Ayuda

Manuel José de Porto

Biografía

Porto, Manuel José de. Cádiz, 29.VIII.1792 – 1860. Médico y cirujano, destacado representante de la medicina anatomoclínica en España.

Licenciado en el Real Colegio de Medicina y Cirugía de Cádiz, poco después de acabar sus estudios se enroló como médico-cirujano de la Armada y durante los años 1820 y 1821 viajó por las colonias americanas y trabajó en los hospitales de La Habana y de Veracruz. Miembro de la Sociedad Médico- Quirúrgica de Cádiz, durante su periplo americano ejerció como socio corresponsal informando de la actualidad médico-sanitaria de las colonias y colaboró en el Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz, uno de los primeros testimonios de la prensa médica especializada en nuestro país, de talante abierto y liberal, que experimentaría después una profunda regresión durante el reinado de Fernando VII.

Cuando regresó a Cádiz alcanzó una gran reputación en la ciudad y formó parte de la elite de médicos y cirujanos que dirigieron las instituciones profesionales de la ciudad. Cuando, a comienzos de la década de 1830, la Sociedad Médico-Quirúrgica —de talante ilustrado y liberal— se transformó en Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz —más acorde con el organigrama del centralismo absolutista de Fernando VII—, Manuel José de Porto fue nombrado vicepresidente de la nueva institución. Al mismo tiempo, desempeñó una destacada labor docente en el Colegio de Medicina y Cirugía y fue nombrado consultor del cuerpo de médicos-cirujanos de la Armada. Conviene recordar que a finales del siglo xviii, el auge profesional de la cirugía planteó una rivalidad con la profesión médica, que se tradujo, en el dominio de la formación profesional y de las titulaciones, en una pluralidad de variantes que iban desde el cirujano de 2.ª clase, cirujano sangrador y otros, hasta la más prestigiosa, la de médico-cirujano, que competía con ventaja con los médicos puros.

Manuel José de Porto fue un liberal muy activo, que desarrolló una incesante carrera política, haciendo gala de un gran compromiso político y riesgo personal, en momentos de absolutismo monárquico y persecución de liberales y afrancesados, como sucedió en la Ominosa década (1823-1833). Desempeñó un importante papel dentro del Partido Progresista y no eludió el compromiso público, siendo diputado provincial en varias legislaturas. Entre 1831 y 1844 realizó una brillante carrera académica en Cádiz y en Madrid. Primero fue profesor del Real Colegio gaditano, hasta que obtuvo la Cátedra de Clínica Interna en la Facultad de Medicina de Madrid.

Cambió después de especialidad y ocupó la Cátedra de Patología General y Anatomía Patológica de la nueva Facultad de Ciencias Médicas de Cádiz, al crearse ésta en 1844. Allí desarrolló una apreciable labor en la difusión de la mentalidad anatomoclínica en España, esa forma de entender la enfermedad que se basa en la exploración clínica para obtener signos de lesión, y hace de la anatomía patológica y de la cirugía los principales instrumentos de la clínica y la terapéutica. La medicina anatomoclínica, que se inició en las instituciones sanitarias de la Europa central, recibió un importante impulso institucional en París y, en general, en la Francia post-revolucionaria.

El testimonio de los alumnos de Porto habla con autoridad de su prestigio como médico y como docente.

Según la consideración de la historiografía médica, Manuel José de Porto es uno de los principales representantes de la escuela anatomoclínica de Cádiz, junto con Francisco Javier Lasso de la Vega, José de Gardoqui y Antonio Gracia, quienes fundamentaron la nueva medicina basada en el concepto de lesión a partir de sus sólidos conocimientos de cirugía y de la orientación docente del Colegio de Cádiz, que planteaba un modelo de docencia más práctico, menos libresco y más centrado en la experiencia clínica.

La principal obra impresa de Porto es un Manual de anatomía patológica (1846), que constituye la primera exposición sistemática en castellano de los conocimientos anatomopatológicos. Juan Mosácula había redactado un texto semejante dos décadas antes, pero su desgraciada trayectoria personal, perseguido por liberal y apartado de su puesto, impidió que su compendio se llegara a publicar y permaneciese manuscrito.

Mosácula, sin embargo, legó una excelente síntesis del saber fisiológico inspirada en la obra del francés Adelon. La otra aportación contemporánea a la anatomía patológica es la que se incluye en el compendio de anatomía de Manuel Hurtado de Mendoza.

El manual de Porto se inspira en las principales obras de anatomía patológica francesas y toma como referencia más concretamente el compendio de Gabriel Andral (1829) y las aportaciones de los principales representantes de la medicina anatomoclínica parisina: Laënnec, Bayle, Cruveilhier y otros prestigiosos cirujanos.

A los conceptos científicos básicos, Porto añadía aspectos de su larga experiencia personal como cirujano y orientaba de modo práctico la docencia universitaria, a la que su manual estaba orientado, mediante el uso del microscopio y la preparación de cortes y tinciones.

Aunque el descrédito del microscopio en la clínica se prolongó hasta bien entradas las primeras décadas del siglo xix y las primeras ediciones de la obra anatomopatológica de Porto tenían una orientación preferentemente macroscópica, sin embargo eran habituales las observaciones con lupa y otras de una finura sorprendente. Con la formulación de la teoría celular y la revisión que la noción de célula planteaba en torno a la idea de lesión, las últimas ediciones del manual de Porto —especialmente las realizadas a título póstumo— fueron adaptadas a la nueva patología celular y a la dimensión microscópica de las lesiones de los parénquimas.

Además de su dedicación docente a la anatomía patológica y de su actividad quirúrgica y política, Manuel José de Porto participó muy activamente en la Ley de Sanidad de 1855, uno de los proyectos emblemáticos del proyecto sanitario liberal y tradujo al castellano el tratado de higiene naval del médico francés Jean Baptiste Fonssagrives, aunque la traducción nunca llegó a publicarse por impedimentos en las licencias preceptivas para el proceso de impresión.

Como buen liberal estaba al día de las novedades científicas que tenían lugar en Europa y tradujo una versión castellana de una obra emblemática y fundacional de la química fisiológica: la Química aplicada a la fisiología animal y a la patología del célebre químico y fisiólogo alemán Justus von Liebig.

 

Obras de ~: Influencia que debe ejercer la medicina en la legislación de los pueblos [...], Cádiz, 1834; trad. de ~, J. von Liebig, Química aplicada a la fisiología animal y a la patología, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1845; Manual de anatomía patológica, redactado de los mejores autores [...], Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1846 (reeds. en 1851, 1857 y 1867); De la educación y sus relaciones con la higiene para perfeccionar la inteligencia del hombre, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1853.

 

Bibl.: R. Peset Reig, La patología cardiorrespiratoria en la primera mitad del siglo xix español, tesis doctoral, Valencia, Universidad, 1962; J. M.ª López Piñero, “La escuela de Cádiz y la introducción en España de la medicina anatomoclínica”, en Medicina Española, 70 (1973), págs. 125-133; “Gracia Álvarez, Antonio”, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España, vol. II, Barcelona, Ed. Península, 1983, págs. 197-198.

 

Josep Lluís Barona Vilar

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares