Ayuda

Mundir II

Biografía

Munir II. Munir ibn Yaḥyà ibn Munir [I] b. Yaḥyà b. Muṭarrif al-Tuŷībí al-Manṣūr. ¿Zaragoza?, c. 1019 – Zaragoza, muḥarram 430/octubre-noviembre 1038. Tercer rey de la dinastía tuŷībí en la taifa de Zaragoza (427/1035-36-muḥarram 430/X-XI.1038; o comienzos de ḏū l-ḥiŷŷa 430/23 de agosto de 1039).

Munir II fue hijo del segundo rey de la taifa zaragozana, Yaḥyà al-Muẓaffar, y de la hija del jeque de los Ḏū-l-Nūn o Zennún, linaje beréber que logró reinar en la taifa de Toledo desde 1028. Este celebrado casamiento tuvo que celebrarse hacia 1018, y de él nació, todavía en vida de su abuelo paterno Munir I (que murió en 1021-1022), el tercer soberano de la taifa zaragozana, Munir II, lo cual nos permite calcular en unos diecisiete años su edad al acceder al trono de su taifa. El poeta cortesano Ibn Darrāŷ, que residió en Zaragoza hasta 419/1028, dedicó una casida a celebrar el nacimiento de este Munir II, el tercer rey de la dinastía tuŷībí en la taifa zaragozana:

“En él se encuentran los astros más fulgurantes / con los luceros de la suerte y el linaje. / Por el nombre de su padre [Yaḥyà] se alza [vivificando] al Islam / y llega con el nombre de su abuelo [Munir, avisando] al enemigo, / como anunciador de vida (ḥayā) a la Fe / y aviso (munir) de desgracia al politeísmo...”.

Munir II sucedió a su padre, Yaḥyà al-Muẓaffar, que murió en 1035-36, según el valioso dato del cronista al-cUrí, que permite zanjar las dudas al respecto. Es cierto que en las monedas de Yaḥyà había empezado a figurar el nombre de su hijo y heredero, Munir II, desde 420/1029, lo cual indicaría que entonces sería designado sucesor, hacia los diez años de edad. En el dinar de 420/1029 se indica su acuñación “en la ciudad de Zaragoza”, su referencia como Munir al-ḥāŷib Mucizz al-Dawla (“el chambelán Munir Mucizz al-Dawla”), y su reconocimiento al Imām cAbd Allāh, emir de los creyentes, al-Mu’ayyad bi-Allāh; en 423/1031-32, el dinar señala el reconocimiento al Imām Hišām, emir de los creyentes, al-Muctadd bi-Allāh (es decir, al último califa en Córdoba, Hišām III), aún dentro de las oscilaciones que señalamos en la biografía de su padre Yaḥyà. Tras su proclamación como rey, el propio Munir II acuñó moneda de plata o dirhemes y de oro o dinares, y en 428/1036-37, su dinar reconoce aún a Hišām III, por entonces refugiado en Lérida, donde este último califa cordobés muere precisamente en 428/1036-37, sirviendo con su reconocimiento a varios reyes taifas que recelaban de la política califal sevillana, como en concreto también hizo el rey de Toledo Ismācīl, tío de Munir II.

Llevó Munir II el apelativo de ḥāŷib (“chambelán”), el título pseudo-califal de al-Manṣūr (“el Victorioso”) y el sobrenombre sultánico de Mucizz al-Dawla (“Enaltecedor de la dinastía”), utilizando las referencias habituales en el poder de los reyes de taifas.

Es evidente que Munir II se resistió a reconocer al falso califa omeya Hišām II, falsamente “reaparecido”, proclamado por el rey de la taifa Sevilla, desde 1035; y esta resistencia, que entrañaba supeditarse a la taifa sevillana, le costó a Munir II la vida, pues fue asesinado por su primo cAbd Allāh b. Ḥakam, descendiente de la rama principal del linaje tuŷībí que venía gobernando el Valle del Ebro desde finales del siglo IX, pero que desde principios del siglo XI había derivado en esta rama secundaria de la familia (Munir I, su hijo y su nieto), reinante hasta aquí en la taifa zaragozana.

Al tratar de Munir II, los cronistas árabes sólo atienden a contar las circunstancias de su muerte: se alzó contra él su primo cAbd Allāh b. Ḥakam y lo apuñaló a traición, hallándole en sus aposentos del alcázar enfrascado en la lectura de un libro, en muḥarram 430/octubre-noviembre de 1038 (según al-cUrí), mientras que el gran historiador Ibn Ḥayyān (citado por Ibn cIārí) fechaba el asesinato a comienzos de ū l-ḥiŷŷa 430/23 de agosto de 1039. Tras asesinarle, cAbd Allāh b. Ḥakam exhibió en la picota la cabeza de Munir II, proclamando: “Este castigo merece quien se resiste al emir de los creyentes Hišām [II] y se niega a reconocer sus derechos”. Ibn Ḥayyān apostilla que Munir II había rechazado la impostura del falso Hišām II, lo mismo que hiciera su padre Yaḥyà b. Munir I y su tío materno Ismācīl, rey de Toledo.

