Ayuda

José Francisco Ortiz y Sanz

Biografía

Ortiz y Sanz, José Francisco. Ayelo de Malferit (Valencia), 5.IX.1739 – Valencia, 21.XII.1822. Canónigo, bibliotecario, anticuario, helenista.

De origen modesto, estudió lenguas latina y griega en el Colegio de los Jesuitas de la villa de Onteniente. Demostró unas aptitudes excepcionales para el dibujo, por lo que quiso estudiar Bellas Artes en Roma, pero se lo impidió su padre, quien le obligó a seguir la carrera eclesiástica. En 1760 estudió Filosofía Tomística en la Universidad de Valencia y en 1764 se graduó en Derecho Canónico y Civil en la Universidad de Orihuela, para después retornar a la Universidad de Valencia, donde estudió Teología Moral y se doctoró en Cánones. En los cursos 1766-1767 y 1767-1768 fue alumno de la Junta Preparatoria de la Academia de San Carlos, institución con la que siempre mantuvo una estrecha vinculación. Ordenado sacerdote en 1768, fue destinado como cura ecónomo a varias parroquias de la diócesis de Valencia, hasta que en 1774 fue nombrado vicario mayor de la Colegiata de Játiva.

Dada su afición a las bellas artes y su estrecha vinculación con la Academia de San Carlos, emprendió en 1777 la traducción de los Diez libros de Arquitectura de Vitrubio. Deseoso de perfeccionar el trabajo y consciente de no poder avanzar en esta empresa sin la consulta de los códices manuscritos conservados en la bibliotecas italianas, obtuvo real permiso en mayo de 1778 para trasladarse a Roma, por lo que renunció a la vicaría, reunió 1000 escudos con la venta de sus enseres y marchó a Italia. Una vez allí, examinó por sí mismo las antigüedades romanas de Pozzuoli, Herculano, Pompeya y Paestum y las de la misma Roma, en la que se instaló definitivamente en 1779. Consumidos sus fondos propios en 1781 obtuvo apoyo económico del conde de Floridablanca gracias a la mediación de José Nicolás de Azara y Eugenio de Llaguno, entonces ministro plenipotenciario ante la Santa Sede y primer oficial de la Secretaría de Estado, respectivamente. Concluido su trabajo, del que llegó a publicar en Roma un comentario de dos textos del libro III en 1781, regresó a España estableciéndose en Madrid en 1784 y, acabada de pulir, la obra fue presentada por Floridablanca a examen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando e informada favorablemente por Diego Rejón de Silva, Antonio Ponz y Pedro Arnal. En vista de ello se acordó su publicación y el Rey mandó que la obra se imprimiese a su cargo en la Imprenta Real así como que fuera ilustrada por los más destacados dibujantes y grabadores formados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en la de San Carlos de Valencia. El mismo año de su publicación, el 2 de septiembre de 1787, fue nombrado académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y se le concedió una pensión sobre la renta de Correos. Se situó Ortiz con esta obra en un lugar destacado como teórico de la arquitectura neoclásica, prestigio que apuntaló años más tarde con una nueva edición, también en la Imprenta Real, de Los quatro libros de arquitectura de Andrea Palladio, aunque sólo aparecieron los dos primeros.

Como consecuencia de sus estudios vitruvianos Carlos III le encargó en 1788 un viaje arquitectónicoanticuario por las provincias de España, que vio truncado por el fallecimiento del Monarca, pero, dado su indudable interés, el proyecto fue reconsiderado por Carlos IV, ya que publicó el prospecto Noticia y plan de un viaje arquitectónico-antiquario encargado por S. M. el año 1790 (Madrid, 1797), aunque no obtuvo financiación hasta 1799. Entre tanto, ingresó en la Real Biblioteca el 19 de noviembre 1792 como oficial 4.º ascendiendo en el escalafón hasta la plaza de oficial 1.º, 3.º en 1799. En estos años trabajó intensamente y dejó muestras de su calidad como helenista con la publicación de Los Diez libros de Diógenes Laercio sobre las vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres (Madrid, 1792). Asimismo, también como historiador, con sus comentarios e ilustraciones a la Historia de España de Mariana y, especialmente, con su Compendio cronológico de la Historia de España que publicó en siete tomos entre 1795 y 1803 e ilustrados con una selección de destacados hechos históricos y los retratos de los reyes, que se puede considerar la primera Historia de España ilustrada. También cultivó el arte dramático tanto como crítico, en una carta que firmó con el seudónimo Escenófilo Ortomeno dirigida al caballero de cinco letras, que no es otro que Cándido María Trigueros, como autor de la tragedia Orestes en Sciro, y como traductor de un texto de Francesco Milizia sobre el teatro.

