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Pedro Leonardo Villacevallos y Vera

Biografía

Villacevallos y Vera, Pedro Leonardo. Córdoba, 7.XI.1696 – 13.VI.1774. Anticuario y coleccionista de antigüedades.

Escasos son los datos biográficos con los que se cuenta para analizar la figura de este personaje, que, sobre todo, destaca por sus aficiones eruditas y de coleccionista de antigüedades. Nació en el seno de una familia de la nobleza menor, que dos generaciones antes se había afincado en Córdoba procedente del valle de Carriedo (Santander), y alcanzó en 1747 el cargo de alcalde ordinario de Córdoba. Se había casado, en 1723, con una prima hermana suya, de la que formando parte de la dote obtuvo un miliario de época de Tiberio, herencia de su tío abuelo, el erudito Bernardo Gamiz de Cabrera (1604-1676), importante anticuario cordobés que también había tenido una colección de monedas y epígrafes. Desde entonces y hasta el final de sus días tuvo Pedro Leonardo de Villacevallos en el coleccionismo arqueológico su actividad más sobresaliente, llegando a formar una de las más célebres y referidas colecciones de la Andalucía del siglo XVIII, constituida sólo con piezas de origen regional, sin incorporaciones foráneas. Proceden, sobre todo, de la propia ciudad de Córdoba y, en menor grado, de otros lugares de la provincia, junto a algunas piezas de Peñaflor y Écija, donde tenía algunas propiedades, y de Cádiz, merced al lote de siete placas epigráficas que le regaló su amigo el asimismo coleccionista Guillermo de Tyrry (1726-1779), marqués de la Cañada, que conformó otra importante colección arqueológica en el Puerto de Santa María en la segunda mitad del siglo XVIII. El éxito de Villacevallos se vio favorecido no sólo por las facilidades que le proporcionaban sus medios económicos, sino también por las influencias políticas concejiles y relaciones sociales, ya que muchas de las piezas las obtuvo como regalo, en el marco de un desinterés más o menos generalizado en la sociedad provinciana cordobesa por aquellos temas. Junto a la colección numismática (conservada en tres monetarios y en la que destacaban las piezas romanas de acuñaciones hispanas, junto a una corta serie de entalles y camafeos), sobresalían los epígrafes (casi un centenar) y las esculturas (una treintena) romanas, que dispuso decorando las cuatro paredes del patio primero o apeadero de la casa-palacio familiar en Córdoba (en la calleja de Villacevallos, que abría a la calle de las Pabas, hoy calle Tomás Conde), con un carácter de colección de representación. De forma excepcional se conoce el aspecto de ese “museo” por los dibujos que realizó, en 1760, el médico Antonio de Capdevila por indicación del erudito valenciano Gregorio Mayans y Siscar, a quien se los envió en cartas conservadas parcialmente hoy en la Biblioteca Municipal “Serrano Morales” de Valencia, que se reproducen ahora en J. Beltrán y J. R. López (coords.), Villacevallos, págs. 100-101.

La fama anticuaria de Pedro Leonardo de Villacevallos se basó, pues, en la importancia de su colección arqueológica (sus monedas e inscripciones son referidas por autores como X. Panel, E. Flórez, L. J. Velázquez, F. Pérez Bayer, L. I. Leirens...), pero asimismo en las buenas relaciones con los políticos y académicos ilustrados de Madrid (como refleja también su rica correspondencia conservada). Da fe de ello el que fuera nombrado académico honorario de la Real Academia de la Historia en 1754, aunque al año siguiente retornó de Madrid a su Córdoba natal, donde residirá ya hasta su muerte y donde continuará sus aficiones coleccionistas. Por el contrario, la producción erudita de Villacevallos no es comparable a la de otros anticuarios coetáneos que se dedicaron al estudio de las antigüedades en España —o en la propia Andalucía occidental, en la que sobresale el núcleo de ilustrados en torno a la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, institución de la que no formó parte Villacevallos como correspondiente—, quedando su obra inédita en su totalidad. En esa línea erudita se concentró a lo largo de toda su vida especialmente en el estudio y la elaboración del catálogo de las piezas de su colección.

