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Fernando José López de Cárdenas

Biografía

López de Cárdenas, Fernando. Cura de Montoro. Priego de Córdoba (Córdoba), 16.IV.1719 – Montoro (Córdoba), 8.VII.1786. Anticuario y erudito.

Su padre era natural de Aguilar de la Frontera y su madre de Monturque, pero Fernando López de Cárdenas nació en Priego y, tras cursar la carrera eclesiástica, pasó toda su vida ejerciendo como sacerdote también en la provincia de Córdoba, primero como cura en la localidad paterna de Aguilar y, luego, en Montoro, hasta su muerte con sesenta y siete años, por lo que es conocido como el “cura de Montoro”.

Como resultado de su amplia dedicación a los estudios de carácter anticuario, fue admitido como académico honorario de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla el 15 de junio de 1764. Asimismo, fue propuesto como académico correspondiente de la Real Academia de la Historia el 21 de julio de 1775, gracias a los buenos oficios ante Pedro Rodríguez de Campomanes de su favorecedor Fernando José de Velasco, camarista de Castilla; su carta de aceptación como correspondiente está firmada en Sevilla el 9 de agosto de ese 1775. Jugosos detalles de su vida los ofrecen algunas de sus cartas dirigidas a diversos personajes coetáneos, tanto en referencia a cuestiones religiosas y eruditas (por ejemplo, Fernando José de Velasco, José Cevallos, Pedro Franco Dávila, Enrique Flórez, José del Hierro, Cristóbal de Atoche, Livino Leirens, Manuel José Díaz de Ayora, Juan de Flores), cuanto a la tarea de recoger monedas para algunos de sus protectores, como F. J. de Velasco, ya que él no formó colección propia.

Desde 1766 trabajó en la tarea de proporcionar materiales, sobre todo piedras raras y otras curiosidades naturales de la Sierra Morena, para los fondos del Real Gabinete de Historia Natural, creado por Carlos III en Madrid, siguiendo la Instrucción que, de orden del Rey, escribió Pedro Franco Dávila e hizo circular el secretario de Estado, el marqués de Grimaldi. En la correspondencia con el citado Velasco se refiere a sus envíos al Gabinete por aquellos años, mientras reclama una pensión para esta tarea, que, finalmente, consiguió, siendo ya secretario de Estado el conde de Floridablanca. En efecto, en carta dirigida a M. J. Díaz de Ayora el 18 de agosto de 1782, se refiere a su mala salud, que le tenía apartado de sus tareas eruditas: “[...] ha llegado el tiempo de que lo principal del padecer está en la cabeza; por lo que he abandonado toda correspondencia literaria. Solamente sigo la de Historia Natural para el Real Gabinete, porque por este trabajo tengo pensión del Rey sobre los fondos de correo y gaceta [...]” (A. Mestre, Correspondencia: 485). Precisamente en ese marco se sitúa una de las actuaciones más sorprendentes de López de Cárdenas, que interesa a las primeras actividades de catalogación sobre restos prehistóricos en España, ya que, junto al envío de fósiles, rocas y minerales, mandó referencias sobre pinturas prehistóricas de la sierra Morena, en concreto de las pinturas rupestres de tipo esquemático de Fuencaliente (Ciudad Real), que consideró erróneamente como fenicias o cartaginesas. Se trata del informe titulado Láminas de los jeroglíficos de gentiles estampados en piedra viva en la sierra de Fuencaliente (1783).

Aparte de sus obras impresas, dejó una amplia serie de trabajos manuscritos, sobre todo referidos a temas eclesiásticos y de las antigüedades e inscripciones romanas de Andalucía, entre los que sobresalen sus disertaciones a la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, así como otros manuscritos y correspondencia conservados en la Biblioteca Nacional, en la Real Academia de la Historia, en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla y en el Instituto Séneca de Córdoba. Entre esos trabajos destaca Memorias antiguas de la Bética, que debía haber sido publicada en el tomo II de las Memorias de la Academia Sevillana de Buenas Letras, pero que nunca llegó a ver la luz en aquel siglo; seguía la tradición de estudios de otros eruditos andaluces durante toda la Edad Moderna, que nunca llegaron a editarse. Base de sus principales estudios anticuarios fueron los manuscritos del cordobés Juan Fernández Franco (1520 o 1525-1601), que habían quedado inéditos, pero cuyas copias él conoció y utilizó, especialmente para sus libros Franco ilustrado (1775) y Antorcha de la antigüedad (1775) y en el manuscrito Monumento de inscripciones romanas lapideas, en que trata de varios pueblos, principalmente de la Andalucía, el Lic. Juan Fernández Franco, anotadas, corregidas y añadidas. Dedicó estudios sobre la historia (recurriendo en ocasiones a la tradición de los “falsos cronicones”) y nuevos descubrimientos arqueológicos o epigráficos de pueblos de Sevilla y, sobre todo, de Córdoba, que conocía personalmente, interviniendo en las frecuentes controversias sobre la fijación de las ciudades antiguas y establecimiento del nombre romano de poblaciones modernas, que era todavía la principal preocupación de la anticuaria española en la Edad Moderna; como, por ejemplo, de Estepa, Écija, Aguilar de la Frontera, Montemayor, Cabra, La Rambla, Montilla, Lucena y, sobre todo, Montoro, aunque muchos de esos trabajos quedaron inéditos o incluso se perdieron y sólo se conocen por referencias. Así se refiere en la carta antes citada dirigida a Díaz de Ayora, de 1783, en que certifica la adversa suerte corrida por algunos de sus estudios: “[...] uno no parece; y otro me han tomado los originales, como sucedió con la Defensa de San Laureano en un buen tomo, que se perdió en Sevilla en poder del cardenal Solís, y no sé quién lo tiene [...] Lo mismo sucedió con otros que, originales, se han quedado en Madrid. En vista de esto, y de no poder seguir, he abandonado todo, sin otra cosa que apuntaciones de lo que he escrito[...]”.

