía diocesana y se adentró en el valle de Ayora. En su trabajo misional, en sí arduo y lleno de dificultades, tuvo algunas conversiones.
La impresión que daba, por los informes que aportó, es que consiguió algunos frutos.
Envió una elegante representación poética, que tituló: Pro sarracaenis neophitis, a Jorge de Austria, que había sido nombrado arzobispo de Valencia en 1538, y que manifestaba deseo de solucionar esta acuciante cuestión.
El arzobispo mandó publicar algunas normas para la mejor atención pastoral de los nuevos convertidos, por medio de “les instructions e ordenations per als novaments convertitis del rege de Valencia”.
Desde los comienzos de su ministerio sacerdotal, Juan Bautista Agnesio vivió en una casita que había junto al convento de religiosas agustinas de San Julián, que se encontraba a las afueras de los muros de la ciudad de Valencia, en el arrabal, en la calle de Murviedro.
Frente a la fastuosidad y riqueza con que vivía el clero en su tiempo, Juan Bautista Agnesio dio ejemplo de vivir pobremente, voluntariamente, con espíritu evangélico, pero con dignidad y elegancia. Allí se dedicó a la oración, al estudio de la Sagrada Escritura y de los santos padres y a escribir.
A través de los años, fue perdiendo las fuerzas físicas y tuvo que reducir su actividad. Falleció el 6 de agosto de 1553 en brazos del santo arzobispo, Tomás de Villanueva, que tanto afecto le profesaba. Fue enterrado en la iglesia del mismo convento de San Julián, tal como disponía en su testamento, hoy día desaparecido.
Ilusionado por su sacerdocio, Juan Bautista Agnesio en su vida y en su doctrina se presenta como el prototipo del sacerdote de la España pretridentina, en que se mezclaba la teología sacerdotal, la pastoral y el contexto histórico.
Vicente Masip y su hijo Juan de Joanes inmortalizaron al venerable en dos de sus más famosas pinturas: El bautismo de Jesús en el Jordán (catedral) y Los desposorios místicos de Agnesio con santa Inés (Museo Provincial).
Recibió los mayores elogios de sus contemporáneos.
Su vida y su obra se pueden parangonar a la de los reformadores de su época, como san Juan de Ávila, santo Tomás de Villanueva, san Ignacio de Loyola y san Juan de Ribera.
Obras de ~: Apología in defensionem virorum Illustrium Equestrium, bonorumque Civium Valentinorum, in civilem Valentíni populi Seditionem, quam vulgo Germaniam olim apellarunt, Valencia, Juan Baldoví, 1521; Secunda Apología, in laudem Illustrisimi Magnanimique Domini Roderici Zeneti quondam Marchionis, inque laudem omnium Equitum Valentinatum, Valencia, Juan Baldoví, 1521; Egloga in Nativitate Christi Excellentissimo Principi D. Fernando Calabriae Serenissimaeque augustae Aragonae Germanae dicata, Valencia, Juan Jofré, 1527; Gemmatus de Mariae Virginis Assumptionis triumphus, Valencia, Juan Jofré, 1527; Officium nocturnum diuturnumque cum Missa Divi Martyris Julianis, Basilissae eius conjugi, martyrum, multarum Virginum, Valencia, por Juan Baldoví y Juan Mey, 1528; Officium missae, quomodo B. Joseph ab Arimatheia petiit corpus Jesu, depositum de Cruce suo sepelevit sepulchro, Valencia, Juan Baldoví y Juan Mey, 1528; Vida, Martiri, traslasio dels gloriosos Martirs, é reals Princeps S. Abdón y Senén; e la Vida del glorios Bisbe, é martir S. Ponz, advocat dels Llauradors contra la pedra, y tempestas, Valencia, Juan Navarro, 1542; Tertia Apologia, In venatores, pro avibus, ad illustrem Olivae Comitem, cum expositione multarum avium, sermone greco, latino, atque valentino [...] et alia non injucunda lectu, quae in indice praenotantur; Pro agarenis neophitis y un coloquio gracioso, Valencia, Juan Baldoví, 1543; Elegia in qua, cum extrema omnium virtutum ruina, tum universa pene nostrorum temporum defientur, argununturque mala, dirigida a Santo Tomás de Villanueva, Valencia, Juan Baldoví, 1544; Missa de Vigilia, custodia Divae Mariae Virginis, ad postulandam ejus custodiae protectionem, Valencia, Juan Mey, 1544; Varios opúsculos sobre la Santísima Trinidad, la Virgen María y algunos santos, Valencia, Juan Baldoví, 1545; Duo Epistolarum libelli, Joannis Baptistae Agnesi,Valentíni, Poetae, atque Theologi erudissimi, Nicolai Biesi, alias Scirpi, Gandavensi, viri utraque lengua et Musis clarissimi, inter quos quaestio ventilatur cognitu perjucunda: sintne prospera affectanda ut bona; Fugienda adversa ut mala?, Valencia, Juan Mey, 1546; Apologeticon Panegyricon in vitam laudes et scripta Divi Hieronymi, Vita el laudes D. Francisci a Paula, Vita et laudes D. Francisci Patris Minorum, Officium horarium ad Sacratissimi Cor Domini Nostri Jesu Christi, Vita et laudes D. Mariae Virginis, Valencia, Juan Mey, 1550; Officium Horarium diurnum nocturnumque Divae Virginis Sapientiae, Valencia, Juan Baldoví y Juan Mey, 1551; Libro de advertencias para los edificios y fábricas de los templos, y para diversas cosas de las que en ellos sirven al culto divino y otros ministerios, Valencia, Juan Mey, 1624; Officum Misae de eisdem paenis D. N. Jesu Christi, Valencia, Juan Baldoví y Juan Mey, s. f.; La vida de S. Juliá Abat y martir; y de S. Basilisa verge, daquell esposa, Abadesa de mil santes doncelles, Valencia, s. f.; Phantalia Libri XXVII (ms. Biblioteca de la catedral de Valencia).
Fuentes y bibl.: Archivo de la Catedral de Valencia, 6007; 673: 2; 06007-06008.
J. Bau Burguet, El Venerable Juan Bautista Agnesio, beneficiado de la catedral de Valencia (1480-1553): Flores del clero secular, vol. II, Valencia, Imprenta Guillot, 1929, págs. 179- 192; M. I. Montrull Alarcón, El Venerable Juan Bautista Jerónimo Agnesio, Barcelona, Universidad, 1959; G. Hijarrubia, “Los tiempos del pontificado de Santo Tomás de Villanueva, visto por un poeta latino valentino del siglo XVI”, en Anales del Centro de Cultura Valenciana, Valencia, 1959; El códice de “Pantalia” del Venerable Juan Agnesio, Valencia, Instituto Roque Chabás, 1960; G. Gironés, “La figura del venerable Agnesio en la espiritualidad valenciana del siglo xvi”, en VV. AA., Actas del II Simposio de Teología histórica, Valencia, 1983, págs. 231-327; V. Cárcel Ortí, Historia de la Iglesia en Valencia, vol. I, Valencia, Arzobispado de Valencia, 1986, págs. 154-157; A. Llin Cháfer, Juan Bautista Agnesio, apóstol de la Valencia renacentista, Valencia, Imprenta Alcañiz, 1992; “Juan Bautista Agnesio y los nuevos conversos”, en Anales Valentinos, 22 (1996), págs. 409-415; “Juan Bautista Agnesio, testigo excepcional de los orígenes de la Universidad de Valencia”, en VV. AA., Actas del X Simposio de Teología histórica, Valencia, Facultad de Teología, 1999, págs. 2097-2216.
Arturo Llin Cháfer