Se conservan algunos estudios epigráficos suyos (por ejemplo, sobre los miliarios romanos de Córdoba) y esquemas preparatorios del catálogo de su colección realizados durante la década de los treinta, que dan paso a la elaboración del catálogo de las esculturas e inscripciones de 1740 (Explanación antiquo-lapidea, inscripcional del Museo...); éste es conocido a través de varias copias, aunque en las conservadas en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla (de 1760 y 1763) existe referencia más amplia de las nuevas piezas que adquirió hasta esos años. No llegó a terminar el catálogo de los monetarios, en lo que se ocupó en el último período de su vida, dejándolo sólo esbozado.

No destaca, pues, Villacevallos por sus estudios anticuarios, sino por su labor coleccionista, verdaderamente destacada en el marco del mundo erudito ilustrado español de ámbito provincial, y también por un interés centrado sólo en las antigüedades, obviando otros apartados propios del coleccionismo de la época, como el de la pintura o los naturalia. Muerto Pedro Leonardo de Villacevallos, en 1774, sus intereses no tuvieron ningún continuador familiar, aunque la colección se conservó más o menos completa hasta los comedios del siglo XIX. A finales de esa centuria, desaparecidas ya las monedas (de las que existe un catálogo abreviado hecho para su venta por L. M. Ramírez y de las Casas-Deza, de mediados de ese siglo XIX) y también un buen número de inscripciones y esculturas, los restos de la colección fueron comprados por Jorge Loring, marqués de Casa-Loring, y llevados a Málaga para formar parte de su llamado “Museo Loringiano”, localizado en la Hacienda de La Concepción, en las afueras de la ciudad malagueña, donde fueron catalogados por M. Rodríguez de Berlanga. Actualmente esas piezas han pasado ya a dominio público, por compra del Estado español a mediados del siglo XX, perteneciendo a los fondos del Museo Arqueológico Provincial de Málaga, aunque los materiales de mayor formato, como esculturas y soportes epigráficos, se conservan y exponen todavía en la Hacienda de la Concepción, que hoy gestiona el Patronato Botánico del Ayuntamiento de Málaga.

 

Obras de ~: Explanación antiquo-lapidea, inscripcional del Museo de D. Pedro de Villa, y Cevallos... Año MDCCXL [con copias en la Real Academia de la Historia (RAH), s. f. (ref. 9/5770(2), 73 fols.); en la Biblioteca Nacional de España (BNE), s. f. (ref. 5533, 336 fols.), en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla (BCCS), copias de 1760 (refs. 59-6- 7, fols. 82-137) y de 1763 (ref. 60-1-15, fols. 160-199, con añadidos de M. J. Díaz de Ayora)]; otros apuntes manuscritos y correspondencia en: RAH (refs. Mss. 9/4128, 9/6118, 9/7567, 9/7564, en los papeles del marqués de Valdeflores y del padre E. Flórez), en la BCCS (refs. Mss. 56-4-9, 57-4-17, 59-3-44, 59-6-7 y 60-1-15) y en la Biblioteca Municipal “Serrano Morales”, Valencia (ref. 6807, correspondencia de G. Mayans).

 

Bibl.: L. M. Ramírez y de las Casas-Deza, Catálogo de la Colección Numismática del Sr. D. Rafael Pedro de Villa-Zeballos- Copia firmada en Córdoba, el 28 de febrero de 1853, por José Sisternes y Hoces (BNE, Mss. 12934-13); M. Rodríguez de Berlanga, “Museo de D. Pedro Leonardo de Villacevallos” I y II, Revista de la Asociación Artístico Arqueológica Barcelonesa, I (1897), págs. 81-96 y 257-292; Catálogo del Museo Loringiano, Málaga, A. Gilabert, 1903; F. J. Campos y Fernández de Sevilla, “Epistolario ilustrado: la correspondencia del agustino P. Enrique Flórez con D. Pedro de Villacevallos (1744 a 1759), y D. Antonio Caballero y Góngora (1771), después arzobispo y virrey”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 196 (1999), págs. 261-325; J. Beltrán Fortes, “La escultura clásica en el coleccionismo erudito de Andalucía (siglos XVII-XVIII)”, El coleccionismo de escultura clásica en España. Actas del Simposio, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2001, págs. 143-171; J. Beltrán Fortes y J. R. López Rodríguez (coords.), El Museo Cordobés de Pedro Leonardo de Villacevallos. Coleccionismo Arqueológico en la Andalucía del siglo XVIII, Madrid-Málaga, Real Academia de la Historia (Bibliotheca Antiquaria 9) y Universidad de Málaga, 2003.

 

José Beltrán Fortes

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