Gallo de Andrade, Gregorio Antonio. Burgos, 1512 – Segovia, 25.IX.1579. Obispo de Orihuela y Segovia, teólogo, conciliarista, catedrático, consejero real, maestrescuela.
El primer obispo de la diócesis de Orihuela fue Gregorio Antonio Gallo de Andrade. Su padre fue el noble burgalés Diego López Gallo. En el ambiente del hogar paterno recibió una esmerada educación humanista. Pasó a la Universidad de Salamanca a cursar estudios de Filosofía y Teología, disciplinas en las que destacó por su aprovechamiento y sabiduría. Salamanca gozaba en aquellos años de un gran prestigio intelectual, teniendo prestigiosos profesores, entre ellos el maestro Francisco de Vitoria, que en 1532 otorgó a Gregorio Gallo el título de bachiller en Teología. Durante los cuatro cursos siguientes ocupó una cátedra de Sagrada Escritura.
El 11 de mayo de 1538 se le nombró maestro en Teología, concediéndole la colación el 3 de junio inmediato. Opositó a la magistralía de la catedral de Burgos, junto con él se presentó el riojano, Jerónimo de Velasco, más tarde obispo de Oviedo. Ante el empate de los dos opositores, se pidió la decisión del prior de los agustinos, el futuro santo Tomás de Villanueva, que optó por Jerónimo de Velasco. En 1540 Gregorio Gallo obtuvo por oposición la cátedra de Sagrada Escritura.
Junto con Melchor Cano, fue enviado por el emperador Carlos V al Concilio de Trento en 1550. No consta en ninguna de las actas del concilio, ni en los diarios del mismo, ninguna intervención de Gregorio Gallo. Con todo, a finales de diciembre de 1550 le ordenaba el Emperador que se pusiese en camino para Trento “en tiempo en que podáis ser allí para principio o al menos mediados el mes de abril”. A lo que contestaba Gregorio, con fecha del 26 de enero de 1551: “Yo me partiré luego y con ayuda de Dios seré en Trento el tiempo que Vuestra Majestad manda”. Es extraño que no tuviese ninguna intervención.
De vuelta a Salamanca, al suprimirse el concilio, intervino como consejero en los principales asuntos de Estado. El propio emperador Carlos V depositó en él su confianza y Felipe II se sirvió de sus servicios en la preparación y desarrollo de la tercera etapa del concilio tridentino. En 1559 fue nombrado y juró el cargo de maestreescuela y cancelario de la Universidad de Salamanca. Fue predicador real, estando dotado de una admirable y elocuente dicción.
Al ser erigida la diócesis de Orihuela, el 17 de julio de 1564, fue presentado por el rey Felipe II el 1 de mayo de 1564 y preconizado por el papa Pío IV el 28 de agosto de 1565. Tomó posesión de la diócesis el 23 de marzo de 1566.
En 1565 se celebró en Valencia el Concilio Provincial para aplicar las disposiciones del Concilio de Trento. Era arzobispo de Valencia Martín Pérez de Ayala. La apertura tuvo lugar el 18 de noviembre de 1565. En aquella ocasión representó a la diócesis de Orihuela el obispo auxiliar de Valencia, Juan Segriá.
Desde un principio Gregorio Gallo se preocupó en reparar y adecentar las iglesias que estaban en estado ruinoso. Tuvo que dedicar gran atención a la conversión de los nuevos cristianos. Organizó y reestructuró el Cabildo catedralicio, creando dos nuevas dignidades. En la instrucción religiosa de los niños y jóvenes daba ejemplo impartiendo personalmente la catequesis, en domingos y días festivos, rezando con ellos el Rosario.
En 1569 mandó celebrar el primer sínodo de la diócesis de Orihuela, cuyas constituciones estuvieron catalogadas en setenta y cuatro decretos. Los títulos o temas principales fueron nueve: trató de la organización de la comunidad parroquial, la formación espiritual y obligaciones pastorales del clero; la muerte cristiana y la sepultura eclesiástica; la santificación del templo, la casa de Dios; la disciplina para las personas eclesiásticas; la disciplina sobre el sacramento del matrimonio y sobre el celibato eclesiástico.
El 11 de septiembre de 1577 fue trasladado a la diócesis de Segovia, donde murió el 25 de septiembre de 1579. Sus restos fueron trasladados a Burgos y depositados en la capilla de San Gregorio del convento de Santo Domingo. En la sala del Museo de la catedral de Orihuela se conserva un artístico y logrado retrato suyo.
Obras de ~: Prima Synodis Oriolana, Murcia, apudo Vidual Philippi, Teruel, 1569.
Bibl.: D. Colmenares, Vida de escritores segovianos, Madrid, 1840; C. Gutiérez, Españoles en Trento, Valladolid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Jerónimo Zurita, 1951, págs. 540-546; C. Eubel, Hierarchia Católica medii et recentioris aevi, Padova, Il Messagero di S. Antonio, 1960, págs. 263 y 296; C. Gutiérrez, “Gallo, Gregorio”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de la Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, CSIC, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 969-970.
Arturo Llin Cháfer