En 1798 Carlos IV le concedió primero un beneficio y luego una prestamera de la parroquia de Beniel (obispado de Cartagena) para que realizara más cómodamente el viaje arquitectónico-anticuario, a condición de que renunciara a su plaza de oficial 1.º, 3.º en la Real Biblioteca, aunque se le nombró bibliotecario honorario y se le asignó una pensión de 500 ducados. Con estos medios inició el estudio del teatro de Sagunto en 1799, por el que mantuvo una pugna literaria con Enrique Palos y Navarro, juez-conservador de las antigüedades de Sagunto y primer excavador de dicho monumento. Sin embargo, en ese mismo año se le retiró la prestamera y no pudo continuar con sus investigaciones, por lo que el proyecto se vio truncado. De todas formas, los trabajos efectuados fueron publicados años después bajo el título de Viaje arquitectonicoanticuario de España, o descripción latinohispana del antiguo teatro saguntino (Madrid, 1807), que es una de las mejores descripciones y ediciones de un monumento romano que hasta ese momento se habían realizado y publicado en España, acompañado por excelentes dibujos de su mano y de Manuel Camarón y otras ilustraciones a cargo de los grabadores de la Real Cámara Tomás López Enguídanos y Rafael Esteve entre otros.

Hubo de reingresar entonces en la Real Biblioteca pero perdió el escalafón y se le admitió sólo en su calidad de bibliotecario honorario, aunque se le mantuvo la pensión asignada. Aunque solicitó plaza en la Real Academia de la Historia en 1794, no ingresó en este cuerpo literario hasta 1801 en que fue admitido en la categoría de académico supernumerario y agregado a la Sala de Antigüedades. Como miembro de esta sección colaboró en la formación de la Colección de Inscripciones de España y en la redacción de la Instrucción formada por la Real Academia de la Historia sobre el modo de recoger y conservar los monumentos antiguos descubiertos ó que se descubran en el Reyno, que fue aprobada por Carlos IV por Real Cédula de 6 de julio de 1803, y que constituye una de las primeras medidas legislativas adoptadas por un estado europeo para la protección del patrimonio arqueológico- monumental. También informó a la Academia sobre el hallazgo del llamado mosaico de las Musas en Itálica en 1802 notificado por Juan Agustín Ceán Bermúdez, sobre ciertas antigüedades e inscripciones romanas halladas en Osuna junto a Diego Clemencín, y sobre un dibujo de un sarcófago paleocristiano existente en Layos (Toledo) en casa de los condes de Mora. En 1803, poco antes de su partida a su tierra natal, fue nombrado académico de honor de la Real Academia de San Carlos de Valencia.

En 1802 Carlos IV le nombró deán de la Iglesia Colegial de Játiva, por lo que en 1804 hubo de trasladar su residencia a dicha localidad y pasó a la categoría de académico correspondiente de la Real Academia de la Historia. Su alejamiento de la Corte no influyó en la productividad de sus investigaciones ni en la relación con las academias a las que pertenecía. Inmediatamente comenzó a preparar la edición del estudio del teatro de Sagunto, que fue finalmente publicada por la Imprenta Real en 1807, como se ha señalado, además de continuar y aumentar el Compendio cronológico. El 14 de noviembre de 1804 fue comisionado por la Real Academia de la Historia, junto a José Canga Argüelles, para que informase sobre el hallazgo de un tesorillo de denarios republicanos en Liria. En 1805 remitió a dicha institución la “Disertación histórico-geográfica acerca del sitio de la ciudad de Munda”, para que se publicase en las Memorias de la Real Academia de la Historia, pero fue informada negativamente por Juan Pérez Villamil, por lo que no fue publicada hasta 1862 por su sobrino Salvador Enguídanos. Y el 9 de noviembre de 1806 fue nombrado, por fin, académico de mérito por la arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, categoría para la que había sido propuesto en 1799.

En estos años previos a la invasión francesa comenzó a trabajar en las Instituciones de arquitectura civil acomodadas en lo posible a la doctrina de Vitruvio, que concluyó en 1819 pero que quedó inédita hasta tiempos recientes en que el manuscrito ha sido localizado y publicado por su evidente interés. Durante la guerra de la independencia se trasladó a Valencia, y en dicha ciudad fueron impresos sus últimos trabajos anticuarios y filológicos, la respuesta a Enriques Palos acerca del teatro de Sagunto, la traducción del Manual de Epicteto, un discurso sobre la legio XII fulminata y un estudio en forma de carta de una inscripción romana hallada en Valencia. Muchos otros trabajos, sin embargo, quedaron inéditos, aunque algunos fueron publicados algunas décadas después de su fallecimiento mientras que otros aún no han visto ni verán la luz, como la traducción de la Demostración de la existencia de Dios de Fenelon.

