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Juan González Feijoo Villalobos

Biografía

González Feijoo Villalobos, Juan. ¿Villalobos (Zamora)?, 1644 – Guadix (Granada), 10.II.1706. Carmelita (OCarm.), general de la Orden y obispo.

Aparece más frecuentemente como Juan Feijoo de Villalobos y, en ocasiones, como Juan de Villalobos. Se desconoce el lugar de nacimiento. Se barajan las ciudades de Toledo, Valladolid, si bien es más probable que naciera en Villalobos (Zamora). La fecha de nacimiento la sitúan en 1644. Vistió el hábito en Medina del Campo a los catorce años de edad.

Se conoce el expediente académico de Feijoo por testimonio de Diego Velázquez Bonifaz, secretario de la Universidad de Valladolid, que fue expedido el 6 de noviembre de 1695. Según dicho expediente, “graduóse de B. en Artes por esta Universidad el 5 de diciembre de 71; de Teología, dicho día mes y año; de licenciado en Teología, el 14 de julio de 72 y de Dct. En dicha facultad en 25 de noviembre de 74 [...]. Tiene provado aver leído en lecciones de extraordinario las Súmulas, Lógica y Philosophia por los años 73 y 74. Y asimismo aver substituido la cátedra de Prima de Philosophia algunos días, por ausencia de su propietario”.

Sigue una larga relación de méritos, como presidencia de actos académicos, defensa de conclusiones contra el galicanismo, del patronato eliano, etc. Desempeñó distintas cátedras, entre ellas la de Vísperas. Se enuncian también los cargos que ocupó en la Orden. Es un currículo amplísimo, donde aparece la personalidad relevante del padre Feijoo. Fue elegido general de la Orden en mayo de 1692. Aparte de sus cualidades, consta que el rey de España favoreció su candidatura ante el embajador en Roma. El propio Feijoo, en carta respetuosa, casi servil, al Monarca habla de un Real Despacho “con que se dignó V. Mgt. recomendar mis cortos méritos al mismo embajador [...]”.

De su actividad como general de los carmelitas hablan los cronistas de la Orden. Hay que señalar únicamente algunos puntos. Apenas elevado al generalato se mostró comprensivo con el padre Caperó, quien había sido partidario de los franceses (incluso falsificando documentos) y logró mitigar el destierro de Nápoles, a que le habían condenado los ministros del Rey, por la estancia en el convento de Onda (Castellón).

En memorial impreso, presentado para la obtención del título de Grande de España para el general del Carmen, se aducen las razones pertinentes. En él, aunque se advierte el prurito de la época, no hay demasiado barroquismo. Al igual que los generales de Santo Domingo, San Francisco y el de los capuchinos, se pretende que tenga el mismo privilegio el del Carmen. Se indica que a Rubeo en 1567 y a Silvio en 1606 se les dispensaron grandes honores como a los Grandes de España, entre ellos, hablar al Rey con la cabeza cubierta.

El duque de Medinaceli (15 de marzo de 1693) envió al Rey el memorial con informe favorable. El Consejo de Castilla (26 de septiembre de 1693) emitió también voto favorable, y se accedió a la petición. Con el título de Grande de España y con los honores de tal, fue recibido en Madrid. Con ceremonial igualmente pomposo debió de ser recibido en Valladolid en febrero de 1694.

No fue todo pompa en la recepción de Feijoo. Amante de la observancia regular, quiso implantar una reforma (la turonense) por lo menos en algunos conventos y comprometer a los religiosos a la observancia de la misma. Hay noticia de que lo hizo en Valderas (León), como también en Nuestra Señora de los Valles, cerca de Torresandino (Burgos). En sus visitas a los conventos, al menos a los de España, no fue parco en decretos.