 

Obras de ~: Franco ilustrado. Notas á las obras manuscritas del insigne anticuario Juan Fernandez Franco, en las que se corrigen, explican y añaden muchos lugares para instrucción de los aficionados á las buenas letras. Parte I, Córdoba, Juan Rodríguez de la Torre, 1775; Antorcha de la antigüedad, en la que se trata de las señales y rastros para el conocimiento de ella, y en particular de las antigüedades de Ezija y Estepa. Parte II, Córdoba, Juan Rodríguez, 1775; Memorias de la ciudad de Lucena y su territorio, con varias noticias de erudición pertenecientes á la Bética, Écija, Benito Daza, 1777; Descubrimiento de monumentos antiguos de romanos y godos, hecho en la villa de Montoro, Córdoba, Juan Rodríguez de la Torre, 1785; “Disertaciones inéditas”, presentadas a la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, citadas en F. Aguilar Piñal, La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo xviii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1966, págs. 325 y ss. Otros manuscritos y correspondencia (con indicación de los lugares de conservación de las copias) son citadas en T. Muñoz y Romero, Diccionario bibliográfico-histórico de los antiguos reinos, provincias, ciudades, villas, iglesias y santuarios de España, Madrid, R. Rivadeneyra, 1858, págs. 3, 116 y 143; R. Ramírez de Arellano, Ensayo de un Catálogo Biográfico de Escritores de la Provincia y Diócesis de Córdoba, t. I, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1922, págs. 302-309; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo xviii, Madrid, CSIC, 1989, págs. 184- 189; J. Salas Álvarez, “Fernando José López de Cárdenas, el cura de Montoro, un erudito cordobés del siglo xviii”, en E. Baquedano (dir.), Pioneros de la Arqueología, Alcalá de Henares, Museo Arqueológico Regional, 2004.

 

Bibl.: T. Muñoz y Romero, Diccionario bibliográfico-histórico de los antiguos reinos, provincias, ciudades, villas, iglesias y santuarios de España, Madrid, R. Rivadeneyra, 1858, págs. 3, 55, 113, 116, 143, 155 y 195; R. Ramírez de Arellano, Ensayo de un Catálogo Biográfico de Escritores de la Provincia y Diócesis de Córdoba, t. I, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1922, págs. 302-309; J. López Toro, “Correspondencia entre don José López de Cárdenas y don Fernando José de Velasco”, en VV. AA., Homenaje al Prof. C. de Mergelina, Murcia, 1961-1962, págs. 469-511; F. Aguilar Piñal, La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo xviii, Madrid, CSIC, 1966, págs. 166, 213, 257, 263, 315, 325, 327 y 346; G. Nieto Gallo, Las primeras copias de pinturas rupestres esquemáticas en España: Peña Escrita y la Batanera de Fuencaliente, Ciudad Real, 1984; J. Valverde Madrid, “En el centenario del ilustre Prieguense López de Cárdenas”, en Adarve, n.º 255, 15 de diciembre de 1986, pág. 19; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo xviii, Madrid, CSIC, 1989, págs. 184-191; A. Mestre, Correspondencia de los ilustrados andaluces, Sevilla, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, 1990, esp. pág. 485; J. Beltrán Fortes, “Arqueología y configuración del patrimonio andaluz. Una perspectiva historiográfica”, en F. Gascó y J. Beltrán (eds.), La antigüedad como argumento, II. Historiografía de Arqueología e Historia Antigua en Andalucía, Sevilla, Scriptorium, 1995, esp. págs. 19 y ss.; J. Salas Álvarez, “Fernando José López de Cárdenas, el cura de Montoro, un erudito cordobés del siglo xviii”, en E. Baquedano (dir.), Pioneros de la Arqueología, Alcalá de Henares, Museo Arqueológico Regional, 2004.

 

José Beltrán Fortes

Relación con otros personajes del DBE

Personajes citados en esta biografía