 

Obras de ~: Abaton Reseratum, sive genuina declaratio duorum locorum cap. ult. lib. tert. Architecturae M. Vitruvii Pollionis, nusquam ad menten auctoris facta scilicet: De adjectione ad Stylobatas cum Podio, seu ad Podium ipsium, Romae, Barbiellini, 1781; Risposta dell’abate D. Giuseppe Francesco Ortiz al P. Ireneo Affo, Madrid, Imprenta Real, 1785; Los diez libros de architectura de M. Vitruvio Polión. Traducidos del latín y comentados por D. Joseph Ortiz y Sanz, presbítero, Madrid, Imprenta Real 1787; Carta de Escenófilo Ortomeno, al caballero de las cinco letras E. A. D. L. M. acerca del drama nuevo intitulado: Dios protege la inocencia, y Elvira Reyna de Navarra, Madrid, Imprenta Real, 1788; El Teatro. Obra escrita en italiano por D. Francisco Milizia, y traducida al español por D. J. F. O., Madrid, Imprenta Real, 1789; Orestes en Sciro. Tragedia en tres actos, por D. Joseph Francisco Ortiz, Madrid, Antonio Fernández, 1790; Los diez libros de Diógenes Laercio sobre las vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Madrid, Imprenta Real, 1792; El azote de tunos, holgazanes y vagabundos: obrita útil a todos en la cual se descubren los engaños y fraudes de los que corren el mundo a costa ajena. Refiriéndose muchísimos casos acontecidos en materia de vagos para desengaño e instrucción de la gente sencilla y crédula. Traducción libre la lengua toscana por D. J. O., Madrid, Pacheco, 1793; Compendio cronológico de la Historia de España desde los tiempos mas antiguos hasta nuestros dias, Madrid, Imprenta Real, 1795-1803; Los quatro libros de Arquitectura de Andrés Paladio, traducidos del italiano, e ilustrados con varias notas, con la vida y retrato de aquel autor, por D. José Ortiz, Madrid, Imprenta Real, 1797; Noticia y plan de un viage arquitectonico-anticuario encargado por S. M. a Don Jose Ortiz el año de 1790, Madrid, Imprenta Real, 1797; Disertación histórico-geográfica acerca del parage de la celebre ciudad de Munda, junto a la qual venció Julio césar a los hijos de Pompeyo, Madrid, 27 de diciembre de 1801 [en Archivo de la Real Academia de la Historia (ARAH), ms. 9/5959/4]; Consideraciones acerca del pavimento de mosayco hallado en Itálica, Madrid, 10 de febrero de 1802 (en ARAH, ms. caise/9/3940/12-5); Advertencias a los que han de copiar inscripciones, Madrid, 1802 ( en ARAH, ms. cag/9/7980/20); Orestes en Sciro: tragedia original, en tres actos por Don Josef Ortiz, Madrid, Gómez Fuentenebro, 1803; Urna sepulcral de Layos, Madrid, 27 de enero de 1804; Diálogos sobre las artes del diseño, traducidos del toscano e ilustrados con notas por Joseph Ortiz y Sanz, Madrid, Gómez Fuentenebro, 1804 (en ARAH, ms. 9/4128/53); “Elogio de la arquitectura”, en Continuación de las actas de la Real Academia de las Nobles Artes, establecida en Valencia con el título de San Carlos, 1805, págs. 47-89; de Viaje arquitectonico-antiquario de España, o descripcion latino-hispana del antiguo teatro saguntino, Madrid, Imprenta Real, 1807; Respuesta del Doctor Don José Ortiz, deán de la insigne Colegial de la ciudad de Xátiba, a la Carta que le dirigió Don Enrique Palos y Navarro, Juez conservador por S. M. de todas las antigüedades de la memorable ciudad de Sagunto, después villa de Mulviedro, Valencia, Benito Monfort, 1812; Enchiridion o Manual de Epicteto, con el texto en griego traducido con algunas notas. Añádese al fin la traduccion latina P. D. J. O. P., Valencia, Monfort, 1816; Discurso histórico acerca de la legión llamada Fulminante en el Imperio de Marco Aurelio el Filósofo, Valencia, Monfort, 1817; Carta misiva del deán de Xátiba a Don Vicente Pla y Cabrera. Dase en ella interpretación de una lápida romana hallada en Valencia el año 1807, Valencia, Manuel Muñoz, 1820; Historia general de España, escrita por José Ortiz y Sanz, aumentada desde que cesó de escribir su autor hasta fin de 1842 por A. G. R., Madrid, Alejandro Gómez Fuentenebro, 1846; Compendio histórico del Cisma grande de Occidente, Alcoy, Payá y Miñana, 1849; Disertación histórico-geográfica acerca del parage de la célebre ciudad de Munda, junto a la cual venció Julio César a los hijos de Pompeyo. Obra póstuma de D. José Ortiz y Sanz, Deán que fue de Játiba, Académico de la Historia, y de mérito de la de Nobles de San Fernando. Precedida de una advertencia por D. Salvador Enguídanos, Madrid, Imprenta de El Clamor Público, 1862; Historia evangélica: confirmada por la judaica y romana, escrita en francés por el R. P. D Pablo Pezron religioso cisterciense en la Abadía de Prieres, traducida y anotada por un docto eclesiástico individuo de la Academia de la Historia y revisada por don Pedro de la Hoz, Madrid, A. Pérez Dubrull, 1852; Instituciones de arquitectura civil acomodadas en lo posible a la doctrina de Vitruvio, Madrid, Servicio de Publicaciones del COAM, 1991.