El asesinato de Munir II causo gran perturbación en Zaragoza, mientras el primo asesino, cAbd Allāh b. Ḥakam, se hacía proclamar enseguida rey de la taifa de Zaragoza, como cuarto y último de sus reyes tuŷībíes, por breves días.

 

Bibl.: Ibn Darrāŷ, Dīwān, al-Andalus, s. XI (ed. de M. cA. Makkī, Damasco, 1961; reimpr. Kuwait, Mu’assasat al-Babtīn, 2004); al-cUrīTarṣīc al-ajbār, Almería, s. XI (trad. F. de la Granja, “La Marca Superior en la obra de al-cUrī”, Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón, VIII (1967), págs. 447-546); Ibn Bas­sām, al-Ḏajīra, al-Andalus, s. XII (ed. I. cAbbās, Beirut, 1979, 8 vols.); Ibn cIārī, al‑Bayān al‑mugrib, Magreb s. XIV (vol. III, ed. E. Lévi-Provençal, París, 1930; trad. F. Maíllo, La caída del califato de Córdoba y los reyes de taifas, Salamanca, Universidad, 1993); Ibn Al‑Jaīb, Acmāl al-Aclām, al-Andalus s. XIV (ed. de S. K. Ḥasan, Beirut, Dār al-kutub al-cilmiyya, 2002); R. Dozy, “Essai sur l’histoire des Todjibides, les Beni-Hachim de Saragosse et les Beni-Çomadih d’Almerie”, en Recherches sur l’histoire et la littérature de l’Espagne pendant le moyen age, vol. I, 3ª ed., París-Leiden, 1881, 2 vols., págs. 211-281; F. Codera, “Los Tochibíes en España: noticias de esta familia tomadas de Aben Hazam”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, XII (1888), págs. 490-502; F. Codera, “Nuevas noticias acerca de los Tochibíes”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, XV (1889), págs. 434-441; reprod. en F. Codera, Estudios críticos de historia árabe española (Primera serie), Zaragoza, 1902, págs. 364-372; A. Prieto y Vives, Los Reyes de Taifas. Estudio histórico-numismático, Madrid, 1926 (reed. con Láminas y Suplemento por T. Ibrahim y A. Canto, Madrid, 2003); A. Turk, El reino de Zaragoza en el siglo XI de Cristo (V de la Hégira), Madrid, 1978; M.ª J. Viguera, Aragón musulmán, 1981 (2ª ed., Zaragoza, 1988); M.ª J. Viguera,  “La corte tuŷībí de Zaragoza en el Dīwān de Ibn Darrāŷ”, en Actas del IV coloquio hispano-tunecino, Madrid, 1983, págs. 43-58; D. J. Wasserstein, The Rise and Fall of the Party-Kings and Society in Islamic Spain, 1002-1086, Princeton University Press, 1985; P. Guichard, “Quelques reflexions sur le monnayage des prémiers taifas andalouses (1009/400-1059/451)”, en II Jarique de Numismàtica Hispano-Àrab, Lleida, Institut d’Estudis Ilerdencs, 1990, págs. 155-162; M.ª J. Viguera Molins (coord.), Historia de España Menéndez-Pidal, VIII-1: Los reinos de taifas. Al-Andalus en el siglo XI. Madrid, Espasa Calpe, 1994; F. Clé­ment, Pouvoir et légitimi­té en Espag­ne musul­ma- ne à l'époque des taifas (Ve/XIe siècle). L'imam fictif, París, L’Harmattan, 1997; M. Soler i Balaguero, Les emissions monetàries de la Marca Superior d'al-Andalus, tesis doctoral, Lleida, Universitat de Lleida, 1998; B. Soravia, Les fonctionnaires épistoliers en Espagne musulmane à l'époque des roitelets (Ve s. / XIe s.), tesis doctoral, París, Université de la Sorbonne Nouvelle-Paris III, 1998; Ph. Sénac, La Frontière et les hommes (VIIIe-XIIe siècle. Le peuplement musulman au Nord de l’Ebre et les débuts de la reconquête aragonaise, París, Maisonneuve et Larose, 2000; A. Ben Abdesselem, La vie littéraire dans l’Espagne musulmane sous les mulūk al-ṭawā’if, Damasco, IFPO, 2001, págs. 163-174; C. Robinson, In praise of song. The Making of Courtly Culture in al-Andalus and Provence, 1005-1134 A.D., Leiden-Boston-Colonia, E. J. Brill, 2002; A. Canto y T. Ibrahim, Moneda andalusí. Colección del Museo Casa de la Moneda, Madrid, Fundación Real Casa de la Moneda, 2004; E. López Martínez de Marigorta, “Acuñaciones monetarias de al-Andalus en la primera mitad del siglo V/XI: fin de un modelo, consolidación de las emisiones regionales”, en Al-Qanṭara, 36 (2015), 69-106.

 

María Jesús Viguera Molins