Apraiz Sáenz del Burgo, Julián. Vitoria, 2.XI.1848 – Madrid, 20.III.1910. Filólogo y arqueólogo.
Nace en el seno de una acomodada familia de Vitoria y, tras un intento frustrado de ingresar en el cuerpo de Artillería de Segovia, obtiene en 1864 el título de bachiller en Artes con Premio Extraordinario en el Instituto General y Técnico de la ciudad.
En 1869 se licencia y doctora en Filosofía y Letras por las universidades de Valladolid y por la Central de Madrid, siendo contratado ese mismo año como titular de Griego y Literatura Clásica en la recién creada Universidad Libre de Vitoria, de la que ocupa el cargo de decano en el momento de decretarse su extinción el 1 de octubre de 1873.
Julián Apraiz es uno de los responsables de la dinamización cultural de la que sería conocida como “Atenas del Norte”. Integrante de la llamada “Tertulia del 73”, es uno de los promotores de la Academia Cervántica Española creada el 1 de marzo de 1873 en Vitoria, de la que fue su primer director y a la que le fue concedido el uso de medalla de oro por el Gobierno, y uno de los más decididos impulsores del Ateneo Científico y Literario de Vitoria, en el que ocupa los cargos de secretario en 1870, bibliotecario entre 1871-1873 y 1881-1885, vicepresidente en 1879 y presidente en 1877, 1890 y 1891.
Se licencia en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de Valladolid en 1877 y ese mismo año obtiene por oposición la cátedra de Retórica en el Instituto de Vitoria. En enero de 1886 permuta su plaza por otra en Soria de la que no llega a tomar posesión tras concursar a una homónima en el Instituto Vizcaíno de Bilbao, regresando en febrero de 1887 al Instituto de Vitoria. En abril de 1898 es nombrado director de este centro de enseñanza, siendo felicitado por Emilio Castelar y por el presidente de la nación, Práxedes Mateo Sagasta, permaneciendo en el cargo hasta 1907, en que se traslada a Madrid. A pesar de su militancia en el partido republicano, en el ala moderada liderada por Castelar, su vida pública política es reducida, ocupando en una única ocasión un cargo de responsabilidad como concejal del Ayuntamiento de Vitoria entre mayo de 1885 y julio de 1886. Presidente del Círculo Vitoriano y de la Alianza Francesa, correspondiente de la Société de correspondance Hispanique à Bordeaux y socio honorario de la Academia de Felibres de París, colabora como articulista en revistas como Euskal Erria, Revista de las Provincias Eúskaras, Revista de las Provincias, El Ateneo, Revista Contemporánea... y periódicos como La Ilustración de Álava, La Concordia, La Libertad, La Baskonia o El Anunciador Vitoriano, del que llega a ser director de abril de 1881 a abril de 1882.
El 28 de junio de 1880 es designado como académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en agosto de 1881 pasa a formar parte de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Álava, si bien no es hasta 1890 cuando, a instancias del catedrático y geólogo Juan Vilanova, inicia una sistemática revisión de todos los yacimientos prehistóricos descubiertos en Álava. Durante las vacaciones estivales de la década siguiente, Julián Apraiz desarrolla excavaciones, financiadas por él mismo y compaginadas con su actividad docente, en los dólmenes de Eguílaz y Arrízala en 1890, 1892 y 1895; en Iruña y las cuevas del Gorbea en 1890; en los dólmenes de Escalmendi, Capelamendi y valle de Cuartango en 1892 y 1893; en la Dehesa de San Bartolomé en 1894; en las cuevas artificiales de Treviño en 1895, descubriendo ese mismo año un nuevo dolmen en San Juan (Onraita), que vuelve a revisar en 1896 y 1899. Su catalogación de los numerosos ejemplares dolménicos alaveses como prehistóricos, siguiendo a Vilanova, supone el desmoronamiento de un discurso tradicional que relacionaba estos restos arqueológicos con la presencia celta y sus luchas con ibero-éuskaros.
Pero es en el mundo de la literatura, y fundamentalmente en el de los estudios cervantinos, en el que Julián Apraiz obtiene sus mayores reconocimientos.
En 1898 comparte el premio del concurso Charro- Hidalgo, convocado por el Ateneo de Madrid en torno a las Novelas Ejemplares, con el escritor mexicano Francisco A. de Icaza. En 1905 recibe el otorgado por la Real Academia Española el año anterior para conmemorar el tercer centenario de El Quijote y es invitado a la celebración más señalada del aniversario en Alcalá de Henares, junto a eruditos de la talla de José Echegaray, Marcelino Menéndez Pelayo o Benito Pérez Galdós.
En marzo de 1907 se traslada a Madrid para tomar posesión de la cátedra de Preceptiva Literaria del Instituto General y Técnico de San Isidro, ciudad en la que fallece el 20 de marzo de 1910.
Obras de ~: Apuntes para los estudios helénicos en España, Madrid, 1874; Cervantes vascófilo. Refutación de los errores propalados por Pellicer, Clemencín, etc. Acerca de la supuesta ojeriza de Cervantes contra Euskalerria, Vitoria, 1881; Programa de Retórica y Poesía, Vitoria, 1886; Colección de Discursos y Artículos, I, Vitoria, 1889; Colección de Discursos y Artículos, II, Vitoria, 1889; Colección de Discursos y Artículos de Julián Apraiz, III, Vitoria 1898; Curiosidades cervantinas, Madrid, 1899; Estudio histórico-crítico sobre las Novelas Ejemplares de Cervantes, Vitoria, 1901; Don Isidoro Bosarte y el centenario de la Tía Fingida, Vitoria, 1904; Discurso en el Teatro Principal de Vitoria con motivo del tercer centenario de la aparición del Quijote, Vitoria, 1905; Buscapié de lecciones de literatura de D. Francisco Navarro Ledesma, Vitoria, 1907; Miscelánea o Colección de Artículos, IV, Vitoria, 1908.
Bibl.: H. Madinaveitia, “Memoria del benemérito socio del mismo D. Julián Apraiz”, en Ateneo, 8 (1914), págs. 5-11; Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, Diccionario An-Artazu, San Sebastián, Auñamendi, 1970, pág. 171; Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, Bibliografía A-Biblia, San Sebastián, Auñamendi, 1970, págs. 198-200; E. Amézaga, Autores Vascos, I, Algorta (Vizcaya), Gorka, 1984, págs. 247-249; C. Ortiz de Urbina Montoya, “La Arqueología en Álava en los siglos xviii-xix”, en Memorias de Yacimientos Alaveses, 2 (1996), págs. 204-214.
Carlos Ortiz de Urbina Montoya