 

Bibl.: E. Palos y Navarro, Carta de D. Henrique Palos y Navarro al Deán de San Felipe D. Joseph Ortiz en la qual le hace evidentes las falsedades que dixo del famoso Teatro Saguntino, Valencia, Salvador Faulí, 1811; Noticia biográfica del célebre arqueólogo e historiador valenciano D. José Ortiz y Sanz, Deán de la Santa Iglesia de Játiva, Bibliotecario de S. M., Individuo de las Reales Academias de la Historia y Nobles Artes de San Fernando, y autor de un excelente compendio cronológico de la Historia de España, seguida de un catálogo de todas sus obras, Madrid, 1863; T. Enguídanos, “Resumen de los méritos literarios, títulos, grados, etc., de don José Ortiz y Sanz, Presbítero, Deán y Canónigo de la insigne colegial iglesia de la ciudad de San Felipe, Académico de Honor y mérito de la Real Academia de San Fernando, honorario de la de San Carlos de Valencia y de la Real Academia de la Historia y Bibliotecario honorario de S. M.”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXIX, 1921, págs. 362-368; C. Sáenz de la Calzada, “Los órdenes clásicos en Vitruvio y en sus traductores Michel de Urrea y José Ortiz y Sanz”, en Archivo Español de Arte, XXXI (1958), págs. 321-323; C. Sambricio, “La teoría arquitectónica en José Ortiz y Sanz El Vitruviano”, en Revista de Ideas Estéticas, 131 (1975), págs. 65-92; J. Bérchez Gómez, “La difusión de Vitruvio en el marco del Neoclasicismo español”, en C. Perrault, Compendio de Los Diez Libros de arquitectura de Vitruvio, escritos en francés y traducidos al castellano por Don Joseph Castañeda (ed. fácsimil), Murcia, 1981; J. Bérchez Gómez, “J. F. Ortiz y Sanz: correspondencia mantenida desde Roma a propósito de su traducción de Vitruvio (1780-1782)”, en Archivo de Arte Valenciano (1981), págs. 62-70; M. Fabbri, “Forme tragiche in evoluzione. Le due redazioni dell’Orestes en Sciro di José Ortiz”, en Vagabondi, visionari, eroi: appunti su testi in minore del settecento spagnolo, Abano Terme, Piovan, 1984; S. Cubiles, “El Tratado de Palladio: nuevo intento de traducción en España, a fines del siglo XVIII”, en Cuadernos de Bibliofilia, 13 (1985), págs. 21-28; D. Rodríguez, José Ortiz y Sanz, teoría y crítica de la arquitectura, Madrid, 1991; F. J. León Tello y V. Sanz Sanz, Estética y teoría de la arquitectura en los tratados españoles del siglo XVIII, Madrid, 1994; L. García Ejarque, La Real Biblioteca de S. M. y su personal (1712-1836), Madrid, 1997; F. Goberna, El deán Ortiz, Ajuntament d’Aielo de Malferit, 2001; A. Canto, “El viaje arquitectónico-anticuario de Fray José Ortiz y Sanz: una carta arqueológica de España a fines del siglo XVIII”, en Spal, 10 (2001), págs. 29-55; J. Maier, “II Centenario de la Real Cédula de 1803 La Real Academia de la Historia y el inicio de la legislación sobre el Patrimonio Arqueológico y Monumental de España”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CC (2003), págs. 439-473; P. Moleón, Arquitectos españoles en la Roma del Grand Tour 1746-1796, Madrid, 2004.

 

Jorge Maier Allende

Personajes similares