Otra de las intervenciones en que tomó parte activa Feijoo fue en la famosa controversia con los jesuitas, sobre la sucesión eliana. A instancia suya y del prepósito general de los carmelitas descalzos, fray Juan de la Anunciación, la Inquisición de Toledo llegó a prohibir, el 14 de noviembre de 1695, los volúmenes de las Acta Santorum en los que los bolandistas, concretamente Papenbroch, al tratar de la vida de determinados santos, negaban la sucesión hereditaria de la Orden del Carmen, desde el profeta Elías. El tiempo ha dado razón a los bolandistas, aunque es de admirar el tesón y empeño que pusieron los carmelitas por defender su postura.

Al final de su generalato, y en el nuevo Capítulo de 1698, se mostró independiente y, al parecer, no siguió las instrucciones de los embajadores del rey de España en Roma, para que se eligiera a un general súbdito del Rey.

Cuando terminó su mandato, regresó a España. Nombrado obispo de Guadix en 1702, fue consagrado en la iglesia del Carmen de Madrid el 15 de octubre de 1702. Murió en su diócesis el 10 de febrero de 1706 a los sesenta y tres años de edad. Resta, como hipótesis de trabajo, estudiar su trabajo como obispo.

 

Obras de ~: Davidis monarchiae sive singulare cum filisteo duellum pro israelitici Dei pupuli vindicando honore, Valladolid, 1648 [figura como autor M. Antonio Vidax, pero debe atrib. a Feijoo de Villalobos]; Historico-sacra et Theologico-dogmatica dissertatio de vera origine ac progressu Monastices eiusque primo cultore Magno Propheta Elia, Carmelitarum Parenti [...], Valladolid, 1687 (Nola, 1697); Oración fúnebre que celebró [...] la Real universidad de Valladolid a la temprana muerte de la [...] Reyna Católica Doña María Luisa de Borbón y Orleáns el 28 de marzo de 1689, Valladolid, 1689; Brevis Cronología religionis supradictae vulgari [...] opere totius carmelitici Insituti [...] Innocenti [...] Papae XII oblata, Lyon, 1696.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Universitario de Valladolid, leg. 349, exp. personal; Archivo General de Simancas, secc. Estado, Roma, leg. 3039, Memorial de la Orden del Carmen solicitando el título de grandeza para su General (1692); secc. Estado, España, Disputas Jesuitas Carmelitas, leg. 3082, Carta del General del Carmen; Archivo General de la Orden Carmelita (Roma), II, C. O. 38; Archivo Histórico Nacional, secc. Clero, lib. 17308, Magistral del Carmen Calzado; leg. 7209, Razón de la venida del P. General; lib. 1350, Libro de Visitas del convento de Ntra. Sra. de los Valles.

C. de Villiers (OCarm.), Bibliotheca Carmelitana, Arurelianis [Orleans], Couret de Villeneuve & J. Rouzeau, 1752, 2 vols. (ed. de G. Wessels, Roma, 1927); M. Ventimiglia (OCarm.), Historia chronologica priorum generalium Ord. B. tmae Virginis Mariae de Monte Carmelo, Neapoli, 1773; M. Alcocer Martínez, Annales universitarios [de Valladolid], vols. III y IV, Valladolid, 1921 y 1930; A. Pérez Goyena (SI), “La escuela baconiana en la Teología española”, en Estudios Eclesiásticos, 2 (1923), págs. 351-372; T. Rodríguez de Valdeón, El libro de Villalobos, Valderas, 1947; B. Velasco (OCarm.), “El convento de carmelitas de Valladolid”, en Carmelus, 24 (1977), págs. 77-83; P. M. Garrido (OCarm.), “Feijoo Villalobos, Juan”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, Suplemento I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1987, pág. 309; B. Velasco (OCarm.), Historia del Carmelo español, vol. III, Roma, Institutum Carmelitanum, 1990-1994, págs. 165-168; P. M. Garrido (OCarm.), El solar carmelitano de San Juan de la Cruz. La antigua provincia de Castilla (1416- 1836), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1996.

 

Balbino Velasco Bayón, OCarm.

 

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